Ángel Luis Hurtado y Juan Carlos Peinado, dos figuras del ámbito judicial con una marcada orientación conservadora, han adquirido protagonismo en un contexto político donde el peso de la justicia resulta crucial. Sus trayectorias, marcadas por decisiones controvertidas y vínculos estrechos con el Partido Popular, los posicionan como referentes clave para los líderes de la derecha española, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. Aunque operan en ámbitos diferentes, sus perfiles y actuaciones muestran un patrón común de afinidad con la estrategia del PP, lo que ha generado debate sobre la independencia de sus acciones.
Ángel Luis Hurtado: el juez que defendió a Rajoy
Ángel Luis Hurtado cuenta con más de cuatro décadas de experiencia en la judicatura, habiendo ingresado en 1983 y alcanzado la Audiencia Nacional en 2006 tras pasar por Canarias, el País Vasco y Madrid. Durante años, estuvo vinculado a causas relacionadas con el terrorismo de ETA, pero fue en 2017 cuando su figura ganó relevancia mediática al asumir el caso Gürtel, uno de los mayores escándalos de corrupción que afectaron al Partido Popular.
En aquel proceso, Hurtado defendió con vehemencia que Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno, no debía declarar como testigo. Alegó que la comparecencia del líder del Ejecutivo no aportaría nada al caso y que podría utilizarse con "motivaciones políticas". Incluso llegó a sostener que Rajoy desconocía los hechos de corrupción en municipios clave como Pozuelo de Alarcón y Majadahonda, donde el PP fue condenado como partícipe a título lucrativo. A pesar de sus esfuerzos, la mayoría del tribunal decidió que Rajoy debía declarar.
Cuando, en 2018, la Audiencia Nacional condenó al PP a devolver más de 240.000 euros, Hurtado optó por no firmar la sentencia, lo que marcó su postura de disidencia frente a una resolución que contribuyó a la caída del Gobierno de Rajoy. Ese posicionamiento no pasó desapercibido: en 2020, cuando el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aún estaba dominado por una mayoría designada por el PP, Hurtado fue ascendido al Tribunal Supremo con 19 votos a favor.
Desde su llegada al Supremo, su actuación ha seguido generando polémica. Una de sus sentencias en la Audiencia Nacional, que condenaba a cinco años de prisión a un supuesto yihadista, fue anulada por el Alto Tribunal, que lo acusó de modificar unilateralmente los hechos probados. Además, Hurtado ha intervenido en causas promovidas por sectores ultraconservadores, como HazteOír, incluyendo investigaciones contra figuras de la izquierda como Pedro Sánchez o Irene Montero.
Juan Carlos Peinado y sus raíces en el entorno del PP
Por su parte, Juan Carlos Peinado, actualmente titular del Juzgado 41 de Madrid, ha seguido un camino diferente, pero con similares lazos con el PP. Su carrera incluye pasos por juzgados de Arenas de San Pedro, Talavera de la Reina, Getafe y Madrid, y ha intentado acceder a cargos de relevancia, como vocal del CGPJ en 2013 y juez de refuerzo en la Audiencia Nacional en 2019, sin éxito.
Una de las características más destacadas de Peinado es su conexión personal y familiar con figuras históricas del PP. Desde niño mantiene una relación de amistad y parentesco con Sebastián González Vázquez, exdiputado, exsenador y tesorero nacional durante la etapa de Pablo Casado. Además, su hija es concejala del PP en Pozuelo de Alarcón, un municipio históricamente asociado a casos de corrupción vinculados al partido.
Peinado también cuenta con vínculos profesionales significativos. En los años 80 y 90, trabajó en un despacho de abogados en Ávila junto a Sebastián González y Ángel Acebes, exministro de Justicia y del Interior. Este despacho, que posteriormente se fusionó con el del también exministro José María Michavila, evidencia una larga relación con las altas esferas del PP.
En su etapa más reciente, Peinado ha participado en actividades organizadas por la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), de línea conservadora, y ha colaborado con figuras como Manuel García Castellón, instructor de casos relevantes que afectan a la izquierda. Además, fue incluido en la terna de candidatos apoyados por el PP para formar parte del CGPJ en junio de 2024.
En un momento en el que las decisiones judiciales tienen implicaciones directas en la agenda política, la figura de estos jueces trasciende el ámbito técnico para convertirse en un símbolo de cómo el poder judicial puede influir en el equilibrio de fuerzas políticas. La combinación de sus antecedentes, las redes de relaciones que mantienen y las decisiones clave que han tomado consolidan su papel como actores principales en la narrativa de la derecha española, lo que intensifica las críticas sobre la politización de la justicia en España