Verónica Casado, consejera de Sanidad de Castilla y León hasta que Alfonso Fernández Mañueco rompió el acuerdo de Gobierno con Ciudadanos, es una reconocida médica de familia que dio el salto a la política en 2019 bajo el amparo de Ciudadanos. En una entrevista con ElPlural.com, Verónica Casado habla de cómo ha sido su paso por la Consejería de Sanidad con la pandemia como protagonista, además de cómo cambió su relación con el presidente autonómico en estos dos años y medio de legislatura o cómo vivió el abrupto cese. De estos y otros temas charla detenidamente la exconsejera.

Con una trayectoria profesional en la medicina de más de 30 años, Casado, reconocida por la WONCA (Organización Mundial de Médicos de Familia) como la mejor médica de Familia del mundo, llegó a la Consejería de Sanidad con el objetivo de “mejorar y cambiar las cosas desde dentro” sin saber que llegaría una pandemia sin igual y sería la encargada de gestionarla en las tierras castellanas y leonesas. También ha resultado ser la política mejor valorada por los ciudadanos de la comunidad, con un 6,1 de valoración, superando a Mañueco e Igea, con un 5,4 y 5,1, respectivamente.

Especialista en medicina familiar y comunitaria desde 1986, Casado está doctorada en Medicina y Cirugía desde 1987 y ejercía hasta su salto a la política como médica de familia en el equipo de Atención Primaria del Centro Universitario de Salud Parquesol de Valladolid desde 1989. Entre 1990 y 1997 se dedicó a tareas de gestión como directora médica, gerente de Atención Primaria y subdirectora de planificación sanitaria del Ministerio de Sanidad. También cuenta con una dilatada experiencia en la docencia, la edición de libros especializados y la colaboración internacional. A continuación, la entrevista que este medio le ha realizado.

PREGUNTA: Con los contagios al alza y la sexta ola en plena extensión, Alfonso Fernández Mañueco decidió convocar elecciones. Usted, como médica y exconsejera de Sanidad, ¿cómo lo valora?

RESPUESTA: Desde luego, negativamente. Yo creo que esto no se puede ni se debe hacer de ninguna de las maneras. No podemos tener el jueves un Consejo de Gobierno en el que me preguntan cómo está la situación y cuento cómo está y mi preocupación, convoco ese mismo jueves al grupo de expertos -que se reunió el viernes y el viernes por la tarde estuve trabajando toda la tarde con ellos, y el sábado y domingo elaborando las propuestas para adaptarnos a la nueva ola- y encontrarnos el lunes por la mañana sin ningún aviso un correo electrónico por el cual se nos cesaba.

Además, yo me presenté en el Palacio de la Asunción y me encontré con que habían hecho una especie de consejo de gobierno sin que estuviéramos los de Ciudadanos. Me parece que la manera de hacerlo ha sido terrible. Cuando me preguntan y hablo del cese comento que tengo cuatro sentimientos: por un parte, el de alivio porque han sido dos años y medio de extrema dureza; el de agradecimiento, por los cientos de apoyos a nivel autonómico y nacional que he recibido; el de tristeza, por estar trabajando estos años y ellos escondidos detrás de tu gestión, resultando que por un cálculo político se te echa, pero sin mirarte a los ojos, dándote una puñalada por detrás. Y esto se une a una inmensa preocupación porque estamos en una sexta ola que hay que organizar, reforzar el sistema… La valoración no puede ser más negativa.

P: ¿Por qué se rompió el acuerdo de Gobierno entre PP y Ciudadanos?

R: Yo creo que simplemente por un cálculo electoral. Creo que es algo que ellos querían hacer. Se están diciendo muchas mentiras, no ha habido ningún intento de traición porque hemos sido patológicamente leales, no hemos hecho ningún comentario, no comenté nunca los problemas y dificultades que tuve en la Consejería de Sanidad por la cantidad de cosas y proyectos que estaban parados y que había que poner en marcha.

