La coalición de izquierdas Con Málaga, integrada por Izquierda Unida, Podemos, Verdes Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz, exigía este lunes la apertura de una auditoría externa y la puesta en marcha de una comisión de investigación sobre la fallida candidatura de Málaga como sede del Mundial de Fútbol de 2030. La portavoz adjunta del grupo municipal, Toni Morillas, defenderá una moción en la próxima comisión plenaria de Urbanismo en la que también solicitará la reprobación del equipo de gobierno, con el alcalde Francisco de la Torre al frente.
Una gran operación de propaganda
Según Morillas, el proyecto para remodelar el estadio de La Rosaleda ha estado rodeado de “una gran operación de propaganda” en la que, asegura, “se ha dilapidado dinero público con el único interés de hacer caja”. La concejala acusa al regidor malagueño de no haber ofrecido aún explicaciones claras sobre los costes del proyecto fallido y de intentar “pasar página” planteando la construcción de un nuevo estadio sin antes rendir cuentas.
“El alcalde quiere que hablemos del futuro estadio mientras seguimos sin saber cuánto ha costado el anterior intento. A día de hoy no conocemos todos los gastos ni los contratos que se firmaron para una candidatura que no ha llegado a ninguna parte”, ha afirmado Morillas.
700.000 euros en estudios relacionados con usos comerciales del estadio
Desde el grupo municipal aseguran haber detectado al menos 16 contratos valorados en más de 700.000 euros, en su mayoría destinados a estudios relacionados con usos comerciales del estadio –como un hotel o un centro comercial– y no con su finalidad deportiva. Morillas apunta que esas cifras son solo “la punta del iceberg” y sostiene que también deben investigarse los posibles contratos firmados por organismos municipales como Promálaga, la Gerencia de Urbanismo o la Coordinación General de Infraestructuras.
La edil también ha recordado que su formación planteó en varias ocasiones la posibilidad de construir una nueva Rosaleda en los terrenos de San Cayetano, una propuesta que, denuncia, fue descartada de plano por el alcalde.
“El objetivo era atraer inversores interesados en explotar comercialmente los espacios no deportivos del estadio. Se trataba de un pelotazo urbanístico”, sostiene Morillas, quien enmarca el caso dentro de una serie de proyectos frustrados durante los últimos años. Entre ellos, menciona las candidaturas fallidas de Málaga a la Expo2027 y diversas capitalidades culturales o juveniles europeas. “Son anuncios que quedan en nada pero tras los que hay mucho dinero público que no se destina a las verdaderas prioridades de la ciudadanía”, critica.
La concejala también ha señalado que el propio Partido Popular ha evidenciado las discrepancias internas en torno al proyecto, citando las declaraciones del senador popular Elías Bendodo, quien recientemente cuestionó la “falta de ambición” del regidor malagueño respecto al futuro de La Rosaleda.