Fue en 2015 cuando un conjunto de cinco cuadros del artista Francis Bacon fueron sustraídos en una vivienda de Madrid, valorados todos ellos por 25 millones de euros. Desde entonces, se habían podido recuperar tres, y ahora la Policía Nacional ha dado con la cuarta.

La localización se ha producido a partir de la investigación abierta en torno a dos personas que fueron detenidas en febrero y que actuaban como recaptadoras de obras robadas, es decir, personas que ayudaron a los responsables del delito a aprovechar los efectos de este.

El propietario de estas, José Capelo, quien tuvo una relación sentimental con el artista, denunció los hechos e inició así la investigación que, hasta febrero de este mismo año, todavía no había conseguido detener a nadie.

Desde que se inició la investigación en 2015, la operación llevada a cabo por la Policía Nacional se ha saldado con la detención de 16 personas que, supuestamente, están vinculadas al robo de las cinco obras. Entre ellas, se incluyen tanto los autores intelectuales, es decir, quienes planearon el hurto, como los materiales, quienes lo ejecutaron.

De las cinco robadas, todavía queda una en paradero desconocido, lo que obliga a que la investigación siga su marcha, no solo para recuperarla sino también para proceder con la detención de las personas que las tengan en su poder. Entre los perfiles investigados por la Policía Nacional, son fundamentalmente ciudadanos españoles que mantienen relaciones con grupos organizados del este de Europa.

La trayectoria del artista

Francis Bacon fue un artista irlandés que nació en 1909 y falleció en 1992. Creció en el seno de una familia conservadora y, al dar a conocer su homosexualidad, su padre, Edward Bacon, un estricto militar y entrenador de caballos de carrera, lo expulsó de la familia y del hogar con 16 años. Fue, además, el segundo de cinco hermanos hijos de Christina Firth, heredera del negocio del acero. Además, pertenecía a una familia con linaje, siendo su tocayo, Francis Bacon, un reconocido filosofo y estadista que fue finalmente acusado de corrupción y encarcelado.

Tras esto, Bacon se trasladó a Berlín, donde desarrollaría la gran parte de su carrera profesional y, bajo la influencia de Poussin, Einsestein y Picasso, acabó centrando su arte en la pintura.

Cuando regresó a Londres, centró sus creaciones en reflejar la tragedia y el dolor. Ya en la década de los 40, Bacon se convirtió en uno de los pintores más destacados de la segunda mitad del siglo XX. En sus obras, Bacon optó por retratar a seres humanos sufriendo, en situaciones de violencia y soledad, para lo cual se inspiró en fotografías de sus amigos y de enfermedades y deformaciones.