Miércoles, 10.00.- Hora sagrada de bocata con litrona. El bar está cerrado pero la costumbre/ley les agrupa a la puerta. Se sientan juntos hombro con hombro, tartera con tartera (y en la calle codo a codo), fuman, se ríen, sólo hay uno con mascarilla. Su salud no les pertenece. Hay que trabajar. La subcontrata de la subcontrata, supongo.

Miércoles, 11.45.- Tengo una llamada. Me vende mascarillas un liante, un encanto, ese tipo de gente que siempre pasaba por allí. Le digo que no pero. Le digo que sí pero. Éstas son las horas. Me acuerdo de los vendedores de tabaco callejero, rubio fresco de Gibraltar. Escriben los ilustrados que después de esto nunca seremos los mismos.

Miércoles, 12.01.- Andorra tiene muy pocos muertos y según ese admirable baremo, los independentistas catalanes católicos quieren ser andorranos o portugueses. Sería una solución. Derecho a decidir.

Miércoles, 13.45.- Las mejores intenciones generan catástrofes. O risas. Un viejo colega decía en un agosto, por supuesto en una barra: como sabes, ahora es Navidad en Rusia y en el puerto hay un barco cargando millones de cajas de mantecados de Estepa. El otro voló a por la exclusiva y publicó la foto de un mercante en el río. Con su pie de foto y las risas de reírnos. No llegó a saber que en Rusia siempre y nunca es Navidad.

Miércoles, 15.15.- Gran éxito del Gobierno como fabricante de buenas intenciones catastróficas. Dice mi altocargo que ocurrió también en el 81: Escuredo, entonces un radical adorable, pedía la reforma agraria de parte de Blas Infante. Ucedé, en un ataque de que se jodan los terratenientes, hizo con las mejores intenciones la ley de fincas manifiestamente mejorables. No se aplicó ninguna. Pero la creación “manifiestamente mejorable” no admite réplica retórica. Ni política. Por supuesto, Ucedé perdió las elecciones.

Miércoles, 16.50.- Hemos votado en sobremesa: primero por el súper, después por la farmacia y, en última instancia, por la notaría, que es el sitio donde dejamos a los niños cuando descansa la (mu)chacha.

Miércoles, 17.45.- Gestionan la gestión plena y descentralizada y se apuntan los muertos de menos y se piden tres minutos de silencio de más. Otro homenaje. Entre Andorra y Portugal.

Miércoles, 19.25.- Empiezan a pulular asociaciones de víctimas del coronavirus, sin víctimas pero con exdirigentes del PP, como manda la tradición. Mi altocargo se enfadó muchos años con eso de que los muertos de ETA los comercializara un tal Alcaraz para darle votos a Aznar. No por el sabido papelón deleznable de buitreo de cadáveres, tan previsible. En su corazón, sólo ha habido un Alcaraz, miles de años secretario general de los comunistas andaluces por antonomasia. Y poeta. Como ya no le va quedando pecé, sigue de poeta, entre otras cosas, renunciando a la paga vitalicia que le correspondía por la política, sin duda, una de las mejores poesías que se puedan publicar. Y en vez de picotear cadáveres, Alcaraz -el de verdad- remite a la “poesía necesaria”, ahora que la "lírica burguesa" vuelve a ser la cabra de la Legión. Qué nostalgia, tú.