Hay un nombre propio que suena con fuerza en las últimas semanas: KKR. Desde que salieran a la luz las informaciones de El Salto que apuntaban a que grandes festivales de música del Estado-entre ellos el Viña Rock o el Resurrection Fest- se encontraban financiados por ese fondo proisraelí, el nombre no deja de leerse por sus vínculos con otras empresas y/o gobiernos.
Uno de los últimos ejemplos de ello apunta al Ejecutivo andaluz, con Juanma Moreno Bonilla al frente. Ha sido el Grupo Parlamentario Mixto-Adelante Andalucía quien recordaba el pasado miércoles la relación entre Kravis-Kohlberg-Roberts y la universidad privada Universidad Tecnológica Atlántico Mediterráneo (Utamed). Asimismo, apuntaba a la compañía de Formación Profesional (FP), Medac.
La primera de las entidades fue creada en 2023 con el beneplácito del PP, que se vanaglorió de que la comunidad del sur contaría con su primera universidad a distancia. La segunda, se alió con el gigante en favor de Israel para impulsar el proyecto.
Con el escenario actual, que escapa a lo estrictamente musical, la formación de izquierdas exige a la Junta que explique en el Parlamento esta relación, que se extiende durante dos años, ya sea como compradora de Medac o por su vinculación a Utamed. Al final, de algún modo es la misma cosa.
Ha sido la parlamentaria Begoña Iza quien ha recordado en la última semana que KKR es un fondo ligado al país de Benjamin Netanyahu, territorio que “se dedica a expulsar a los palestinos de sus casas en Gaza” mientras el gigante empresarial ha comprado “decenas de festivales de música”. Los reproches en este sentido han ido in crescendo debido a la situación de la Educación andaluza, que tiene una nueva cita en las calles el próximo 29 de mayo.
La diputada subrayaba que el mencionado fondo de inversión factura 174 millones de euros “en todo el Estado Español”, a la vez que criticaba que el PP formara parte de esa relación en Andalucía a través de uno de los pilares fundamentales de la democracia. “Está permitiendo el genocidio (el fondo de inversión) y vamos a pedir explicaciones a este respecto”.
Huida del presidente andaluz
Pese a todo, el presidente andaluz no dará explicaciones sobre esto ni cualquier otra cuestión que se le requiera, al menos de momento, y es que Moreno Bonilla se ausentará de la sesión de control del próximo 29 de mayo, jornada que coincide con la final de Conference League que disputa el Betis en Breslavia (Polonia).
En este sentido, la izquierda ha recriminado al responsable de Andalucía “estos viajes que se pega” para “faltar a sus responsabilidades”. Recordando un desplazamiento anterior a Roma, Adelante Andalucía señala ahora que “entienden que tenga muchas ganas de ver el partido”, pero que hay muchos béticos que no podrán acudir al que es uno de los partidos más importantes de su vida.
El partido propone a Moreno Bonilla salir a las cinco y media de la madrugada del jueves desde Cracovia y llegar a la ciudad hispalense “a las 11:45 horas de la mañana del jueves 29” y así no faltar a su deber de dar explicaciones.
Algunos festivales, en boca de todos
Festivales musicales de distintas partes del mundo y varios de los más importantes de España están en el centro del huracán después de que el periódico anteriormente mencionado revelara su relación con un fondo proisraelí. Algunos de los eventos musicales de nuestro país bajo este fondo son: Sónar, Arenal Sound, O Son do Camiño, Brunch Electronik, Morriña Fest, Sonórica Festival, I Love Reggaeton, Madrid Salvaje, Caudal Fest, Love the Twenties, Love The 90s, Elrow Ibiza, Resurrection Fest, Elrow Town, Viña Rock, FIB, Monegros, Brava Madrid, Interestelar, Festival de Les Arts, Tsunami Xixón o Granada Sound.
Los grupos, algunos de los cuales como Los de Marras o Dakikdarría, habituales en algunas de estas celebraciones y que han dado la espalda a éstas tras conocerse la noticia, hablaron con el ElPlural.com. A ellas se suman otras históricas del Estado como La Raíz, Boikot, Porretas o Reincidentes, entre otras muchas.
En este contexto, el Sónar fue el primero que se pronunció, aunque lo hizo sin dar nombres. “El equipo del Sónar siempre hemos trabajado y trabajaremos con la premisa de favorecer el respeto por los derechos humanos universales. El festival condena firmemente todo tipo de violencia”.
El texto llegó después de que un conjunto de unos 70 artistas, Dj y bandas participantes y exparticipantes en el festival pidieran el distanciamiento con unas siglas “cómplices del genocidio de Israel en Gaza”.
Otros de los lugares, como el Viña Rock, también ha emitido un comunicado pero que, lejos de despejar las dudas, ha aumentado el enfado de un público siempre fiel. En su caso, la organización afirma que KKR no tiene ninguna influencia sobre la programación ni los valores del enclave, a la vez que asegura mantener una total independencia artística y de gestión. Asimismo, ha anunciado que emprenderá acciones legales contra quienes están detrás de esta “campaña de difamación movida por intereses económicos”.
En una línea similar se ha pronunciado otro histórico como el Resurrection Fest, asumiendo que “se han dado por veraces graves acusaciones y desinformación sobre el festival”. “Nos gustaría aclarar que condenamos la masacre que está sufriendo el pueblo palestino y mostramos nuestra solidaridad con ellos en esta grave crisis humanitaria, donde sufren las consecuencias de la guerra y de la vulneración de los derechos humanos (…) No financiamos ninguna guerra, como muchos de los grandes festivales o eventos culturales por todo el mundo, además de las empresas locales que lo organizan, el festival tiene socios externos para poder asegurar su futuro en una industria cada vez más difícil y global”, ha indicado.