El Plan Forestal de Galicia acaba de entrar en vigor tras su publicación en diario oficial de la Comunidad. Estará activo durante los próximos 20 años y que, en su momento, fue ‘vendido’ a bombo y platillo por el Gobierno que preside Alberto Núñez Feijóo, no en vano, entre otras medidas propone que, en 2040, se hayan reducido un 5% las masas de eucalipto.

En realidad, poco credibilidad se otorga a las previsiones de la Xunta que, además, se consideran demasiado cortas. Precisamente, el PPdeG se quedó solo en la Cámara autonómica para aprobar el nuevo Plan Forestal del que se desprende, según lo denunciado públicamente por las formaciones de la oposición, una acción pro eucalipto en detrimento de las especies autóctonas. Todo bajo el paraguas del negocio maderero.

Los antecedentes no son muy favorables a las previsiones del Ejecutivo gallego. El anterior Plan Forestal, aprobado en 1992 y que ahora se revisa, preveía que en 2030 se contabilizarían alrededor de 245.000 hectáreas de eucaliptos. Sin embargo, en 2018 esa cifra se situaba ya en más de 420.000 hectáreas.

A la vista de lo sucedido en los últimos tres años, parece que esa cantidad ha seguido creciendo de forma considerable, sobre todo teniendo en cuenta que la ley de recuperación de tierra de la Xunta de Galicia incorporó una disposición transitoria (vigente desde el pasado mes de julio) que concede una moratoria para nuevas plantaciones de eucaliptos. Con vigencia hasta finales de 2025, se refiere a terrenos en los que ya hay presencia de esta especie.

Esta decisión del Gobierno regional fue criticado en su momento por la oposición y las organizaciones ecologista. En esta línea se ha pronunciado Adega, que ahora, coincidiendo con la entrada en vigor del nuevo Plan Forestal, ha dado a conocer los primeros resultados de la campaña puesta en marcha hace meses. Su objetivo, muy claro: denunciar las plantaciones ilegales de eucaliptos.

Según confirma Adega a la vista de los datos, tal y como habían prevenido en su momento, tanto la moratoria como el nuevo Plan Forestal parece que están provocando el efecto contrario. Para la realización de esta campaña, la entidad recurrió a la ciudadanía para trasladase información sobre esas posibles plantaciones ilegales, cortas de bosque autóctono u ocupación de tierras de cultivo irregulares efectuadas con esta especie invasora.

Tal y como se desprende de los primeros seis meses desde que se concedió la moratoria, Adega recibió más de 230 avisos acerca presuntas infracciones cometidas en materia forestal de los que “más de 200 son denunciables y tienen que ver con la plantación indiscriminada o irregular de especies del género Eucalyptus en nuestro territorio”, señalan desde la organización ecologista.

El siguiente paso a recibir la información consiste en trasladarla en forma de denuncia a la Consellería de Medio Rural. Hasta el momento se han elevado más de un centenar de quejas sobre “plantaciones, cortas y cambios de cultivo en parcelas que infringieron la normativa forestal” e, incluso, en algunos supuestos también “la medioambiental, la de aguas o la de patrimonio”.

Más control

Las cifras son más que llamativas puesto que en el 60% de los casos la denuncia ha sido por la sustitución del bosque autóctono por eucaliptal., e nalgúns casos, tamén a normativa medioambiental, a de augas ou a de patrimonio. Adega informa de que, hasta el momento, a la espera de que se presenten todas las denuncias, de las elevadas ante la Xunta se refieren a esa “transformación irregular de más de 80 hectáreas de terreno de bosque – en muchos casos de carballos- o de cultivo por eucaliptal”. Esta cifra equivale a “más de 197 campos de fútbol de superficie ocupados ilegalmente por esta especie foránea e invasora tras el anuncio de la moratoria” del Gobierno que preside Alberto Núñez Feijóo.

Por provincias, ha sido en Lugo donde se han detectado más comportamientos supuestamente irregulares bajo el paraguas de la moratoria regional.

Curiosamente, los responsables de Adega son conscientes de que las denuncias que les han llegado son solo la punta del iceberg de una práctica más extendida. En este sentido, apuntan que las comunicaciones que les llegan con posibles actuaciones irregulares se quedan “muy lejos de alcanzar el número de infracciones reales”.

Ante la situación generada, los ecologistas reclaman a la Xunta de Galicia mayor transparencia a la hora de actuar contra este tipo de acciones realizadas en detrimento de los bosques autóctonos frente a los eucaliptos.