Ahora te encuentras con que te acusan de desleales, hacen una escenificación con Por Ávila que es completamente falsa… No ha habido ninguna traición y por un cálculo electoral se hace esto. No han tenido los Presupuestos porque no han querido tenerlos y, por lo tanto, rompen este acuerdo. Pero, sobre todo, son las formas, porque entras en política y sabes que estas cosas pueden pasar, pero la manera de cómo han pasado es lo que es absolutamente terrible. Sin dar la cara, por detrás, con alevosía… Creen que lo van a tener fácil, pero probablemente van a tener que pactar con Vox.

Relacionado Pedro Pascual (Por Ávila), tras el adelanto electoral: "Yo creo que se nos ha utilizado, pero hemos sido leales"

P: ¿Considera que el nuevo equipo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha hecho bien al no implantar ninguna medida restrictiva en Navidad?

R: Francamente no, porque los expertos decían algo y tenían mucha razón: por no cerrar discotecas vamos a cerrar quirófanos. Cerrar quirófanos supone un daño irreparable a muchos ciudadanos, no solamente por la patología covid, sino por las patologías no covid.

Esa no fue una buena noticia, pero es que, además, con la contagiosidad que tiene este tema, va a haber un daño económico muy importante porque las bajas laborales en todos los sectores están siendo importantísimas. Y hay sectores en los que igual pueden teletrabajar, pero hay sectores en los que no. Por lo tanto, por no haber tomado determinadas decisiones, que no eran muy drásticas, no se ha conseguido frenar el contagio.

P: Castilla y León sigue inmersa en la sexta ola, ¿qué pronóstico tiene? ¿Cree que la situación empeorará en las próximas semanas tras las fiestas navideñas?

R: Sí, creo que durante quince días es fácil que haya un incremento de contagios. Lo vimos en la ola en las pasadas navidades, que estábamos en 60 por 100.000 habitantes y quince días después multiplicamos por doce. Si aquí ya estábamos en cerca de 2.000, como multipliquemos por doce sería una auténtica barbaridad.

Sí es verdad que la variante ómicron parece menos letal y que tiene menos ingresos, pero el número de casos sigue siendo muy alto y podemos llegar a colapsar el sistema. Los profesionales están muy cansados, y la Atención Primaria también, por eso hay que reforzar el sistema muchísimo más de lo que se está haciendo

P: Fue considerada como la mejor médica de Familia del mundo por la WONCA y ha sido la política de la comunidad mejor valorada por los ciudadanos. ¿Cómo le hace sentir esto?

R: Las dos cosas me satisfacen muchísimo. Primero fui la mejor médica de Familia de Europa, luego de Iberoamérica y finalmente del mundo, entonces tener este reconocimiento es muy importante. Pero, por otra parte, siempre he pensado que quizá yo era una cabeza más visible porque he escrito muchos artículos, he dado muchas ponencias, he escrito muchos libros… entonces era muy visible, pero creo que de alguna manera represento ese cambio de la Atención Primaria, de la especialidad en medicina familiar y comunitaria.

Luego, que fueras la cara de la pandemia, que hiciéramos tantísimas ruedas de prensa para tener a la población lo más informada posible, hizo que la población me reconociera y me valorara, independientemente de lo que pensaran políticamente, y eso es lo que me gusta. Nosotros, cuando te dedicas a esto, tienes que estar al servicio de las personas, y no al revés.

Para mí eso tuvo mucho valor, pero también he de decir que yo noté un cambio en ese momento hacia mi persona. Normalmente, cuando tienes un reconocimiento de estos, el presidente se supone que te tiene que felicitar, y eso no sucedió de ninguna de las maneras e, incluso, vislumbré que se producía un pequeño cambio en mi relación con Fernández Mañueco.

P: ¿Cómo resumiría la gestión que ha hecho al frente de la Consejería de Sanidad?

R: Dentro de las inmensas dificultades que hemos tenido, la gestión de la pandemia, creo, la hemos hecho estupendamente bien. He tenido un equipo de gente volcada, hemos trabajado como no había mañana, hemos taponado la mortalidad, hemos evitado que hubiera un colapso en los hospitales, hemos hecho campañas de cribado selectivo... Y, desde luego, no hay más que ver los datos, la campaña de vacunación de Castilla y León es una de las mejores a nivel nacional para una comunidad tan complicada como la nuestra, tan dispersa, tan envejecida.

