A la precaria unidad en el Partido Socialista le ha salido un nuevo y formidable adversario: Cataluña. En relación a la crisis territorial, los socialistas andaluces están intentado defender su posición férreamente constitucionalista pero sin pisar los callos de Ferraz.

Conscientes del desgaste que ello entrañaría, en la calle San Vicente de Sevilla procuran por todos los medios no dar pie a lecturas en clave orgánica de unas discrepancias sobre la crisis catalana que hasta ahora han venido siendo más de tono que de fondo o más de matiz que de contenido, pero que ningún dirigente andaluz niega en privado.

Solo teniendo muy en cuenta esa extrema prudencia orgánica cabe interpretar adecuadamente que este lunes el número dos del partido, Juan Cornejo, dijera que el PSOE andaluz "suscribe, ratifica y apoya al cien por cien" la declaración del día anterior del secretario general, Pedro Sánchez, en la que pidió que se abriera una "negociación política" que Susana Díaz también defiende pero solo después de que “se restablezca la ley” en Cataluña.

La brecha

Precisamente esa apelación al diálogo abrió hace tres semanas una brecha en el Grupo Socialista del Congreso cuando tres de los diputados andaluces se abstuvieron –“por error”, se justificaron sin que nadie les creyera– en la votación contraria de sus compañeros a una moción de Ciudadanos en defensa de la Constitución y el Estado de derecho.

Votada la misma moción la semana pasada en el Parlamento autonómico, el PSOE se pronunció favorablemente si bien pactó antes con Ferraz y Ciudadanos varias enmiendas que, al ser presentadas 'in voce', luego no pudieron ser incorporadas al texto definitivo porque Podemos lo impidió.

Susana Díaz, con el Rey

Anoche, en la dirección andaluza del partido hubieran preferido una reacción más nítida y contundente por parte de Ferraz al discurso del Rey, que la presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, sí compartió plenamente por su “defensa de la Constitución, la democracia y la convivencia de todos los españoles". El comentario lo publicó anoche la presidenta en su perfil oficial de Twitter.

Fuentes de la dirección federal del PSOE dijeron a Europa Press que el Rey había hecho el discurso que le correspondía como jefe de Estado para tranquilizar a los españoles y garantizarles que la unidad de España se mantendrá, pero en la dirección del partido habían echado en falta en sus palabras una llamada al diálogo con las autoridades de la Generalitat.

Se evidenciaban de nuevo, pues, las discrepancias entre Ferraz y San Vicente habidas a propósito de la ‘moción patriótica’ de Ciudadanos.

Otras opiniones

Un poco más lejos llegó en su cuenta de Twitter el diputado socialista vasco Odón Elorza, miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE: "Ha sido una mala noche y estoy realmente decepcionado. Mi apuesta es por un diálogo real y una negociación real. Cabe en el marco de la ley".

La alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat y adjunta a la primera secretaría del PSC, Núria Marín, también se mostró preocupada ante la falta de apelaciones al diálogo por parte del monarca: "Esperábamos más. Esperaba una puerta abierta al diálogo y al consenso. Preocupada, muy preocupada”, escribió.

Lo que dijo (y no dijo) Ferraz

La reacción oficial del PSOE fue una escueta declaración leída desde Ferraz por el secretario de Política Institucional y Administraciones Públicas, el andaluz Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. Con bastante frialdad, el PSOE se limitó a subrayar la apelación de Felipe VI a "la concordia y el entendimiento entre todos los catalanes y entre todos los españoles".

Tras “agradecer” la intervención del jefe del Estado "en estos momentos tan delicados, difíciles y complejos para España", los socialistas coincidieron con Felipe VI "en la defensa de la Constitución Española, del Estatut de Cataluña, de la legalidad y el Estado de Derecho, y de la integridad territorial del Estado”, dijo Gómez de Celis.