El fallecimiento del vecino de Tábara cuya imagen huyendo del fuego, que pretendía detener con su retroexcavadora, estremeció a todo el país, se suma a los de otras tres personas a consecuencia del incendio más virulento del verano en Castilla y León

El Ayuntamiento de Tábara (Zamora), ha emitido este martes un bando decretando tres días de luto por el fallecimiento, tres meses después de desatarse el incendio de Losacio, de uno de sus vecinos, Ángel Martín Azcona, que resultó gravemente herido en su lucha contra las llamas, como testimonio de dolor del municipio con su familia.

Ángel luchó hasta el final, durante más de catorce semanas, con sus quemaduras y las repercusiones internas que el fuego tuvo sobre su organismo, pero, desgraciadamente, no consiguió ganar la batalla, y falleció este 25 de octubre, en el hospital de Valladolid en el que estaba ingresado desde el pasado mes de julio.

Así, a los nombres del bombero Daniel Gullón, el pastor Victoriano Antón y el vecino de Sesnández de Tábara Eugenio Ratón, hay que sumar, desgraciadamente, más de tres meses después, el de Ángel, que ha perdido la vida, finalmente, convirtiéndose así en la cuarta víctima del incendio de Losacio, el más virulento del verano en Castilla y León.

Las impactantes imágenes de Ángel, de 53 años, casado y padre de una hija, huyendo del fuego segundos después de que su retroexcavadora fuera engullida por las llamas que intentaba detener, mientras aguantábamos la respiración, se convirtieron en el símbolo de la lucha desesperada que libraron los habitantes de todas aquellas pequeñas poblaciones de Zamora contra un incendio que ahondaba en la devastación de la Sierra de la Culebra y que, además de la vida de estas cuatro personas, se llevó por delante más de 30.000 hectáreas.

El catastrófico incendio de Losacio se declaró el domingo, 17 de julio de 2022 y no fue dado por extinguido hasta el 31 de agosto, convirtiéndose en uno de los fuegos más pavorosos de la historia del país y añadiendo pérdidas humanas a las incuantificables pérdidas medioambientales y económicas que asolaron la provincia de Zamora, especialmente castigada por las consecuencias de tormentas eléctricas y olas de calor del terrible verano de incendios de 2022.

“Podría haberse evitado”

Desde el Ayuntamiento de Tábara se piensa que la muerte de Ángel fue evitable: “Podría haberse evitado si la Junta de Castilla y León hubiera tenido un buen operativo de incendios en aquel momento, porque él no tendría que haber expuesto su vida, sin formación, sólo con su espíritu de ayuda y solidaridad, intentando evitar que sus vecinos lo perdieran todo”.

En el momento en el que Ángel, propietario de un almacén de materiales de construcción, intentaba abrir un cortafuegos frente a la cortina de llamas que avanzaba a una velocidad de vértigo, vecinos y cámaras de televisión enfocaban, de espaldas al pueblo, hacia su máquina, que en segundos fue devorada por el infierno.

Pero allí, a poco más de 300 metros, un bar, una gasolinera, viviendas, talleres, y el polígono industrial de un municipio en el que viven 800 personas, corrían peligro, indefensos ante el fuego que venía del monte.

Nos enfrentamos a aquello sin medios”, recuerdan desde el Ayuntamiento, “solos, la gente del pueblo, porque los medios aéreos no aparecieron hasta el día siguiente, cuando ya estaba descontrolado, y le pasó a Ángel como le podía haber sucedido a cualquiera”.

El encinar, centenario, en cenizas

Paquita tenía por costumbre caminar por el monte, pero desde entonces, no ha vuelto a hacerlo. “No he vuelto a salir”, dice, “porque me pongo muy triste”. El paisaje de encinas centenarias es ahora un cementerio de árboles, un horizonte de cenizas.

A 45 minutos por carretera de Zamora capital, el 90% del término municipal de Tábara está quemado. “Seguimos sin vida, vivimos de luto y en el silencio; no se escucha ni a las aves, porque no hay aves, y lo único que hemos recibido en este pueblo, de momento, es el apoyo del subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, y a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que vino a apoyar a la UME en las tareas de extinción y aún se ha seguido interesando por nosotros”.

“Es muy fácil asistir a las inauguraciones, pero es más difícil estar en los momentos de dolor y de tragedia, y eso no lo olvidamos”.

Cuatro vidas son suficientes para dar un paso atrás

El Ayuntamiento de Tábara considera que cuatro víctimas, Daniel, Victoriano, Eugenio, y ahora, Ángel, en un incendio de proporciones descomunales que no se atajó a tiempo, “son algo suficientemente grave para que alguien en la Junta de Castilla y León dé un paso atrás, porque esto se podía haber evitado”, insisten desde el Consistorio. “El respeto se gana, y Ángel deja una viuda, una hija y dos hermanos, y unos padres destrozados”, concluyen.

Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Zamora envió sus condolencias este martes a la familia del fallecido. “Era muy difícil su recuperación, y era esperable el desenlace, pero sin esperanza no se puede vivir, porque se confía hasta el final en que es un luchador, y que lo ha sido hasta el último momento”, señala. Blanco califica este 25 de octubre como “un día muy duro, de consternación, tristeza y dolor, durante el que en la Subdelegación se ha guardado un minuto de silencio por Ángel, cuyo hermano es compañero en la Administración General del Estado”.