Se ha seguido trabajando en cinco líneas que son muy importantes, que es la reordenación y el refuerzo de la atención continuada de la Atención Primaria, en la digitalización y en la telemedicina, que es una clave fundamental de desarrollo en los próximos años, en mejorar los sistemas de información y en la organización y planificación de recursos humanos, porque hemos pasado de una época en la que nos sobraban muchos médicos a ahora, que tenemos un problema entre oferta y demanda, ofertamos muchos más puestos de trabajo que profesionales tenemos para cubrirlos.

Desde el momento uno que inicié en la Consejería, mi obsesión era planificar las necesidades de formación de profesionales según las necesidades que tenía el sistema sanitario. El quinto eje era la humanización del sistema. Pero justo ahora, que se corten estos proyectos es terrible. Y lo peor de la política es el cortoplacismo, sobre todo en temas tan importantes como la educación y la sanidad. El cortoplacismo de la política hace que nunca se pongan en marcha las medidas para sostener el sistema nacional de salud

P: ¿Hay algo que cambiaría en su gestión sanitaria?

R: A posteriori es muy fácil analizar las cosas. Lo que puedo garantizar es que hemos trabajado como si no hubiera un mañana y que hemos utilizado la ciencia en política. Hay cosas que me recriminan, como la suspensión durante unas horas de la vacunación con AstraZeneca, pero es algo que volvería a hacer porque soy médico ante todo y lo primero es no hacer daño.

Se me acusó de que generé mucha intranquilidad, pero no es verdad, porque la gente lo entendió muy bien, tanto que la población se vacunó con la segunda dosis de AstraZeneca y yo lo hice con las dos dosis de AstraZeneca. La mayoría de cosas que he hecho las volvería a hacer porque todo fue en función de las evidencias que había en cada momento.

P: Su reforma sanitaria provocó una de las situaciones más polémicas en las Cortes en esta legislatura, cuando el PP apoyó una iniciativa del PSOE para tumbarla. ¿Qué cree que le llevó a eso?

R: Yo creo que el cortoplacismo, porque además me lo dijeron en un despacho. Tuvimos una reunión donde le presentamos el proyecto y ellos me dijeron que era un proyecto magnífico, que eso era lo que había que hacer, pero que no nos iban a dejar hacerlo porque eso les costaba votos en algunos municipios.

Ese es el tema, y luego el utilizar la demagogia, el no querer ver que estamos en una situación muy compleja, que va a haber un déficit de profesionales en los próximos años, que se nos van a jubilar mil médicos de familia en los próximos cinco años y hay una entrada de 600… Lo que yo estaba intentando hacer era reordenar de manera que no tuviéramos que cerrar consultorios y centros de salud por déficit de profesionales. El problema no lo tenemos en la atención rural solo, tenemos un problema no en los pueblos pequeños, sino en los grandes, como en Miranda, Toro, Benavente, Peñafiel…

Lo que pretendía era analizar dónde estábamos, hacia dónde íbamos a estar, dónde teníamos los recursos y cómo lo podíamos reordenar para dar sostenibilidad al sistema, y eso genera resistencia al cambio y que se vea con miedo a quedarse sin médico, pero yo garantizaba que cada persona tuviera su médico de familia y una enfermera.

P: El mundo rural ha visto desde hace años cómo sus servicios se reducen notablemente y es donde vive mayoritariamente gente mayor que no tiene facilidades de desplazamiento para ir a otro pueblo al médico, ¿por qué se estaba pensando en reducir la atención médica en algunos consultorios?

R: Partimos de una situación en la que el 60% de los médicos de familia está atendiendo al 39% de la población. Se ha focalizado que había una pérdida en el nivel rural pero realmente la pérdida está a nivel urbano. En el nivel rural lo que queríamos era, primero, cita previa para no tener a los médicos paseándose por la comunidad y llegar a un sitio en el que no haya nadie esperándolos.

