España afronta una importante crisis migratoria en las costas de Canarias y Ceuta, pero lo que se está trasladando en lenguaje político –mayoritariamente desde la extrema derecha- como una amenaza, también por parte del CIS que sitúa este fenómeno como principal preocupación de los españoles, no llega a rozar la verdadera realidad: una tragedia humanitaria que se traduce en cifras; números que son vidas.

Desde hace años, incluso décadas, las costas de Canarias y la frontera de Melilla con Marruecos han sido puntos de llegada de un volumen importante de migrantes que desean llegar a suelo español y europeo, gente que huye de sus países de origen por conflictos internos o buscando oportunidades mejores y una calidad de vida que allí no pueden tan siquiera proyectar a futuro.

Canarias, en estos últimos meses, ha sido el territorio que más pateras está socorriendo y en las que llegan desde personas adultas hasta menores, muchos de ellos de muy temprana edad. Volviendo a los datos, la cifra es devastadora: tan sólo en lo que va de 2024, al archipiélago canario han llegado 26.758 personas, un incremento del 85,1% con respecto al mismo periodo del año pasado, 14.454 migrantes.

Situación similar la que se traslada a Ceuta, con un balance de 2.026 personas que han cruzado la frontera, un aumento del 182,6% con respecto a las mismas fechas en 2023, con 717.

Al conjugar ambas cifras, puede entenderse con mayor claridad la magnitud de la crisis migratoria que afronta España: el total, desde el 1 de enero al 15 de septiembre, asciende a 37.970 personas migrantes que han llegado a suelo español, un 49,1% más.

Tragedia en aguas europeas: más de 700 vidas perdidas

La Ruta del Atlántico, también conocida como la Ruta Canaria, es de las más peligrosas del mundo, y es la que están atravesando prácticamente a diario centenares de personas. Un total de 702 migrantes han fallecido o desaparecido en estas aguas en lo que va de año, según los datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Para ser más exactos, ACNUR cifra que 1.542 personas han fallecido o desaparecido en el mar en territorio europeo en los primeros siete meses del año, 702 dos en la Ruta Canaria, con 21.675 llegadas a sus costas; 107 en el Mediterráneo Occidental, con 7.755; 699 en el Mediterráneo Central, con 33.576; y 34 en el Mediterráneo Oriental, con 30.516. En cómputo global, se han producido un total de 93.500 llegadas a Europa por medio de estas rutas.

Más de 1.300 migrantes desembarcan en Canarias desde el lunes

En menos de una semana, el número de personas en situación de migración irregular ha aumentado con creces y ha evidenciado que el problema es estructural, que son necesarias medidas urgentes y cooperación entre instituciones por una causa moral y humanitaria. Las cifras, que son vidas, hablan por sí solas: desde el lunes, han llegado a las costas canarias más de 1.300 personas.

Tan sólo este jueves, han llegado al archipiélago 420 migrantes: dos cayucos han entrado al puerto de Los Cristianos, en la isla de Tenerife, con casi 150 migrantes a bordo, de los que 12 son menores. También a Lanzarote han arribado 48 personas de origen magrebí.

Asimismo, el miércoles llegaron al archipiélago canario un total de 773 migrantes. Salvamento Marítimo rescató a 76 personas en Mogán. Posteriormente, la salvamar Adhara rescató un segundo cayuco, con 66 personas, al sur de La Restinga (El Hierro). Igualmente, un total de once embarcaciones llegaron también el miércoles a las islas de Lanzarote, Fuerteventura y El Hierro con 631 personas migrantes a bordo. Diez de las embarcaciones fueron interceptadas por Salvamento Marítimo y otra llegó por sus propios medios con 67 migrantes a la playa de La Garita.

Mientras, el martes llegaron al puerto de Los Cristianos (Tenerife), 54 migrantes en un cayuco en el que viajaban 11 menores. El mismo día, arribaron en El Hierro 68 migrantes (14 menores y dos mujeres). Además, el lunes fue interceptada una embarcación con 67 personas en aguas de El Hierro.

Los discursos de odio, el verdadero problema

Frente a una realidad de tintes tan trágicos y de una carga humanitaria más que evidente, la fuerza de partidos ultra está tomando mayor peso al propagar discursos y mensajes cargados de racismo y xenofobia, difundiendo entre la población la idea de que los migrantes que desembarcan en suelo español vienen a delinquir, quitar el trabajo de los nacionales o imponer sus respectivas culturas.

Muestra de ello, unos datos que han generado dudas en la opinión pública y división en el ámbito político. Según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la inmigración se ha posicionado en el primer puesto entre las preocupaciones de los españoles, por delante del paro u otras cuestiones de a pie.

Sin embargo, los mismos encuestados, al ser preguntados por su principal problemática, no mencionan este fenómeno, ya que entran en la ecuación la sanidad, la vivienda o las oportunidades de empleo. Uno de cada tres españoles considera que la inmigración está entre los tres principales problemas de España, pero apenas uno de cada diez asegura sufrirlo

En clave política, la encuesta del CIS también arrojó datos reveladores con respecto al espectro ideológico de ultraderecha, derecha y conservadurismo nacionalista: los electores de Vox encabezan el ranking de personas que consideran que la inmigración es un problema total en el 58,4% de los encuestados; los del PNV en segundo lugar (38,8%) y el Partido Popular (36,6%).

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