En torno a las ocho de la tarde de este martes los vecinos de Moratalaz alertaban a la Policía Nacional de que su vecina, una mujer de 81 años, pedía ayuda a gritos desde el otro lado de la pared mientras, al parecer, su pareja la estaba agrediendo: "¿Qué me haces? ¡Me vas a matar! ¡Me matas! ¡Socorro!". Los agentes llegaban a la casa a los pocos minutos donde el asesino abría la puerta, y con total normalidad confesaba el crimen: "He matado a mi mujer, llevadme".

La Policía encontraba a la víctima tumbada en el suelo de una de las habitaciones de la vivienda, con la cabeza ensangrentada. Junto a la mujer, encima de una mesilla, se encontraba el martillo con el que su marido, de 84 años, acababa de golpearle en la cabeza en repetidas ocasiones, de acuerdo con su propia declaración.

Mientras su esposa agonizaba, todavía consciente, a la espera de que los servicios de emergencia llegaran al piso ubicado en la calle Montpellier, el hombre, "sorprendentemente calmado y frío", trataba de justificarse ante los agentes asegurando que había acabado con su vida porque ella le era infiel. "No estoy arrepentido, se merecía esto y mucho más", indicaba llegando a amenazar a la policía: "Puedo hacer lo mismo con vosotros".

A pesar de la gravedad de las heridas, el SUMMA conseguía estabilizar a la víctima, intubándola y trasladandola al Hospital 12 de Octubre con un traumatismo craneoencefálico severo.

Sin embargo, poco o nada pudieron hacer por su vida ya que murió poco después. El hombre fue detenido y trasladado a la Comisaría de Moratalaz, donde permanece todavía, a la espera de pasar a disposición judicial, acusado del crimen machista.

La mujer no había presentado ninguna denuncia contra él ni constan incidentes previos que fueran denunciados por terceras personas. El matrimonio tiene hijos, a los que ya se ha comunicado lo ocurrido.

    En lo que va de año, 19 mujeres han sido asesinadas por sus parejas en España. Diez de estas víctimas mortales por violencia de género, habían roto la relación con su agresor poco antes de que se produjera el crimen o estaban en fase de separación. De todas esas mujeres, solo cuatro habían denunciado el maltrato.