El tema del traslado a la demanda, que no hemos tenido tiempo para poderlo extender, era otro punto a tener en cuenta. Si tú estás enfermo y no te puedes mover, el médico y la enfermera van a tu casa, pero si te puedes mover vamos a hacer un traslado a la demanda para que puedas ir 7 kilómetros teniendo un dispositivo, un taxi o cualquier medio, que nos vaya a llevar al sitio de cabecera.

Como hubo una mala utilización, una tergiversación, una manipulación del tema… se metió miedo a la población, pero lo que queríamos garantizar era que todos tuvieran una atención de calidad.

P: Francisco Igea, en una entrevista con ElPlural, destacó su gestión de la pandemia y al frente de Sanidad y dijo que probablemente el momento en que empezó a cambiar la relación entre los socios fue cuando saliste como la mejor valorada. ¿Coincide con él?

R: Fue muy llamativo, yo creo que, a la gran diferencia entre él y Fernández Mañueco, yo creo que Igea estaba más contento que si le hubieran puesto la nota a él. Es la diferencia entre los talantes de las personas, entonces ahí yo si noté que hubo un cambio. Mañueco me llamaba, me pregunta, yo le llama, le preguntaba… pero a partir de ese momento nada, y puso por medio a otros consejeros.

P: Probablemente usted haya sido la consejera más desautorizada. ¿Cómo ha vivido los momentos de confrontación con sus propios socios?

R: He sido desautorizada al final, porque al principio estaban escondidos y cuando las cosas iban bien pues parecía que todos me ayudaban y estaban a mi lado, por eso a mí me dolió que solamente hubo un consejero para agradecerme la gestión, que fue Jesús Julio Carnero, los demás callados y eso es algo muy feo.

A ellos [PP], de alguna manera, les gustaba la política que se estaba haciendo en Madrid con Ayuso de no intervenir en los sectores. Sin embargo, yo podría estar más cerca de las políticas de Galicia, hablando solamente del PP. La política lo que ha hecho es enturbiar, al principio éramos un grupo intentando afrontar la situación.

P: ¿Cree que fueron las disputas en el terreno sanitario lo que empezó a abrir grietas en el Gobierno?

R: Sí, estoy convencida. Ese cierre y reorganizaciones es lo que les producía la sensación de perder votos, y ahí es donde empezamos a tener problemas. Creo que los dos problemas fueron la reordenación de la Atención Primaria y el valorar que había determinadas cosas que podían generar más contagios.

Y hay otra cosa muy curiosa: nosotros, nada más emitíamos el acta a los expertos, yo la firmaba inmediatamente y se colgaba en el portal de Transparencia, pero a mí me gustaría saber dónde está el acta colgada que ya está consolidada y que yo sepa todavía no se ha colgado.

P: ¿Cómo ve a Alejandro Vázquez, nuevo consejero de Sanidad? Ya se está hablando de unas políticas a lo Ayuso en Castilla y León. Nada más tomar el cargo dijo que quiere que los castellanos y leoneses sean dueños de sus vidas.

R: A nivel personal, he tenido una relación buena. De hecho, cuando nos cesaron y le habían nombrado, lo primero que hizo fue llamarme por teléfono y agradecer la relación que habíamos tenido. Yo le pedí que mantuviera el equipo, porque era un equipo perfectamente consolidado, me dijo que los que no se quisiera marchar él iba a seguir con ellos, pero lo cierto es que no les está teniendo muy en cuenta.

Ya se están empezando a tomar decisiones, se están revirtiendo algunas, como el convenio de San Juan de Dios en Burgos, que era un convenio con un lastre muy importante y con muy poca eficiencia. Revertir esto es una de las primeras cosas que ha hecho y da la sensación de que la privatización puede estar mucho más a la orden del día que lo que nosotros teníamos claro.

Poner la Conserjería al servicio de las elecciones es algo que yo nunca hubiera hecho, porque está al servicio de la población y no se puede poner a trabajar al servicio de solamente un partido político.

P: El presidente del Colegio Oficial de Médicos de Burgos, Joaquín Fernández de Valderrama, ha asegurado recientemente que Alejandro Vázquez ha hecho “en cuatro días más que la anterior consejera”. ¿Qué le respondería?

