Este miércoles se ha estrenado Te falta un viaje, el nuevo programa de Paz Padilla y su hija Anna Ferrer. Un espacio televisivo que se emite en Cuatro en el que la humorista -que regresa a Mediaset en pleno prime time- y la influencer van a protagonizar muchas anécdotas y situaciones especialmente surrealistas, tal y como se ha podido ver en el primer episodio. Para intentar convencer a la audiencia, las dos se han trasladado hasta Ghana, país en el que han querido comprar un producto muy sorprendente que ha chocado en las redes sociales. Y es que la presentadora y su hija han visitado a un fabricante de ataúdes personalizados y le ha planteado tanto enviarlo hasta España como la decoración que quiere que tenga el féretro en el que enterrarse una vez fallezca.

Paz Padilla y Ana Ferrer estrenan 'Te falta un viaje'

Tras meses de autobombo en la cadena Cuatro de Mediaset, finalmente este miércoles por la noche se ha estrenado el nuevo programa de Paz Padilla, quien está acompañada de su hija Anna Ferrer en Te falta un viaje. Este proyecto tiene el objetivo de visitar distintos y variados rincones del mundo para hablar sobre la vida y la muerte, desde un punto de vista profundo pero también con el humor que caracteriza a la presentadora. Para ello cuenta con la influencer, que cada vez tiene más presencia en las redes sociales. Así, ambas se han juntado y se han trasladado hasta su primer destino: Ghana. Allí han vivido muchas anécdotas y situaciones surrealistas, y ha tenido muy buena acogida.

Se trata del primer formato audiovisual -que se grabó a lo largo de este verano de 2023- que madre e hija comparten en la pequeña pantalla, y qué mejor forma que viajar por el mundo para ver la cultura fuera de las fronteras nacionales. Detrás de este espacio está Proamagna, una productora que ya cuenta con programas como Mi casa es la tuya o Joaquín, el novato. Sin embargo, para este primer episodio el tema principal ha sido la muerte. tanto es así que todo el programa ha pivotado al respecto del fin de la vida e incluso ambas han acudido a un funeral, donde Ferrer se ha llegado a sentir agobiada y su madre se ha derrumbado. Y es que en Ghana la percepción de la muerte no tiene nada que ver con Europa.

Este viaje ha sido una auténtica locura, especialmente gracias al humor negro de Padilla, muy conocida por su faceta humorística. Las dos han querido involucrarse mucho en este tema y se han acercado hasta un artesano y fabricante de ataúdes personalizados, Paa Joe. Madre e hija vivieron un momento muy emotivo en el lugar donde se mostraban los ataúdes mientras el experto les explicaba lo que significa la muerte para ellos. A diferencia de la cultura occidental, en este país viven ese momento como una celebración porque consideran que la vida no se termina en ese momento. De hecho, ese es el motivo por el que la gente personaliza sus féretros con elementos importantes para ellos.

Una compra muy sorprendente en Ghana

Algunos de los que vieron tenían forma de vaca, de bote de kétchup, de hamburguesa o de animales como el león o la gallina. Modelos que fabrica Paa Joe y que tienen un precio de entre los 1.000 euros y los 15.000 euros debido a su exclusividad. Tras esto, Padilla llegó a plantease la idea de comprar un féretro. Eso sí, uno muy especial y a la altura de su carácter. "Quiero comprar un ataúd. Si compro uno, ¿me lo mandáis a España?", preguntó la presentadora con especial interés para después explicar cómo querría que fuera su féretro. Para ello le enseñó una curiosa forma: un pito de Carnaval. Se trata de un elemento muy destacado de Cádiz, la ciudad natal de la artista.

Este objeto llamó la atención del artesano, que nunca había visto algo parecido, y fue entonces cuando ambos se enfrascaron en un regateo, ya que el precio del artesano le pareció algo caro a Padilla. Paa Joe le planteó en un primer momento unos 3.000 dólares, aunque finalmente se lo rebajó hasta los 1.800 dólares. Pero esto no se quedó aquí ya que la humorista quería ver uno por dentro y decidió probar uno de los ataúdes. "Uno que tenga bien montado", le dijo al fabricante. Así tanto ella como su hija se tumbaron dentro de uno con una forma de ratonera que nos les gustó. "Qué mal rollo", confesó la hija de la presentadora de Mediaset. Lo que no se esperaban era la broma del hombre, que les cerró la tapa.