Muchos advirtieron de lo que podía ocurrir y a las pocas semanas de tomar posesión como alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome (Democracia Ourensana), ya dio muestras de lo que iba a ser la legislatura. Alcanzó el bastón de mando gracias al PP, después de que las elecciones las hubiera ganado el PSOE como fuerza más votada.

Se da la circunstancia de que los 'populares' le deben mucho a Ourense, donde José Luis Baltar, el autodenominado cacique bueno, dominó comicios tras comicios y que en más de una ocasión puso en un brete al mismísimo Alberto Núñez Feijóo. Los conflictos internos siempre se cerraban con un ganador; nunca, o casi nunca, era el líder del PPdeG, sino el ourensano.

Su retirada no significó la desaparición de su apellido de la escena política. Su hijo, Manuel Baltar, tomó el testigo y es, para muchos, el muñidor de la llegada de Gonzalo Pérez Jácome al Consitorio de la capital de la provincia, mientras él mantiene el cargo de presidente de la Diputación.

Ahora todo ha saltado por los aires. Se veía venir y como si de Cayetana Álvarez de Toledo se tratara, Pérez Jácome -como nunca lo ha hecho- no se ha callado y ha tirado contra diestro y siniestro, aunque siempre en la misma dirección, es decir, en la del partido que le sostiene en el poder: el PP.

Las acusaciones que ha lanzado en las últimas horas son gravísimas. De Baltar hizo dice que le ha traicionado y del PP, hasta ayer mismo socio de Gobierno, asegura que ha intentado un “golpe de Estado”. Pero como todo esto es imprevisible e impredecible, también ha adelantado que no va a dimitir porque "va a ganar la honestidad".

"Golpe de Estado"

Lo ha dicho en un rueda de prensa. Permanecía callado desde hacía semanas, un tiempo en el que ha sido denunciado por cinco de sus concejales ante la Fiscalía. Le acusan de presunta irregularidad en la gestión de los fondos públicos de Democracia Ourensana. Él niega los hechos y lo atribuye todo a una trama preparada por el PP.

Tras describir su situación como “una de las traiciones más épicas de la política municipal” y eso que en Ourense capital y municipios se han visto y vivido algunas de gran calibre y difícil explicación, Pérez Jácome apuntó a un nombre en concreto: "Baltar me traicionó, pero yo a él no, soy un tío leal".

Pero como en muchas de las intervenciones del todavía alcalde ourensano la cosa va in crescendo, hoy no podía ser menos. Por ello, del presidente de la Diputación (no amigo, precisamente, de Núñez Feijóo), pasó a atribuir al presidente de la Xunta el cargo de ideólogo de la “trama”. La afirmación la justificó en que "se esperó a que pasasen las elecciones" para comenzar las acusaciones y no poner "en riesgo" las expectativas del líder 'populare' el 12 de julio.

Te van a “detener”

El relato no quedó ahí. Jácome ante los medios también señaló que, recientemente, en una cena entre su exnúmero dos y líder de los díscolos, Miguel Caride, otras personas de Democracia Ourensana, Baltar y Jorge Pumar --hasta ayer teniente de alcalde por el PP-, los de su partido le comentaron que lo iban a "detener" y que por ello debía dimitir inmediatamente.

Todo se reduce a una guerra de poder simple entre Ayuntamiento y Diputación, para ver qué partido domina ambas instituciones. No serán pocos los que, sotto voce, digan que al final todo quedará como está porque conviene a ambas formaciones (PP y DO).

Sin embargo, tampoco hay quien descarta que esto vaya a más -al margen de consideraciones y movimientos judiciales-. Al fin y al cabo, Pérez Jácome sigue convencido de mantenerse en el cargo porque, como dijo en la rueda de prensa, él llegó a ahía para “cambiar el mundo". Cayetana Álvarez de Toledo, para empezar, ya ha creado su canal de YouTube.