Los castellanos y leoneses acuden a las urnas este domingo 13 de febrero. Lo hacen dos años y medio después de los últimos comicios, en los que el PSOE fue el partido más votado -un hecho histórico en esta comunidad gobernada por el PP con mayorías absolutas desde 1987- pero al que el fallido pacto entre PP y Ciudadanos le arrebató el Gobierno. En un panorama marcado por la pandemia, la despoblación, la corrupción y la traición, ElPlural.com ha querido mostrar la perspectiva de cada una de las formaciones que han decidido concurrir a las elecciones, de ahí las entrevistas a todos los candidatos, excepto PP y Vox, que han desestimado la oportunidad.
PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos son los partidos más fuertes, pero también se ha dado voz a la España Vaciada, que, por primera vez en la comunidad, ha dado el paso para intentar llegar a las instituciones; y también a los partidos regionalistas, como Unión del Pueblo Leonés y Por Ávila. Todos tienen sus peculiaridades y exigen cuestiones distintas, aunque coinciden en algo: en la necesidad de un cambio de políticas para darle un futuro a la comunidad.
Castilla y León es una región muy extensa, pero también muy despoblada. Es un claro ejemplo de lo que se denomina la España Vaciada. Una de cada tres personas nacidas aquí y que siguen viviendo en España, lo hacen en otra provincia fuera de la comunidad autónoma, según los datos del INE. Es esto también lo que ha llevado a las zonas más afectadas por la despoblación, como Soria, a presentar su propio programa y luchar por llegar a las instituciones para reivindicar y pedir para su tierra. Es el caso de Soria ¡Ya!, la primera de las cinco plataformas vinculadas a la coordinadora de la España Vaciada en anunciar su candidatura. Carlos Vallejo atendió a las preguntas de este periódico y explicó qué es lo que buscan en estas elecciones. Lo mismo han hecho los candidatos de España Vaciada Burgos, Salamanca, Valladolid y Palencia.
La despoblación, un problema enquistado
“Creo que somos partidos transversales, que queremos medidas para luchar contra la despoblación. Creemos que es un problema muy común en España y que tenemos que luchar para mejorar la situación del país en general”, reconocía Carlos Vallejo, portavoz de Soria ¡Ya! poco después de anunciar la candidatura. A un día de las elecciones, la España Vaciada se espera decisiva y las encuestas estiman su entrada en las Cortes en varias provincias, como en Soria y Burgos.
Pero Castilla y León, además de ser la comunidad más grande, también es la que cuenta con más municipios, aunque son los más pequeños de todo el país. Más de la mitad de las localidades con menos de cien habitantes se encuentran en esta comunidad, y no hay ningún municipio que supere los 500.000 habitantes.
Desde que el PP está en el Gobierno de la comunidad, de forma ininterrumpida desde el año 1987, la variación poblacional de Castilla y León refleja una bajada del 4,79%. En 1987 tenía una población de 2.503.103 habitantes, y en 2021 este dato se fija en 2.383.139. En este sentido, conviene mencionar que las únicas regiones que decrecen son Galicia, con una ligera caída del 0,90% pasando de 2,720.326 habitantes a 2.695.645, y Asturias, una comunidad uniprovincial que ha pasado de 1.065.877 a 1.011.972.
Es por esto por lo que las fuerzas piden un cambio, un cambio de políticas que devuelvan al medio rural oportunidades. Luis Tudanca, candidato del PSOE, ha sido claro al respecto: “Necesitamos desarrollo industrial, necesitamos poner en marcha un plan de retorno del talento joven, necesitamos blindar los servicios públicos, reabrir los consultorios médicos en el medio rural, mejorar la sanidad pública, empleo digno y servicios públicos para frenar esa sangría demográfica”. Lo que pide es “regeneración y decencia” para aprovechar el potencial que tienen estas tierras.
Sanidad rural, ¿consultorios cerrados?
La sanidad rural es uno de los problemas más visibles en esta comunidad. Las zonas rurales cada vez cuentan con menos servicios, entre ellos los sanitarios. Este también ha sido un tema de campaña, aunque con diferentes visiones. Desde Ciudadanos, tanto Francisco Igea como Verónica Casado (exconsejera de Sanidad), explicaron en las entrevistas con ElPlural.com su importante acción de gobierno en el acuerdo con el PP estos dos años y medio.
Reivindicaron sus políticas y expusieron las directrices del conocido como Plan Aliste, la reforma sanitaria que buscaba una reordenación de la atención en el medio rural y que fue uno de los detonantes de las confrontaciones entre PP y Ciudadanos en la Junta. El problema ha ido más allá y se ha utilizado como tema de confrontación. Mientras Alfonso Fernández Mañueco aseguraba que dio su palabra de que mientras “fuera presidente no se cerraría ningún consultorio en el medio rural”, desde el PSOE le han recordado que eso no es así.
