Una mujer de 69 años ha sido ingresada en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid después de que la residencia de mayores en la que se encontraba, el centro Los Nogales Hortaleza, la echara de sus instalaciones tras considerar que era conflictiva.

Según ha revelado El País, la empresa de centros de mayores ha alegado que se adoptó tal decisión porque esta mujer incumplió con el código de conducta. Una excusa que no ha sido suficiente para la asociación de defensa de los derechos de residentes, Pladigmare, quién ha denunciado lo ocurrido y reprochado las justificaciones de la compañía.

La asociación considera que con la expulsión de la mujer se ha cometido una ilegalidad y fue un acto inhumano, ya que defienden que debía haber seguido un proceso de desahucio que garantizara a la mujer una residencia diferente a la que estaba.

La protagonista fue encontrada por los trabajadores sociales de Madrid sentada en un banco sin ninguna pertenencia. Los trabajadores del Samur Social hablaron con el director de la residencia y señaló que se había rescindido el contrato por mal comportamiento y habiendo avisado a la familia días antes.

Ante la falta de acciones, la mujer de 69 años fue llevada al servicio de urgencias del Hospital Ramón y Cajal de Madrid hasta que pudieran adoptar una decisión definitiva respecto a la residente.

La hermana de la afectada, Concha Larena, exponía a El País que ya sabía cuáles eran las intenciones de la residencia de mayores desde el pasado mes de julio y decidió interponer una denuncia contra el centro Los Nogales Hortaleza. Al enterarse de que su familiar había estado en la calle, sin una orden judicial, mostró su indignación a los trabajadores sociales: "Ella donde tenía que estar es donde estaba antes de ponerla en la calle".

La familia estudia las acciones legales que pueden emprender, mientras tratan de buscar una residencia alternativa. El inconveniente está en que la mujer de 69 años todavía no ha sido vacunada contra la Covid-19 y eso dificulta su admisión.