La nueva apuesta vespertina de Telecinco continúa en fase de rodaje, con Jorge Javier Vázquez convirtiéndose en protagonista involuntario. En plena tarde de este lunes, 12 de agosto, el presentador se ha visto obligado a abroncar en varias ocasiones al equipo de El Diario de Jorge por fallos técnicos; pero, además, también se ha roto, emocionalmente hablando, como pocas veces antes ante la emotividad de una dura historia.
A lo largo de la undécima entrega de El Diario de Jorge, los problemas técnicos con el pinganillo se han dejado notar en varias ocasiones. Mientras que el caso de Astra se exponía a los espectadores en riguroso directo, Jorge Javier Vázquez no ha tenido más remedio que dirigirse al equipo mientras que el invitado hablaba: "Perdona un momento, ¿me están hablando arriba?".
Jorge Javier se ha sentido "vendido" por los fallos técnicos
"Es que no oigo absolutamente nada, entonces, no sé… Creo que estoy totalmente incomunicado, perdón", ha señalado Jorge Javier Vázquez mientras que se hacía el silencio entre los tres invitados. La realización del programa, con el objetivo de minimizar los efectos de este inciso inesperado, mostraba entonces un paneo horizontal de los familiares de Astra.

Al instante, Jorge Javier Vázquez ha repetido que los "problemas con el pinganillo" volvían a suceder: "¿Me estaban dando órdenes? Es que no estoy escuchando nada". Y cuando parecía que la situación estaba controlada, el presentador de El Diario de Jorge volvía a hacer un inciso: "Es que lo estamos haciendo todo muy a la antigua. Me están diciendo que lo que tenemos que hacer es que os voy a enviar al reservado porque ahora voy a recibir a Astra, ¿de acuerdo?".
Los invitados se levantaban para dirigirse a la citada dependencia del estudio, mientras que Jorge Javier Vázquez hacía hincapié en la necesidad de que solventasen las incidencias: "Y mientras, a ver si me van arreglando esto porque me encuentro un poquitito vendido…". No obstante, es necesario destacar que la cosa ha ido a más con el paso de los segundos, reseñando lo "imprescindible" de que su pinganillo estuviese "en funcionamiento".
"Si no, yo no puedo continuar con el programa. Porque no puedo estar sin recibir las órdenes que me tienen que dar. Entonces, no podemos estar así, pero esto tendría que haber sido ya desde hacer tres minutos, ¡o cinco!", ha dicho Jorge Javier Vázquez a continuación. Y mientras que aparecía en escena la directora de El Diario de Jorge, papeles en mano, el presentador ha decidido poner en contexto a los espectadores: "¡Cuarto pinganillo de la tarde!".

Cuando parecía que ya todo se había solucionado, Jorge Javier Vázquez ha intentado quitar hierro al asunto y rebajar la tensión del directo: "A que estabais arriba totalmente colapsando… Pues mira, tranquilidad. Está saliendo un programa tranquilo". Después de pronunciar estas palabras, el público decidía romper a aplaudir.
Tras los fallos, Jorge Javier se ha roto en directo
Los minutos han ido pasando mientras que las historias de El Diario de Jorge se hacían con todo el protagonismo. La historia de Astra ha sido todo un ejemplo de cómo deben visibilizarse las historias LGTBIQ+ en nuestra televisión. Paco, su padre, ha relatado todas las "lecciones" que su hija le ha dado para "crecer como persona".
Mientras que los invitados se agradecían mutuamente el amor profesado en el pasado, sus lágrimas comenzaban a brotar; las de Jorge Javier Vázquez también. "Astra, te voy a decir una cosa. Disfrútalo porque esta relación nos la han robado a mucha gente. Esa relación tan sincera con nuestros padres… Yo con mi madre ahora sí, pero es una suerte que tienes", ha apuntado a continuación completamente quebrado.
Incluso se ha dirigido a las "generaciones jóvenes", haciendo un llamamiento para que "valoren" una realidad que no siempre fue así. "No siempre fue tan fácil y contar con el apoyo de tu padre es algo muy importante en tu vida", ha concluido explicando en riguroso directo.