El vicepresidente primero de la CEOE y presidente de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández. EFE/Archivo



Arturo Fernández no dejará ni su cargo al frente de la patronal madrileña y la Cámara de Comercio de Madrid ni la vicepresidencia de la CEOE, tras el escándalo sobre los pagos en negro a  trabajadores en su grupo de empresas. Mientras, negocia la venta de una parte de su grupo empresarial a una multinacional francesa.

La repercusión que tuvieron las acusaciones de varios trabajadores del Grupo Cantoblanco sobre pagos en B ha obligado a Arturo Fernández, íntimo de la expresidenta Aguirre, a rebajar el precio de la operación de venta, según adelanta la SER.

La venta, para antes del verano
El presidente de la CEIM pretende cerrar la venta antes del verano, pero el hecho de que el negocio de Fernández esté repartido entre varias empresas, que tienen préstamos y deudas independientes con las administraciones públicas está dificultando una valoración exacta del grupo empresarial.

Fernández dice que la CEOE le ha ratificado
Pero salvo este aspecto financiero, no parece que el escándalo vaya a afectar a Fernández, que ya ha anunciado que no adelantará elecciones en las dos instituciones que preside y se mantendrá como vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Asegura que todos sus miembros le han "ratificado" su apoyo. De hecho, Fernández participó este martes en una reunión con los representantes de los sectores, y ninguno de los asistentes exigió su renuncia, a raíz de la denuncia contra su grupo, que tramita la Inspección de Trabajo.

Arturo Fernández señaló que la Asamblea General es algo que "está lejos" y que no ha pensado "en las cosas que pueden ocurrir en los próximos meses". El empresario añadió que continuará como vicepresidente de la CEOE "como representante de los empresarios madrileños" y que va a seguir ahí. "No estoy ahí como Arturo Fernández sino como representante de los empresarios madrileños", puntualizó, antes de asegurar que el presidente de la Confederación, Juan Rosell, y todos los miembros de la CEOE le "apoyan", por lo que no va a tener "ningún cambio".