Si los primeros compases del Congreso de Periodismo de Huesca apuntaron a la cercanía con la noticia y a los nuevos lenguajes, su colofón ha apuntado en buena medida a los placeres gastronómicos. De hecho, la jornada del jueves acabó con una conferencia sobre Periodismo de vino, -con un posterior curso de cata-, y el viernes arrancó con una charla sobre el periodismo gastronómico, con la presencia de Mikel Iturriaga, alias El Comidista, como plato fuerte. 

La ponencia El periodismo de vino, entre economía y cultura contó con la moderación de Rafa Gimena, director de Como Pomona y técnico superior en Enología y Maridaje. Le acompañaron referentes del sector, como Ramón Francàs, redactor de La Vanguardia; Eva Vicens, responsable de Vadevi, y Mar Romero directora del programa Mesa y Descanso de Capital Radio.

Vicens señaló que el vino es un mundo polifacético, que abarca la cultura, la economía, el turismo “e incluso el deporte”. Francás también valoró la aparición del vino en las redes sociales y en nuevos formatos, aunque marcó como “asignatura pendiente” la presencia de la enología en el mundo de la televisión. Gimena después lideró un curso sobre cata para profanos con una muestra de cuatro vinos de la Denominación de Origen Somontano, de Huesca, que provocó un intenso debate sobre la uva garnacha.

El Comidista y las redes 

La jornada del viernes arrancaba con el debate Rico, rico y bien contado: la explosión de la gastronomía en el periodismo. Una ponencia en la que han participado la chef y exconcursante de Masterchef, Sofía Janer; el periodista, crítico gastronómico y cara visible de El Comidista, Mikel López Iturriaga; la directora de la Guía Repsol, María Ritter; y el director del Basque Culinary Center, Joxe Mari Aizega

Tras narrar su paso por el mundo del periodismo de actualidad, López Iturriaga ha explicado cómo gestó su reconversión al mundo gastronómico y ha puesto en valor el formato multimedia: “Es un contenido mucho más vivo, que me permite incluir otros contenidos como vídeos, gifs, enlaces”. López Iturriaga también ha subrayado la posiblidad que le ofrecen algunas secciones de “crear comunidad”, como Aló, El Comidista o La defensora del cocinero. Y, aunque ha hecho un repaso a las barbaridades e insultos recibidos en redes, también “me han dado muchas ideas”. “Los periodistas nos quejamos porque nos dan mucha caña en redes, pero el balance es positivo”, ha señalado. 

El cambio en la Guía Repsol

Ritter ha explicado la nueva filosofía con la que han dado un giro radical a “aquella Guía Repsol enorme, que ya no cabía en las guanteras modernas”. “Teníamos muy claro que el nuevo sistema de calificación tenía que hacerse por las personas a las que van dirigidas: los comensales y no los críticos gastronómicos”. Su actual propuesta apuesta por “calificar todo el contenido, no solo la bodega, comida y sala”, por lo que pasa porque sus críticos, que son personas comunes con bagaje gastronómico, también califique “cómo te atendieron cuando llamaste, la iluminación, la posibilidad de hacer una fotografía que subir en redes, si te gustó después y si lo recomendarías”. Una nueva faceta en la que, además de los restaurantes con Soles Repsol, han añadido los “soletes, esos sitios que tienen un no sé qué que te hacen sonreír: un menú del día, una cafetería original, una chiringuito…”.