La Brunete mediática vuelve a hacer el trabajo sucio a Rajoy y dispara contra Ada Colau a la que reprochan sus vínculos con movimientos filoetarras -jaleando las desafortunadas declaraciones de Cristina Cifuentes, la delegada del Gobierno en Madrid-, y acusándola de llevar a cabo una "persecución totalitaria" contra los dirigentes del PP.

La portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Ada Colau. EFE



¿Una vividora de las ayudas públicas?
El diario ABC añade más pecados de la líder de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH): le acusa de haber recibido 3,7 millones de euros en subvenciones, un dinero que, aclara en portada, "no irá a los desahuciados". En páginas interiores nos enteramos de que esa cantidad de dinero, recibida en nueve años, ha ido en realidad a una ONG llamada Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) de la que también forma parte Colau. Como todas las organizaciones de este tipo, presentan programas a las diferentes administraciones y reciben, si procede, una ayuda pública para ello de los fondos destinados a estos fines.  La FAES de Aznar, por cierto, es una de las entidades más beneficiadas por el Estado y todavía no hemos oído al ABC cuestionarlo.

Llama también la atención que este periódico no recoja el rotundo desmentido de Colau sobre sus relaciones con movimientos filoetarras y sus planes de emprender acciones legales contra Cifuentes. Eso sí, dedica un amplio despliegue a las palabras de la dirigente popular y al "acoso" a ocho diputados del PP por parte de los activistas antidesahucios. En este caso sí relata con todo lujo de detalles que todas estas acciones han sido denunciadas ante la Policía.

Marhuenda ve una "persecución totalitaria" típica de etarra y nazis
La Razón,
portavoz oficioso de Rajoy, recoge un amplio catálogo de la "persecución totalitaria" de la plataforma de Colau al PP, la misma que utilizaron los etarras contra los dirigentes populares en el País Vasco (y el PSOE, y el PNV y todos los ciudadanos vascos... pero claro, Marhuenda sólo parece ver con el ojo derecho). Por si fuera poco el despropósito, llega a comparar la situación con la Alemania de los años 30 y 40. O dicho con otras palabras, Colau y sus seguidores, salvando las distancias, están actuando igual que Hitler y sus seguidores:
"No es la primera vez que se señala y se persigue a los miembros del PP. Los militantes vascos lo saben bien. Durante años, sus siglas, e incluso sus nombres, aparecieron en una diana. Ahora se cercan sus domicilios, se les apunta con fotografías y se les marca con pegatinas en los portales en un intento frustrado de que la sociedad los repudie. Sucedió también en Alemania en los años 30 y 40 del siglo pasado".

Por si no hubiera quedado claro, insiste en que "más allá de sus hipotéticas simpatías proetarras, de lo que no cabe duda es de que las acciones de acoso y amedrentamiento se parecen demasiado a las que los demócratas padecieron en el País Vasco". En definitiva... etarras y nazis.