120 profesionales del colectivo audiovisual extremeño, entre los que figuran periodistasoperadores de cámarareporteros gráficos técnicos especializados en la cobertura de informativos, denuncian la pésima calidad de la cobertura de Canal Extremadura en el cónclave. En forma de comunicado, dirigido a la Dirección General y al Consejo de Administración de la Corporación Extremeña de Medios Audiovisuales, manifiestan su "más enérgica protesta ante la reciente decisión de enviar a un redactor, sin operador de cámara cualificado y utilizando como única herramienta de grabación un teléfono móvil" a cubrir la actualidad del Vaticano tras la muerte del papa Francisco.

Este centenar de profesional considera que se trata de una decisión que, "adoptada en el marco de un evento informativo internacional de máxima relevancia, denigra y desprecia nuestra profesión". Además, creen que se corresponde con una "inadmisible precarización de los estándares técnicos y profesionales que deben regir en una televisión pública financiada con fondos de todos los ciudadanos". 

En el comunicado queda constancia de que existe una comprensión en cuanto a la importancia de enviar un redactor al lugar de la noticia, pero los profesionales del audiovisual extremeño reclaman que "la urgencia informativa no puede justificar la renuncia a los estándares mínimos de calidad y profesionalidad". Por ello, subrayan la labor de Canal Extremadura como televisión pública, es decir, servicio público para la ciudadanía: "Una televisión pública no puede permitirse actuar como un medio privado; su responsabilidad no es solo informar, sino hacerlo con un compromiso ineludible con el rigor, la excelencia técnica у respeto a las profesiones que hacen posible ese trabajo. Sacrificar la calidad o recurrir a personal no cualificado envía un mensaje peligroso que banaliza el oficio y contribuye a su desprestigio. Lo que distingue a un medio público no es únicamente su vocación de servicio, sino su obligación de ser ejemplar en la forma en que ejerce ese servicio".

Por otro lado, denuncian que prácticas como estas "abaratan y degradan" el trabajo de los profesionales, al mismo tiempo que "contribuyen activamente a la destrucción de empleo cualificado en nuestro sector"; un mundo de por sí "duramente castigado por la inestabilidad laboral". Los 120 periodistas que firman el documento se quejan de la infravaloración a la "experiencia, formación y compromiso con la calidad informativa" que supone poner al mismo nivel la labor de un operador de cámara con el uso amateur de teléfono móvil "por parte de una persona sin formación específica".

De este modo, el escrito reclama a Canal Extremadura que "actúe con responsabilidad en el uso de los recursos públicos y en la contratación de personal" para garantizar su labor de servicio público, es decir, "garantizar la calidad, la veracidad y la profesionalidad de sus contenidos". "La cobertura de un acontecimiento internacional como el cónclave del Vaticano exige la presencia de un redactor y un operador de cámara debidamente cualificados, ya sean trabajadores de plantilla, colaboradores freelance o personal de empresas externas", añaden claramente. 

Por último, exigen que se adopten medidas con carácter inmediato para evitar que se vuelva a suceder una situación de esta índole, así como que se "garantice el respeto a la labor técnica y profesional de los trabajadores del sector audiovisual". "No podemos permitir que la precariedad y la improvisación sustituyan al rigor y al compromiso con una información pública de calidad. Por la dignificación de nuestra profesión y en defensa del periodismo audiovisual con garantías", sentencian. 

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