Alrededor de 8.000 personas, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Zamora, reclamaron este martes frente a la Delegación Territorial de la Junta en la capital un cambio radical en la política de incendios forestales de la Junta de Castilla y León y la asunción de responsabilidades políticas ante la "negligencia" demostrada en la gestión del incendio de la Sierra de la Culebra, en el curso de una manifestación convocada por la Plataforma "La Culebra no se calla", con el apoyo de la Coordinadora "Por la Sierra de la Culebra".

La protesta, multitudinaria, ha sido convocada en tiempo récord y secundada por diversos colectivos, sindicatos y buena parte de la ciudadanía zamorana tras el pavoroso incendio sufrido por la Sierra de la Culebra, que destruyó más de 30.000 hectáreas de reserva forestal durante seis días, mientras la Junta seguía sin poner en marcha su campaña "oficial" contra incendios, que no arrancará hasta el próximo 1 de julio, según el calendario programado por la Consejería de Medio Ambiente.

El manifiesto leído al término de la manifestación exige "responsabilidades políticas" puesto que la negligencia en la gestión del incendio parece más que evidente, señala, ya que "el incendio no se podía evitar, pero en un escenario de riesgo alto, la previsión del operativo no estuvo a la altura de los acontecimientos".

Los convocantes culpan a la Junta de Castilla y León de haber sido incapaz de anticiparse "en un año especialmente seco y en plena ola de calor, a una situación con riesgo muy alto de incendios", y por tanto, ser responsable de "esta catástrofe socio-ambiental, que ha destruido 30.000 hectáreas, supone la puntilla para nuestra provincia y, en especial, la de unos pueblos ya afectados por el envejecimiento, la despoblación y el abandono institucional" que han pasado a formar parte de la "España calcinada", más allá de la vaciada, puesto que "miles de esperanzas, proyectos, recuerdos y formas de vida han quedado enterrados bajo las cenizas", señala.

Los convocantes de la protesta critican la ausencia de planificación por parte del Gobierno de Mañueco "acorde con el contexto climático y meteorológico en un mes junio, en el que tradicionalmente se han desarrollado muchos de los peores incendios forestales en la provincia" y se suma a las reclamaciones de "técnicos y agentes medioambientales, que siempre han abogado por una campaña sin discontinuidades, pero, como mínimo, preparada con todos sus efectivos el 1 de junio".

En este escenario de ausencia de medios humanos y materiales suficientes, se ha expuesto a los vecinos, a los trabajadores de la Junta, a los bomberos, a los cuerpos y fuerzas de seguridad, y a otros colectivos de profesionales y voluntarios, a un riesgo mayúsculo asumido para enfrentarse a un fuego de dimensiones desconocidas y a correr un peligro que nunca debería haber existido, continúa el manifiesto.

"Para todos ellos hoy, nuestro homenaje y nuestro apoyo a los bomberos forestales que mañana se manifiestan frente a las Cortes de Castilla y León".

El día 15 de junio, afirman, cuando surgían los primeros focos relacionados con las altas temperaturas y las tormentas eléctricas −y ese mismo día algunas organizaciones aquí presentes denunciaban el peligro y la carencia del operativo de extinción de incendios forestales de la Junta−, el Consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León anunciaba que los medios anti-incendios no estarían disponibles hasta las 00:00 horas del día 1 de julio.

Todavía el 16 de junio, continúan, sabiendo la potencial gravedad del incendio −convertido ya en el peor de la historia reciente de Zamora−, Suárez Quiñones no había asumido sus responsabilidades al frente de su Consejería, y en una "dejación de funciones imperdonable, mantuvo desactivado todo el operativo de extinción de incendios forestales de Castilla y León".

La Plataforma recuerda que "la debacle social y económica que va a suponer este incendio para nuestros pueblos de la Sierra de la Culebra, es insondable: muchísimos millones de euros perdidos en forma de ganado, pastos, madera, castañas, setas, turismo, colmenas, caza, patrimonio cultural.… Incontables daños económicos que no van a poder ser resarcidos, pero también sentimientos, emociones y expectativas.

A todo esto, hay que sumar el gravísimo daño ecológico que se ha producido en un ecosistema único: Reserva Regional de Caza, Lugar de Interés Comunitario y perteneciente a la Red Natura 2000 y la Red de Espacios Naturales de la Junta de Castilla y León, y Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica junto con al Parque de Montesino.

La Plataforma exige, además, más medios, más personal y mejores condiciones laborales, un operativo activo todo el año, un plan actualizado contra incendios, más empleo público dedicado a la conservación de la naturaleza, la Declaración de Zona Catastrófica y la restauración urgente de la zona.

Cese "fulminante" de Quiñones

Poco antes, en las Cortes de Castilla y León, durante el Pleno de este martes, el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca pidió una comisión de investigación sobre el incendio y el cese “fulminante” del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, al que defendió el presidente Mañueco con la frase "no sólo tiene mi cariño, sino mi respaldo".

Tudanca denunció que Mañueco hable de “medios suficientes” cuando el operativo estaba al 25%, así como que en el Gobierno autonómico “nadie tome decisiones”, ni “nadie esté a los mandos”; "así hasta la próxima desgracia", dijo.

En este sentido, recordó que el Grupo Socialista lleva desde el año 2010 pidiendo que cambien el operativo, porque "el cambio climático ha llegado y los incendios no empiezan el 1 de julio", al tiempo que recordó que el PSOE presentó una Ley de Prevención de Incendios, consensuada con todos, y que “ustedes ridiculizaron”.

Seis meses después de votar en contra de esa ley, se produjo el incendio de Navalacruz, en Ávila, el peor de la historia hasta el de la Sierra de la Culebra de estos días y el Gobierno de Mañueco paralizó la comisión de investigación, para que “nadie supiera de sus errores y su irresponsabilidad”.

Tudanca recordó, además, las declaraciones del consejero de Medio Ambiente en las que aseguraba que mantener el operativo todo el año sería “un despilfrarro”. “Lo que es un despilfarro es mantener a este consejero”, concluyó.

Quiñones se escuda en la UME

En respuesta a la pregunta del PSOE sobre si sigue pensando que mantener el operativo todo el año es un despilfarro, el consejero afirmó que el titular del medio de comunicación que se cita no es correcto, y se escudó en los informes técnicos de la Junta y de la Unidad Militar de Emergencias, que aún no están elaborados, para acusar de "oportunismo político" a quienes atribuyen la culpa a la Junta. "No estén tan ansiosos, esperen antes de pedir responsabilidades", se defendió.

Lejos de esclarecer el número de efectivos y medios propios que la Junta de Castilla y León tenía implicados en el incendio, Suárez-Quiñones aseguró que las condiciones climatológicas impidieron apagar el incendio hasta el sábado por la noche, "al mismo operativo que había trabajado los días anteriores", puesto que "el fuego estaba fuera de la capacidad de extinción", como, afirmó, dijo, el teniente coronel de la UME.