La epidemia de gripe aviar que está afectando a España ha vuelto a poner el foco sobre las granjas de visones. Son muchos los países que ya en la pandemia decidieron eliminar todas las granjas de cría de esta especie de mustélidos, dedicados, principalmente, para la peletería y los artículos de moda.

Tal y como recoge la sede española del Fondo Mundial para la Naturaleza Inc (WWF), la cría de estos animales ha sido prohibida en Reino Unido, Croacia, Austria, Suiza y Holanda, y en otros fuera de Europa, como Japón. Sin embargo, en España siguen siendo estando operativas más de 20 granjas, “por lo que muchas empresas peleteras extranjeras se han asentado en nuestro país y existen planes para seguir creciendo”, informa el WWF.

Por ello, desde ElPlural.com nos preguntamos cuál es el estado de las granjas de visón españolas en este momento en el que varios virólogos de reconocido prestigio, como el director científico de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alertan de un riesgo alto por el posible contagio en humanos: “Es el mayor riesgo para que haya una pandemia de gripe devastadora es que un virus de la gripe aviar o de otro animal infecte a un mamífero intermediario y evolucione, transmitiéndose entre mamíferos y entre humanos, que tendrían poca o nula inmunidad”.

 Pese a que no hay muchos datos actualizados, la llegada de la pandemia y el riesgo de contagio que suponían estos animales sí que obligó al Ministerio de Agricultura a tomar cartas en el asunto, realizar un balance de situación y realizar un protocolo de vigilancia y control de riesgos en los criaderos de visones.

El informe, recogido por ElPlural.com, especifica que “en España existen 26 granjas de cría de visón americano activas y en producción, de las cuales 24 se encuentran localizadas en la Comunidad Autónoma de Galicia, 1 en Castilla y León (provincia de Ávila) y 1 en la Comunidad de Valencia (provincia de Castellón)”.

Con Galicia como principal exponente de este tipo de granjas, ha resultado especialmente alarmante el brote de gripe aviar que se registró el pasado mes de octubre en un criadero de la localidad de Carral, en A Coruña. Este brote, en el cual la mortalidad superó el 4% en una semana -sin afectar a los trabajadores-, ha provocado la reacción de expertos que indican que “estamos jugando con fuego”.

Protocolo de actuación de Agricultura

Ya en época de pandemia, el ministerio dirigido por Luis Planas elaboró un metódico protocolo para evitar los contagios humanos en este tipo de granjas. En el mismo, al que ha tenido acceso este medio, se especifica la hoja de ruta a seguir.

En todas aquellas susceptibles de contagio, “la información de la sospecha se comunicará de forma inmediata”. “Antes de acceder a la granja deberá recabarse información sobre el personal que trabaja habitualmente en ella y obtener información sobre su estado en relación con la enfermedad, si alguno de ellos se encuentra o ha sufrido aislamiento o cuarentena previa”, expone el documento oficial.

Posteriormente, y siempre que haya sospechas, se pueden tomar medidas como la inmovilización de los animales de las zonas afectadas, la restricción de entrada tanto a personas como vehículos ajenos o el correcto protocolo para desechar los restos en cubos “a prueba de gatos”. En caso de que el contagio esté certificado, se refuerzan las medidas de bioseguridad, se reforzará el control de plagas, se desinfectan todos los aparatos de la cría y se inmovilizan las pieles.

Las medidas de Sanidad

Por su parte, el Ministerio de Sanidad, en un informe elaborado el pasado mes de octubre tras la notificación de dos contagios de gripe aviar, realizó un protocolo de actuaciones preventivas para no contraer la enfermedad infecciosa. Este protocolo cuenta con ocho medidas:

  • Prevenir, detectar y controlar la aparición de casos de gripe zoonótica, tanto en humanos como en animales, continuar con el desarrollo y mantenimiento de los sistemas de vigilancia y garantizar la coordinación entre los distintos sectores de salud pública, salud ambiental, sanidad animal y salud laboral para poder hacer un correcto abordaje de estos eventos, potencialmente graves para la salud pública.
  • Minimizar la exposición a aves potencialmente infectadas en los entornos en los que se produce un contacto más estrecho entre personas y aves.
  • Reforzar las medidas de bioseguridad, especialmente aquellas medidas destinadas a evitar el contacto con aves silvestres en explotaciones avícolas.
  • Reforzar la vigilancia pasiva tanto en explotaciones avícolas como en aves silvestres, notificando a los servicios veterinarios oficiales cualquier sospecha de enfermedad.
  • Seguir las medidas establecidas para el control de los focos de IAAP en explotaciones avícolas.
  • Los trabajadores y personas expuestas a animales infectados por virus de gripe deben seguir las medidas descritas en los correspondientes protocolos de actuación.
  • Reforzar la recomendación de vacunación de la gripe estacional a los grupos ocupacionales con riesgo de exposición a animales infectados.
  • Recomendar a las personas en contacto con aves (ganaderos, veterinarios, trabajadores de granjas, cazadores, ornitólogos, agentes de medio ambiente, personal de zoológicos, etc.) las medidas de protección adecuadas cuando estén en contacto con los animales, especialmente si éstos muestran síntomas clínicos compatibles con la enfermedad.