El teniente encausado por el ejercicio mortal de Cerro Muriano continúa al mando de una de las compañías del Regimiento La Reina 2, donde hay algunos de los militares que fueron testigos de la actividad del lago en el que perdieron la vida el soldado sevillano Carlos León y el cabo cordobés, Miguel Ángel Jiménez Andújar. Esto se conoce después de que el fiscal militar haya exonerado a los mandos superiores -dos coroneles, un teniente coronel y un comandante- de cualquier responsabilidad en este caso.

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El teniendo del caso Cerro Muriano sigue

Según ha publicado este viernes la Cadena SER, tras la apertura del proceso de instrucción judicial y su imputación por parte del Togado Militar 21 de Sevilla, el teniente encausado por el ejercicio moral en el lago en Cerro Muriano fue reasignado al mando de otra compañía, pero dentro del mismo Regimiento, el de La Reina 2.

El cese en destino del capitán, el pasado 11 de abril, convirtió al teniente en el militar de mayor grado y antigüedad en el citado Regimiento. De hecho, el propio teniente desfiló portando el estandarte en el acto conmemorativo organizado en la Brigada Guzmán el Bueno X, con motivo del 39 aniversario de su creación, el pasado día 24 de abril.

Entre tanto, como recuerda el diario, todos los militares que estuvieron relacionados el 21 de diciembre con el ejercicio del lago han regresado ya a sus respectivos puestos. Todos menos uno, concretamente uno de los soldados del Periodo Básico de Instrucción, que igue de baja psicológica desde aquel día por la muerte de sus compañeros.

El fiscal militar exonera a los mandos superiores

Esta noticia se conoce tan solo horas después de saber que el fiscal militar ha exonerado a los mandos superiores del regimiento -en concreto dos coroneles, un teniente coronel y un comandante- de cualquier responsabilidad en la muerte del cabo y el soldado.

Para el Ministerio Público, el “único responsable” de que no se adoptaran las medidas reglamentarias para garantizar la seguridad de los soldados en la actividad es el capitán Ignacio Zúñiga, imputado por un delito contra la eficacia del servicio con resultado de muerte, equivalente al homicidio imprudente; al igual que el teniente Jaime Tato, al mando de la sección, y un sargento.

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Así, el fiscal ha presentado un recurso ante el juzgado togado militar número 21 y el tribunal militar territorial de Sevilla en el que expresa su “absoluta disconformidad” con el auto dictado el pasado 16 de abril. "El capitán Zúñiga ha manifestado que adoptó las medidas de seguridad que, a su juicio, consideró necesarias y suficientes para la correcta realización de la actividad sin poner en riesgo la integridad física de su personal", asegura en su escrito.

El capitán Zúñiga "es el director del ejercicio", afirma el fiscal militar en negrita en su escrito, "y el modo de ejecución de las actividades previamente autorizadas es de su exclusiva responsabilidad". Según el titular, "su misión irrefutable es controlar la correcta realización del ejercicio, adoptando las medidas de seguridad necesarias para ello, pudiendo suspender, cancelar o modificar la realización del mismo si las circunstancias del lugar, del personal participante o la situación así lo aconsejan".

Además, el fiscal ha cargado contra el juez del caso, que vio indicios de un delito de omisión en los mandos superiores al entender que no hicieron nada para evitar que el ejercicio se realizara sin las medidas de seguridad más básicas. De hecho, ha asegurado que el instructor "interpreta erróneamente los informes que cita" cuando atribuye al jefe del regimiento y a la dirección un deber de vigilancia de la ejecución del plan de instrucción y una valoración de riesgos que la normativa solo “establece de manera genérica".

 

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