La Formación Profesional en Asturias ha dado un paso al frente. Desde septiembre, el Principado ha estrenado un nuevo modelo de FP Dual que está cambiando la manera de aprender, de formar talento y de preparar a los jóvenes para el empleo. 

La matrícula ha crecido un 4,4% (lo que supone más de 300 estudiantes) en el primer curso de los grados medios y superiores, donde se implanta la reforma este año. Algo más de 7.500 estudiantes estrenan el nuevo modelo de FP, más cercano a las necesidades de las empresas y centrado en impulsar la inserción laboral del alumnado. Este crecimiento en el primer curso eleva también a más de 17.000 el número de estudiantes matriculados en todas las modalidades de FP.

Un modelo pensado para aprender trabajando

La gran novedad del modelo asturiano es que toda la FP es ahora Dual. Esto significa que desde el primer año los estudiantes combinan la formación teórica en los centros con la experiencia práctica en empresas reales. La incorporación al entorno laboral comienza ya en el mes de febrero del primer curso, lo que marca una diferencia respecto a modelos anteriores donde la empresa solo aparecía al final del ciclo.

No se trata de unas simples prácticas finales: es formación integrada, sostenida y vinculada directamente con las necesidades del entorno productivo. Según la Consejería de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo, el objetivo es claro: mejorar la empleabilidad de los jóvenes y fortalecer el tejido empresarial asturiano. “Las transformaciones productivas se encuentran ligadas a los cambios tecnológicos, que en este momento son extremadamente rápidos como consecuencia, sobre todo, de la digitalización y la necesidad de desarrollar sistemas energéticos y productivos sostenibles”, señala el director general de Planificación de la Formación Profesional, Javier Cueli.

“Todos estos cambios precisan de personas con una sólida formación que les permita mantener y desarrollar la capacidad de aprender a lo largo de su vida profesional, que trabajen para aprender y no aprendan para trabajar, a diferencia de lo que ocurría antes”, resume Cueli.

El nuevo modelo está respaldado por la Ley Orgánica 3/2022 de Ordenación e Integración de la FP, que destaca la necesidad de una alianza estrecha entre administraciones, centros y profesorado, empresas y familias.

Formación a medida para cada empresa

Asturias ha implantado dos modalidades dentro de este modelo:

  • Régimen general: el alumnado realiza un mínimo de 500 horas de formación en empresa, con 120 horas en primer curso (desde febrero) y al menos 380 en segundo curso.
  • Régimen intensivo: se amplía la formación en empresa a un mínimo de 700 horas. El estudiante recibe una beca o contrato de formación en alternancia. Las empresas pueden solicitar ayudas del Servicio Público de Empleo del Principado (Sepepa).

Ambas modalidades pueden incluir horas adicionales a través de complementos formativos: hasta 200 horas más en el régimen general y 800 en el intensivo. Esta flexibilidad permite a los centros y empresas consensuar no solo la distribución horaria, sino también contenidos específicos adaptados al sector, a la empresa y al itinerario del alumno.

Una oferta conectada con la economía real

La nueva FP asturiana responde al reto de conectar con la demanda del mercado. Este curso se ofertan 111 títulos distintos agrupados en 23 familias profesionales: 12 de grado básico, 35 de grado medio y 64 de grado superior. El 81 % de las plazas están ocupadas, lo que confirma el creciente interés por estas enseñanzas.

Además, se incorporan materias clave como inglés técnico, digitalización aplicada a los sectores productivos, sostenibilidad, proyectos intermodulares e itinerarios personalizados de empleabilidad I y II. Estas asignaturas buscan preparar a los alumnos para un mercado laboral cada vez más digitalizado y sostenible, y fomentar su capacidad de adaptación a lo largo de la vida profesional.

Más vinculación con las empresas

Uno de los aspectos más valorados es que la empresa deja de ser un escenario puntual de prácticas para convertirse en un verdadero espacio de aprendizaje. El alumnado no va a la empresa a hacer prácticas, sino a formarse en otro escenario, con tareas reales y tutores asignados que acompañan el proceso. Actualmente, hay más de 3.000 empresas con convenios activos para incorporar alumnado de FP, y se espera que este número aumente con el nuevo modelo dual.

Esto tiene un efecto transformador: mejora la motivación, acelera la madurez, potencia habilidades sociales y técnicas, y ofrece una experiencia profesional auténtica desde el primer día. Además, favorece el relevo generacional y mejora la competitividad de las empresas.

Las pymes, en especial, se ven beneficiadas por la continuidad del modelo, ya que ahora pueden planificar la acogida de estudiantes durante todo el curso, en lugar de limitarse a periodos breves. Participar en el modelo también contribuye a las políticas de Responsabilidad Social Corporativa y puede facilitar el acceso a subvenciones públicas.

Centros más conectados con la realidad productiva

Los Centros Integrados de Formación Profesional (CIFP) son el eje de este sistema. Coordinan la relación con las empresas, ajustan los itinerarios formativos y garantizan la calidad del aprendizaje tanto en el aula como en el centro de trabajo. Conocen de primera mano las necesidades del tejido empresarial de su entorno y adaptan su oferta en consecuencia. El Principado de Asturias ha destinado 2,7 millones de euros, con cargo al Fondo de Transición Justa, para la renovación de equipamiento tecnológico en los centros de FP.

Para facilitar la participación de más empresas —especialmente las pequeñas y medianas— el Gobierno del Principado mantiene abierto todo el año un canal de contacto a través de la Dirección General de Planificación de la FP (teléfono 985 190 313, correo electrónico: DGFP@asturias.org), desde donde se resuelven dudas y se apoya la incorporación de estudiantes.

Una apuesta con resultados

Aunque acaba de arrancar, el modelo ya muestra signos de éxito: incremento de matrículas, alta ocupación de plazas, interés empresarial creciente y una valoración positiva por parte de los centros. Asturias está apostando por una FP moderna, flexible y útil, que responde a los retos de empleabilidad y al pulso real de la economía.

La Formación Profesional ya no es una segunda opción. En Asturias, se perfila como una auténtica lanzadera hacia el empleo, una vía rápida y sólida para quienes buscan un futuro laboral cualificado y adaptado al siglo XXI.

Ventajas para las empresas

  • Prepara personas cualificadas adaptadas a las necesidades del tejido productivo e incrementando la competitividad de las empresas.
  • Es un sistema que ayuda a la empresa a conocer a las personas a través del programa adquiriendo la formación idónea.
  • Esta experiencia facilita el relevo generacional en la empresa.
  • La empresa que incorpore alumnado en FP intensiva puede solicitar una subvención del Servicio Público de Empleo (Sepepa).

Ventajas para el alumnado

  • Aprende en situaciones reales de trabajo obteniendo una gran experiencia profesional.
  • Recibe una retribución proporcional al tiempo de trabajo según el contrato de formación en alternancia o acuerdo de compensación.
  • El estudiante pasa a ser un trabajador que cursa una formación acordada con la empresa con el modelo de contrato de formación en alternancia: trabajar para aprender a través del trabajo y no trabajar aprendiendo.
  • Mejora su empleabilidad

Ventajas para el centro

  • Entra en contacto más directo con el sistema productivo y conoce sus necesidades profesionales.
  • Genera más vinculación entre las empresas y los centros de formación.
  • Contribuye a las políticas de Responsabilidad Social Corporativa de las empresas.

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