La pandemia de coronavirus en España sigue dejando una larga lista de víctimas, que ya roza los 24.000 fallecidos. Entre ellos, el padre del actor Santi Millán, como reveló el propio presentador de Got Talent en una videollamada con Irene Junquera.

"Mi padre falleció hace dos o tres semanas por el Covid-19. La situación es complicada. El pobre de mi padre estaba muy deteriorado, pero no por eso deja de ser un mal trago", ha confesado Millán en una entrevista con Irene Junquera en Mundo Deportivo.

“Tenía 81 años y su vida hecha. Yo creo que hay un momento, en este prolongar la vida de forma artificial, que no es bueno. La gente debería poder morir con dignidad", señalaba Santi Millán, que pasa el confinamiento con su mujer, Rosa Olucha, realizadora de televisión.

“El resto de la familia está bien, tirando para adelante. Tengo la suerte de tener a mi madre cerca y poderla acompañar en estos momentos", comentaba Milán, quien apostaba por fijarse en el "lado positivo, sin obviar lo negativo".

La pérdida de su padre sumada al confinamiento ha llevado a Santi Millán a reflexioanr. "Una de las cosas que nos pasa en la sociedad es que damos la espalda a la muerte, vivimos como si la muerte no existiera, y si alguna certeza hay en esta vida es que nos vamos a morir. Hay que mejorar esa relación con la muerte y saber que esto es finito, que va a acabar. Pensar en la muerte hace que disfrutes más la vida porque esto es un regalo".

El presentador y actor de la serie El Pueblo, donde interpreta a Moncho, el hippie que llega a un pueblo de Soria que cree abandonado para montar una ecoaldea, asegura que está pasando el confinamiento bien, "porque soy muy casero y ahora puedo estar en el hogar sin tener sentimiento de culpa, porque estamos todos obligados”.“Yo ya era muy de hacer ejercidio 'indoor' y tengo terraza para que me dé el aire, así que lo llevo bien”, contaba.

Pasa estos días entre manualidades y la cocina. “Lo primero que hice cuando anunciaron el confinamiento, me fui a una tienda y me compré dos legos tamaño muy grande. Uno para mi hijo y otro para mi hija que acabé montando yo”. Pero reconoce echar de menos el contacto con la gente: "Soy una persona muy cariñosa y me gusta el contacto, es algo esencial. Tengo la suerte de estar con mi mujer y con mis hijos y pienso en la gente que está sola y, gracias a Dios, nos ha tocado una época digital".