Raúl del Pozo va a por todas. Acusa este martes a Artur Mas de ser cómplice de los Pujol en sus negocios suizos, una actividad que le habría reportado la nada desdeñable cantidad de 2.300 millones, (entendemos que de las antiguas pesetas):
El Gobierno, por fin, en vez de vigilarnos tanto, ha mirado las cuentas secretas del clan de los Pujol y ha descubierto que Artur Mas tenía depositada en la Unión de Bancos Suizo la cantidad de «2.300 m., sin poder justificar el origen de dicho efectivo ni declarar actividad alguna, salvo la de realizar gestiones esporádicas a Jordi Pujol y a Lluís Prenafeta».

El periodista aplaude la actitud del Gobierno de bucear en los trapos sucios del nacionalismo y pide, sin embargo, cuentas la líder del PSOE, "que ha estado en Cataluña y conoce el informe":
"¿Qué responden ante este escándalo los fiscales, el juez y el secretario general del PSOE, que ha estado en Cataluña y conoce el informe?"

Para corroborar estas graves acusaciones contra el presidente de la Generalitat, Raúl del Pozo se apoya en un informe de la "UDEF y otros servicios del Estado" en el que se describe al padre de Mas como el "testaferro" de los Pujol y a Mas como el "cómplice". Asegura que lee textualmente en el citado informe que las cuentas encontradas en Liechtenstein, "en realidad pertenecen a la familia Pujol, toda vez que era Mas quien llevaba las gestiones como fiduciario".

El periódico El Mundo publicó en noviembre de 2012 una información en la que se recogía un supuesto informe de la UDEF que recogía las cuentas en suiza de Mas y el clan Pujol, todo ello dentro de la investigación del desfalco del Palau. Interior no desmintió el informe pero sí lo calificó de borrador. Mas puso una querella por injurias y calumnias contra los periodistas que habían publicado la noticia, Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta. El asunto fue archivado, pero sirvió para que CiU aprovechara la historia para hacer, una vez más, victimismo del nacionalismo.

En noviembre 2010, Mas tuvo que salir al paso del escándalo de las cuentas en Liechtenstein de su padre. Estaba entonces en plena campaña para la presidencia de la Generalitat (las elecciones fueron el 28 de noviembre) y figuraba, junto a su madre y hermanos, como uno de los "beneficiarios" de la cuenta opaca que su padre, Artur Mas Barnet, mantuvo durante 24 años en el banco LGT de Liechtenstein, según  un informe de la Agencia Tributaria remitido a la Fiscalía Anticorrupción al que tuvo acceso el diario El Mundo. Aseguró que su padre ya había regularizado la situación y que no tenía conocimiento de la presunta evasión fiscal. El asunto, en cualquier caso, había sido archivado por la Audiencia Nacional “por prescripción”. El depósito fue descubierto en el 2008 por las agencias tributarias europeas cuando el Gobierno alemán compró un disquete robado por un empleado del LGT.