La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, volvía a sacar esta semana las drogas con la intención de confrontar con la izquierda y, en concreto, con Más Madrid cuya portavoz, Mónica García, ha dado luz verde desde el Gobierno Central a la regulación del cannabis para determinados usos terapéuticos.
En la presente ocasión, la lideresa regional mezclaba la situación en los barrios especialmente humildes, donde la droga golpeó con más fuerza durante la década de los 80, con la llegada de menores de acompañados (los mal llamados MENAS) a España en un contexto -el migratorio- en el que la cuestión ha vuelto a centrar el debate político.
“Se es muy progre con el discurso de las drogas, como con la inmigración, pero mientras lo tienes lejos (…) Pero cuando la droga entra en una familia las cosas cambian mucho. Cuando la droga enseña la cara, como pasó en el Madrid de los 80 con las madres de la droga, como pasó con una generación entera, las cosas cambian”, emitía.
A continuación, seguía hablando de las personas migrantes: “Lo mismo pasa con la inmigración. Puesto que nosotros que somos una región de acogida y estamos haciendo una labor excepcional por la integración (…) Pero en cuanto traes a 96 menores y nosotros los damos cobijo en un municipio del PSOE, el Partido Socialista enseña su verdadera cara y empieza a estigmatizarlos y perseguirlos, como está pasando en Fuenlabrada”. Y eso, dice, es “lo que la fastidia del discurso de las drogas”, que “intentan revestirlo de modernidad, de no se qué progresismo cuando no hay nada más regresivo”,
Un ‘feedback’ hacia la estigmatización: "Esto ya lo hemos vivido"
El discurso no ha caído nada bien entre las personas que forman parte de asociaciones que combaten las adicciones con la información como herramienta, y tampoco entre las víctimas de aquella época (o quienes están en contacto con ellas), que perdieron a algún familiar o ser querido.
ElPlural.com pregunta por este asunto a la secretaria de Madres Unidas Contra la Droga, Alma Martínez, que lamenta el uso partidista de la lideresa regional y que ésta utilice el dolor de quienes sufrieron este lastre en aquella década como arma arrojadiza.
“Una persona que viva en un barrio al escuchar esas declaraciones sentiría un feedback (…) Quiero decir, pensará que esto ya lo hemos visto, que ya ocurrió en aquel momento cuando decían que eran nuestros hijos los que generaban la inseguridad”, traslada, recordando que las personas de los barrios salieron a la calle pidiendo “oportunidades” y reclamando “medidas sociales y no policiales”.
Ya ocurrió en aquel momento, cuando decían que eran nuestros hijos los que generaban la inseguridad
Sin conocer personalmente a la responsable de Sol, lamenta que pase por alto, por ejemplo, que fue el PP de la región el que “desmanteló absolutamente la Agencia Antidroga” bajo el Ejecutivo de Cristina Cifuentes. “Con lo cual, las medidas preventivas y de atención que articulaban las asociaciones desaparecieron absolutamente”, asevera.
La secretaria de la organización, que trabaja por la memoria y porque cada vez se actúe más en un ámbito todavía presente, lamenta que hemos estado “muchos y muchos años en una auténtica espiral, en la que se ha abandonado la atención, la prevención y la recuperación de las personas que consiguen dejar las drogas para empezar una nueva vida”.
“Es lo que decían las madres en los 80: el derecho a tener derecho a opciones de trabajo, de vivienda, de ocio lúdico (…) Así que de ninguna de las maneras. Al final lo que hace esta señora ya lo hemos vivido y sabemos que no es verdad”, concluye.