El CIS ha publicado un nuevo estudio sociológico del que se ha podido sacar una conclusión muy clara: la principal preocupación de los encuestados es ahora la inmigración. De ser un problema residual en anteriores ocasiones a convertirse en el más citado por los españoles, el proceso para llegar hasta este punto se ha producido a través dos frentes principales: la presión de las derechas mediáticas y políticas con el asunto y las llegadas masivas de migrantes a los territorios costeros españoles. Un desglose interesante que ha salido de este estudio es el porcentaje de votantes de cada partido que considera la inmigración un problema total.
Los electores de partidos de derecha y extrema derecha y los independentistas conservadores encabezan el ranking, con Vox despuntando fuertemente por encima de todos con un 58,4%. En segundo lugar está el PNV, con un 38,8%, y el podio lo cierra el Partido Popular con un 36,6%. Cerca de los tres primeros pero fuera de ellos se queda Junts, con un 34,1%. Los votantes de izquierda, por contra, presentan una menor preocupación ante este asunto: el PSOE ocupa el quinto puesto con un 23,7%, seguido de EH Bildu (20,9%), ERC (16,1%) y Sumar (13%). En total, la media de todos los encuestados refleja que la inmigración es un problema total para el 30% de ellos.
No hay significativas diferencias por sexo o edad (a los más mayores les preocupa algo menos)
— Daniel V. Guisado (@danielvguisado) September 18, 2024
Pero sí por recuerdo de voto. pic.twitter.com/RLkZJCoECR
¿Un problema total... Pero no supone un problema para casi nadie?
El 30,4% de los encuestados por el organismo estadístico considera que la inmigración es uno de los tres principales problemas de España, siendo para el 9,4% la principal dificultad, la segunda para el 12,8% y la tercera para el 8,2%. La ciudadanía sitúa la migración por delante de otros dramas como el paro (20,1%), la crisis económica (19,8%) y las desigualdades (16,1%). Sin embargo, es difícil de explicar que casi uno de cada tres españoles valore tan negativamente esta cuestión, y que cuando se les pregunta por el problema que les afecta en mayor medida, la inmigración sale por completo de la ecuación. La crisis económica (30,2%), la sanidad (17,1%), la calidad del empleo (16,5%) y la vivienda (15,3%) ocupan las primeras posiciones, y a continuación, aparece la inmigración como un problema de afectación directa para 13,7% de los preguntados, a 17 puntos de distancia de la frecuencia con la que se nombraba como problema de país.
En esencia, estos datos arrojan que uno de cada tres españoles considera que la inmigración está entre los tres principales problemas de España, pero apenas uno de cada diez asegura sufrirlo. Esta subida se ha notado especialmente en los últimos meses, ya que antes del verano tan solo uno de cada diez lo consideraba un problema nacional de primera magnitud (11,2%) y casi nadie (3,9%) llegaba siquiera a mencionarlo entre sus tres principales preocupaciones.
Con otras situaciones como el precio de la vivienda en máximos históricos, el deterioro de los servicios públicos o el estancamiento del precio de los bienes de primera necesidad, sorprende que sea la inmigración la que cope tantos titulares y discursos entre la ciudadanía. Uno de los responsables de este fenómeno ha sido mencionado en el primer párrafo de este artículo.