Como sucede cada miércoles, el presentador de Telecinco Jorge Javier Vázquez publica su columna semanal en la revista Lecturas. En ella no suele dejar indiferente a nadie, y si la semana pasada se atrevió a pedir que se preguntase a los españoles por la continuidad del rey, en esta ocasión, en tono más reflexivo, ha optado por contar cómo está viviendo el estado de alarma por el coronavirus.

Entre sus palabras, destacan las menciones que hace a los sueños que tiene y, más concretamente, a los eróticos. “Desde que comenzó el confinamiento no he tenido ni uno erótico, y eso que antes eran muy frecuentes”, explica y continúa diciendo que desde que comenzó la cuarentena “nada de nada”, pero que, a pesar de ello, anda “bastante caliente”.

Lejos de quedarse ahí, incide aún más en sus pensamientos y agrega que no sabe si será “por el encierro o la primavera”, pero que está “caliente” de “subirse por las paredes”, de darse “cabezazos”. "Lo de siempre: como ahora no se puede quedar con nadie te invaden unas ganas de salir que te comen vivo. Así que me meto en la cama para llevar a cabo una actividad esencial –por usar terminología gubernamental– pero poco satisfactoria: descansar y encima mal”, añade.

A continuación, Jorge Javier Vázquez cambia radicalmente de tema y recuerda que él es un privilegiado porque vive en una “casa cómoda” y sigue yendo a trabajar. En este punto, hace alusión a sus amigos, de los que cuando se acuerda que están “encerrados”, se viene "abajo".

Asimismo, Vázquez hace una reflexión sobre la debilidad de los seres humanos. “Nosotros, que nos creíamos fuertes y poderosos, debemos permanecer en casa para luchar contra un virus que ha paralizado nuestras vidas”. Para finalizar, lanza un mensaje de ánimo y de esperanza que remata con unos versos de Pablo Neruda: “A partir de ahora, siempre nos quedará un día menos para volver a las calles. Aunque quizá nosotros, los de entonces, ya no seamos los mismos, que diría Pablo Neruda. Ojalá que, en algunos aspectos, así sea”.