El nuevo coronavirus que comenzó a propagarse el pasado mes de diciembre por China y que se ha extendido por el resto de país, ha puesto en alerta a todo el mundo. En España se ha declarado el Estado de alarma para intentar frenar la rápida propagación que está experimentado el virus. Entre las poblaciones que se consideran de riesgo y más vulnerables a las infecciones por el COVID-19 están los mayores de 60 años, tengan o no patologías previas, pero también las personas con enfermedades pulmonares crónicas, como el asma. A las personas que padecen esta enfermedad, tanto el coronavirus como las demás infecciones respiratorias pueden empeorar sus síntomas. Los síntomas presentes en la enfermedad en sí, como disnea, tos y pitidos en el pecho se pueden ver agravados y requerir la hospitalización.

Un paciente con asma no tiene mayores probabilidades de contagiarse del coronavirus, pero los médicos si recomiendan una serie de medidas específicas para evitar el contagio:

  • Podría ser la más importante, pero estar bien medicado del asma es una elemento primordial. Realizar el tratamiento de mantenimiento del asma diariamente según la prescripción del médico, ayudará a reducir el riesgo de descompensación provocado pro cualquier virus respiratorio.
  • Es recomendable llevar siempre el inhalador de alivio para actuar en el caso de que los síntomas de asma se agravaran.
  • Lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos o utilizar alguna solución hidroalcohólica frecuentemente.
  • Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca con las manos sin lavar. También evitar estar en contacto cercano con personas enfermas.
  • Cuando se tosa o se estornude es recomendable cubrirse con un pañuelo de papel y una vez finalizado, eliminar el pañuelo en la basura.
  • Las superficies y objetos que se tocan es importante limpiarlos y desinfectarlos regularmente.