Sí es verdad que hay consultorios rurales cerrados, pese a que desde el PP digan que no. Además, también hay falta de sanitarios que los atiendan. Los últimos datos, de 2020, señalan que había 3.665 consultorios locales en la comunidad, mientras que en 2019 había 3.669. A estos hay que añadir los cierres temporales por la pandemia -algunos de ellos todavía vigentes-, habiendo consultorios cerrados tras más de 700 días. Es el caso, por ejemplo, de Castrillo de los Polvazares y Valdeviejas en León, o de Ataquines en Valladolid, entre otros muchos. Pero también hay que añadir esos consultorios -con menos de 50 cartillas- que tenían consulta a demanda y a los que, a raíz de la cuarta ola de la pandemia, se dejó de ir.
Corrupción, una mancha negra en la comunidad
Son casi 35 años los que el Partido Popular lleva gobernando estas tierras. Como muestra de estas más de tres décadas han empezado a relucir los casos de corrupción que se han tejido. Es el caso de la Trama Eólica, la Perla Negra o la financiación ilegal del PP de Salamanca para las primarias que elevaron a Mañueco como número uno.
Hay quien piensa que los juicios que el PP tiene en los próximos meses han sido el detonante para convocar elecciones anticipadas, para intentar esquivar estas fechas pintadas en rojo en el calendario. Y es que el 14 de marzo comienza el juicio por la Perla Negra, en el que el expresidente Juan Vicente Herrera tendrá que declarar en calidad de testigo.
Por la Trama Eólica se piden penas de cárcel de hasta 42 años y 239 millones de euros de multa. Los 16 acusados, entre los que se encuentran ex altos cargos de la Junta y empresarios, suman más de 138 años de cárcel y 848 millones de euros de multas.
A ello hay que sumar el caso que implica directamente a Fernández Mañueco. Una presunta financiación ilegal, 24.140 euros de empresarios de Salamanca afines al partido y 17.350 de altos cargos, aportada en efectivo y en mano para pagar las cuotas atrasadas de afiliados para que pudieran votar en las primarias en las que Mañueco se enfrentaba a Antonio Silván.
“Los 35 años de su Gobierno se ha traducido en despoblación, en precariedad, en deterioro de lo público, en pobreza y en exilio. Creemos que otra comunidad es posible, una comunidad con un futuro, una comunidad en la que la ciudadanía se pueda quedar a vivir y a desarrollar un proyecto vital digno”, resumía Pablo Fernández, candidato de Unidas Podemos, reivindicando también que “Castilla y León no merece ser conocida por la despoblación y por la corrupción”.
Regionalismos
Los partidos regionalistas también pueden ser determinantes en el panorama que se dibuje este 13 de febrero. Por Ávila ya fue determinante en esta pasada legislatura, cuando en un primer momento fue el partido escogido por la coalición de PP y Ciudadanos para centrar las negociaciones. “Yo creo que se nos ha utilizado, pero hemos sido leales”, aseguraba su candidato, Pedro Pascual. En una conversación con ElPlural.com, Pascual denunciaba que pese a la cercanía de su provincia con Madrid tienen muy malas conexiones, una falta de infraestructura y de oportunidades. Por eso, exigen un compromiso con la tierra para llegar a acuerdos postelectorales.
Con los mismos postulados se rige Unión del Pueblo Leonés (UPL), quienes además luchan por una autonomía propia junto a Zamora y Salamanca. No tenemos ninguna intención en pactar en pactos globales con ninguno de los dos partidos [PP y PSOE] y a partir de que el panorama político se clarifique, nosotros buscaremos, sobre todo, llegar a acuerdos puntuales para cambiar políticas que durante los últimos 35 años nos han condenado a la situación en la que estamos”, aseguraba Luis Mariano Santos, su candidato.
El cambio tras 35 años del PP
El cambio, la decencia, un modelo diferente al del PP. Decir adiós a la despoblación, la precariedad, el deterioro de lo público, la pobreza, el exilio. Eso es lo que busca la izquierda en esta comunidad. Además, en las últimas semanas se ha puesto en valor también el auge de Vox, que podría entrar en el Gobierno autonómico, suponiendo “un gran retroceso” y convirtiendo a Castilla y León en la primera comunidad con la ultraderecha en el seno de las instituciones. “Yo me niego a normalizar que en este país pueda entrar un partido de extrema derecha en un gobierno. Me niego a normalizar que el Partido Popular, que una derecha antaño moderada permita, a diferencia de lo que hace toda la derecha europea, entrar a la extrema derecha en un gobierno”, aseguraba el líder socialista.
Tanto Luis Tudanca como Pablo Fernández aspiran a conseguir este cambio y, si es posible, replicar una coalición similar a la que hay en el Gobierno central. Así de claro lo han dejado ambos dirigentes, porque su único objetivo es brindar de oportunidades a esta Castilla y León despoblada y marcada por la corrupción.
“La corrupción no solamente es mala per se, sino que también ha supuesto un lastre al desarrollo económico y a la prosperidad de esta comunidad”, detallaba Fernández. “Creemos también que Castilla y León se merece un gobierno digno, un gobierno decente y un gobierno que erradique por completo la corrupción. Y estamos ante una muy buena oportunidad de poder hacerlo”, añadía.
Por su parte, Tudanca confía en que los castellanos y leoneses le den una “lección que no va a olvidar en muchísimo tiempo” Mañueco en estas elecciones convocadas en plena sexta ola de la pandemia.
