La líder del Bloque Nacionalista Galego, Ana Pontón, anunció ayer desde O Barco de Valdeorras, uno de los puntos más afectados por el fuego en Ourense, que su formación pediría la declaración de zona catastrófica de las áreas afectadas por los incendios. Hoy, ese anuncio se ha convertido en realidad tanto en el Parlamento gallego como en el Congreso de los Diputados.

El BNG lo ha solicitado ya ante ambas instituciones de manera coordinada, tal y como han explicado en un comunicado de prensa, en el que también reclaman la adopción de medidas fiscales, laborales y de Seguridad Social para paliar los daños.

Los encargados de tramitar la petición han sido María G. Albert y Néstor Rego, diputados del BNG en las cámaras gallega y estatal, al tiempo que han abogado por "la coordinación entre las diferentes administraciones para que existan todas las ayudas, recursos y medios necesarios para la recuperación de los bienes quemados".

Por ahora, solo en Galicia, el último recuento de la Consellería de Medio Rural sitúa la cantidad de área quemada en las 24.000 hectáreas, concentradas casi en su totalidad en las provincias de Lugo y Ourense.

De este recuento se desprende que las zonas más afectadas son las de O Courel -con 60 núcleos- y Valdeorras -con 20-, con un número de personas evacuadas en estos 80 puntos de alrededor de 1.400.

En los escritos presentados en Madrid y Santiago, los nacionalistas gallegos especifican que los perjuicios causados por el fuego no se refieren solo a masa forestal, sino también a viviendas y aldeas, arrasadas "por completo". En este apartado mencionan la parroquia de Alixo, en el Barco de Valdeorras, el núcleo de Río de Bois, en A Pobra do Brollón, A Veiga de Cascallá, en Rubiá, o la aldea de Vilar, en Folgoso do Courel. Hasta el momento, según los datos de la Xunta, se contabilizan ya 85 casas las calcinadas.

En el documento de petición de zona catastrófica, los diputados firmantes, además de subrayar el trabajo de los servicios de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia, cuya labora califican de "excepcional” en unas condiciones “muy precarias", han cargado también contra la propia administración regional.

Al Gobierno de la Xunta lo responsabilizan de que las tareas de extinción se lleven a cabo con pocos recursos, “brigadas incompletas, falta de medios aéreos y de maquinaria terrestre", en palabras de María G. Albert.

La petición de esta declaración es, como han señalado, que se “habiliten ayudas para que la ciudadanía pueda recuperar lo perdido y rehabilitar y recuperar zonas tan sensibles que son además los pulmones del interior de Galicia".

"El Estado, una vez terminado el balance de daños, debe impulsar la declaración de emergencia de protección civil", ha señalado Rego, quien además ha pedido “máxima celeridad” para evitar la desprotección de los afectados.

Al margen de lo anterior, en algunas zonas de las afectadas por el fuego se ha criticado la gestión de la Xunta de Galicia. En relación con esto, desde el Bloque Nacionalista Galego se ha asegurado que la ordenación del territorio que desarrolla el Ejecutivo presidido por Alfonso Rueda en los últimos años "favorece la propagación de los incendios"

Para Albert, esa manera de proceder "demuestra que la política forestal de la Xunta no funciona ni sirve para proteger el país. Este momento debe ser un punto de inflexión en las políticas de defensa contra los incendios forestales".