Iker Jiménez se ha vuelto a convertir en protagonista por el contundente alegato que pronunció en pleno cierre de Cuarto Milenio. El presentador no solo se mostró rotundamente en contra de las olas de cancelación que lleva tiempo sufriendo, sino que incluso puso como ejemplo lo ocurrido con el Mono Burgos en Movistar Plus+.

En las últimas semanas, Jiménez se fue enfrentando a diferentes polémicas vinculadas con ideologías políticas o incluso un veto: se aseguró que Mediaset España había impedido la presencia de algunos rostros próximos a la derecha cuya actividad principal se centra en las redes sociales o canales de Telegram.

Centrado en este punto, el presentador de Cuarto Milenio apuntó hacia "su persona, el programa y la reacción con la cadena": "Sobre mí se ha dicho de todo últimamente", aseguró, culpando además a otros medios de comunicación sobre la difusión de titulares tendenciosos. Según su criterio, consideró en antena que "el periodismo convencional" había perdido casi por completo "la virtud de ser prescriptor de la realidad".

A su juicio, Jiménez fue una víctima de la "cultura de la cancelación" y, sin pensárselo dos veces, comunicó que había padecido situaciones "asfixiantes" hasta el punto de considerarlas "un sinvivir". Y entonces apuntó hacia "empresas, instituciones, organismos" o similares: "Si empezamos a hacer caso a ese murmullo [...] lo cancelamos todo".

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Iker Jiménez pone al Mono Burgos como ejemplo de la persecución

"Siempre va a haber alguien ofendido con algo; la cultura de la ofensa se impone", continuó explicando, con alusión incluida respecto al Mono Burgos. Y precisamente centrado es esas oleadas de ofendidos, Jiménez se enrocó con el colaborador que fue despedido por sus comentarios sobre Lamine Yamal ante la celebración de un partido de UEFA Champions League.

A su juicio, no tenía nada que ver un término propio "del argot futbolístico" con el "racismo"; sin embargo, todos esos "voceros" que se pusieron en su contra provocaron el cese de la relación profesional: "¡Pueden dejarte en el paro!". No obstante, Jiménez dejó claro que todos ellos "le dan igual" y que ese fue siempre el motivo por el que "les irrita bastante".

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"¿Desde cuando no podemos tener errores y contradicciones?", se preguntó el presentador de Cuarto Milenio, pidiendo además que se permitiese "un poco de libertad" para que las personas "incluso se equivoquen": "Luego se arrepintió al ver la ola. A mí la ola me importa tres narices".

El tajante alegato final de Jiménez contra la ola de cancelación

Antes de finalizar su monólogo en el espacio de Cuatro, el presentador quiso compartir una reflexión con sus espectadores: "Cuando uno solo quiere quedar bien con los demás, con quien queda mal es con uno mismo". Tampoco entendía que, a su juicio, la tendencia actual estuviese virando hacia que "no haya debate", "contradicciones" o "diálogo": "Decir lo que se piensa va a empezar a ser la última revolución".

¿Consiguió buenas audiencias Jiménez?

En plena noche del domingo 21 de abril, Cuarto Milenio reunió a un total de 3.756.000 espectadores en algún momento de su emisión; lo que se conoce como "contactos" en lo relativo a la medición de audiencia. De media, el espacio firmó 682.000 seguidores desde las pantallas de Cuatro, lo que se tradujo en un 5,9% de cuota de pantalla.

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