Si hubiera ocurrido en Estados Unidos, los guionistas de Hollywood ya se habrían puesto a la tarea de pergeñar el argumento de una película basada en hechos reales, una película de denuncia social, pero también de terror: un niño de 9 años se refugia en dependencias policiales tras escapar del domicilio donde su padrastro abusaba de su hermanastra de 15 años con la connivencia de la madre de ambos.

“Vengo a denunciar a mi padre por pedófilo”. Esta es la frase aproximada que el pequeño pronunció ante los estupefactos agentes de la Policía Local de Málaga, a quienes sorprendió que el denunciante manejara con tanta soltura un término que no suele formar parte precisamente del vocabulario de un niño de 9 años.

Según el testimonio del agente Miguel Ortega a las cámaras de La Sexta, “el niño dijo que venía a denunciar a su padre porque era pedófilo; es un niño muy espabilado”.

Francisco Castillo, del Grupo de Investigación y Protección de la Policía Local de Málaga, relataba así lo sucedido: “Su madre y su padrastro se habían peleado, el niño se había puesto de parte de su madre y al amenazar que denunciaría lo que estaba sucediendo en su casa, la hermana lo golpeó. Entonces él huyó para refugiarse en nuestras dependencias”.

El pequeño presentaba “golpes en diversas partes del cuerpo, no olía bien, tenía la ropa sucia, se le veía muy desatendido. El padre no lo llevaba al colegio y muchas tenía que buscarse la vida para comer”, relataba el agente Ortega.

La Policía Local trasladó el caso a la Policía Nacional, que tras una investigación detuvo al hombre, de 41 años, y a su pareja, de 36. El juez decretó para él prisión, acusado de abusar de una adolescente, y dejó a la mujer en libertad con cargos y con orden de alejamiento. Los cuatro hijos están ahora tutelados por los servicios municipales tras certificar la Junta de Andalucía la situación de desamparo de los menores.

Según la investigación policial, el hombre ahora en prisión abusaba de su hijastra desde que ésta tenía 14 años, con el consentimiento de la madre y sin ocultarlo a los otros tres hermanos, testigos del horror.