R: Está siendo muy denostada esa opinión. Un Colegio de Médicos no se puede politizar, no tiene que hacer política. Pero tiene razón, el consejero nuevo ha hecho en tres días por la privatización lo que no he hecho yo en dos años y medio. Es verdad, no miento. Ahora, también le quiero decir que yo he hecho en dos años y medio lo que no se ha hecho en 20 años.

P: A partir de este 4 de enero se han privatizado los test Covid, ¿por qué cree que se ha hecho ahora?

R: Porque se quieren hacer cosas que son más propaganda que otra cosa. Los test Covid se tienen que hacer con profesionales sanitarios, no se puede hacer con otros profesionales. Creo que no es una buena medida.

P: ¿Cómo valora estos dos años y medio de Gobierno con el PP? ¿Cree que hubiera sido mejor un pacto con el PSOE, que fue quien ganó las elecciones?

R: A posteriori es muy difícil saber qué hubiera pasado. Yo creo que no han tenido altura ninguno de los dos. El PSOE ha puesto por encima de la sanidad y de la población sus propios intereses electoralistas, y el PP, durante el primer año, yo creía que había sido de apoyo pero al final ya no, y desde luego esta traca final ha sido terrible. Puedo entender que ya no interese ir contigo, pero hazlo a la cara, mirándote a los ojos.

Para ser un buen médico tienes que ser un médico bueno, y para ser un buen político o presidente, tienes que ser un presidente bueno, es decir, una buena persona. Hay cosas que no se deben de hacer. Estoy bastante defraudada con la política porque creo que se hace una política pequeña. La sanidad no se debe utilizar como arma arrojadiza, debe haber un pacto por la sanidad y trabajar todos juntos. Hay que hacer política honesta, de verdad, en la que el objetivo no sea quedarme en mi puesto.

P: ¿Se esperaba el cese? ¿Cómo se tomó que Mañueco anunciara las elecciones por Twitter antes de comentárselo a los consejeros de Ciudadanos?

R: No me lo esperaba porque nos había dicho que las elecciones las carga el diablo y que iba a llegar hasta el final. Mucha gente me decía que las iba a convocar y yo decía que no. No me esperaba el cese y no me esperaba la manera del cese. Yo llego al Palacio de la Asunción a las 9 de la mañana, abro la puerta creyendo que tenía una Comisión Delegada y me encuentro una sala llena en la que estaban todos los consejeros del PP y secretarios generales y me dicen que la comisión era telemática, entonces cierro la puerta y me voy estupefacta.

Al minuto recibo un pantallazo de un correo que acababa de llegar en el que se comunicaba el cese. Luego recibo la llamada de Mañueco diciéndome que por estabilidad del Gobierno va a convocar elecciones y nos cesa a los cuatro consejeros de Ciudadanos. Le dije, ‘mira, Alfonso, la historia nos pondrá a cada uno en nuestro lugar’, y eso espero.

P: Y, por último, ¿qué le ha enseñado la política? ¿Volverá a optar al cargo?

R: Nietzsche decía que lo que no te mata te hace más recio. A mí me ha enseñado que no me gusta la política que se hace. Yo quiero una política de gente honesta, de gente que no le den miedo los datos, que haya transparencia… Eso es lo que me gusta y lo que he aprendido a hacer, y que también he visto que no gusta que se haga.

Estoy en una época muy refractaria, yo voy a ayudar a Ciudadanos a hacer la campaña electoral porque me parece que representan una serie de valores que coincide con lo que yo creo que tiene que ser la política. Volver a plantearme otras cosas… yo estoy muy cansada, han sido dos años y medio en los que me despertaba a las cinco de la mañana y era la una y todavía estaba trabajando. En el despacho era muy difícil estar menos de doce horas.

Volver no lo sé, mi hija me ha dicho que me deshereda si me vuelvo a dedicar a estas cosas, pero no lo sé porque se han dejado muchas cosas por hacer. Ahora necesito coger fuerzas y volver a reencontrarme a mí misma y con mi familia.