La industria televisiva se enfrenta a un cambio de paradigma que tiene como punto de inflexión la polémica cancelación de 'Sálvame' y todas sus sucursales. La noticia se dio a conocer con la Operación Luna, conocida popularmente como Operación Deluxe, como telón de fondo y, con el paso de los días, se conoce una novedad que afecta a un "procedimiento ya de por sí pintoresco". Los abogados de La Fábrica de la Tele solicitan a la Justicia que se proceda a apartar a los redactores cuyos nombres aparecen en la instrucción. El motivo es clave: "no son los hechos investigados objeto del delito".

En este sentido, los letrados se amparan en lo previsto en el artículo 637.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal o, en su caso, conforme a lo previsto en el artículo 641.1 del citado texto normativo. En el escrito de petición de sobreseimiento al que ha tenido acceso ElPlural.com, se tienen en cuenta alegaciones que versan sobre la propia investigación policial, las medidas adoptadas, el derecho a la libertad de información, el carácter periodístico de la actividad, distintos aspectos relacionados con el agente o la actuación de los redactores, entre otras.

La clave de esta situación tiene que ver con "unos hechos que, en el fondo, han sido consentidos y tolerados tanto por los agentes policiales como por este Tribunal y el Ministerio Fiscal". De este modo, se hace referencia a un proceso de instrucción en el que se permitió deliberadamente que las filtraciones continuasen pese a que la Justicia era conocedora de que se estaban cometiendo presuntas ilegalidades". A continuación, se especifica que la situación que afecta a los redactores no puede considerarse "actuación delictiva", puesto que habría sido "tolerada por los responsables de la investigación".

"La unidad de asuntos internos tuvo conocimiento de que el agente [...] accedía indebidamente a las bases de datos de exclusivo uso policial desde prácticamente el inicio de la investigación", queda escrito en la solicitud. Partiendo de estos hechos, se especifica de manera contundente que no existe ningún tipo de relación o contacto entre los representados con ningún agente de la Policía ni tampoco al nombre que aparece en la investigación: "No le han visto en su vida, nunca han contactado y nunca le han solicitado ninguna información o dato".

"Precipitación" en la actuación judicial

Los directores de La Fábrica de la Tele ya comparecieron de manera pública en distintos medios de comunicación para dejar claro su rotundo desacuerdo con la investigación y esta solicitud refleja ese planteamiento. En este sentido, el letrado en cuestión hace alusión a la "precipitación y la voluntad de sacar conclusiones al margen de un análisis sosegado y objetivo de los datos que se pudieran estar manejando". A continuación, se explica que este supuesto ha provocado de manera directa la adjudicación de responsabilidades a "personas que nos las tienen" y que únicamente pueden describirse como profesionales de 'Sálvame'.

Por otro lado, debe clarificarse que en ningún momento existió "intencionalidad de causar un perjuicio", puesto que la finalidad de los redactores referidos era de carácter puramente informativo. De igual modo, nunca se cuestionaron informaciones que fueran objeto de difusión o la naturaleza de los datos manejados en el ámbito periodístico: "Se ha causado perjuicio a los afectados, siendo desde esta perspectiva inocua la conducta", reitera el letrado. Asimismo, debe señalarse que el escrito mantiene que únicamente se tuvo acceso a "una porción de los reseñados en los distintos informes".

La Policía permitió que se filtrase información

El mediático caso salió a la luz en plena fase de instrucción, como se ha mencionado anteriormente, y, una vez concluida la elaboración del sumario, del texto se desprende que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado permitieron que se filtrase información al espacio vespertino de Telecinco. El sumario cuenta con un primer informe policial elaborado por la Unidad de Asuntos Internos donde había "sólidos indicios" que apuntaban a que el ahora conocido como "policía de 'Sálvame'" estaba accediendo a las bases de datos. De esta manera, estaba presuntamente obteniendo datos sensibles de algunos rostros conocidos y pertenecientes a este particular universo de personajes, tal y como especificó The Objective tras haber tenido acceso a la mencionada investigación de los hechos. Esta persona ya había sido identificada como responsable de las filtraciones.

Tras poner nombre a esta persona, se procedió a pinchar su teléfono móvil y se hizo una solicitud tanto al juez como a la Fiscalía la posibilidad de ampliar la investigación. De este modo, la Policía permitió supuestamente que se siguiese produciendo ese goteo de filtraciones con dos objetivos claros: conocer a quién se estaba haciendo llegar esas informaciones extraídas de manera presuntamente ilegal; pero también descubrir si existía algún tipo de contraprestación económica a cambio de ello.