Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, ha declarado este martes en los juzgados de Plaza de Castilla como perjudicada en las diligencias abiertas por el Juzgado de Instrucción Número 51 sobre los bulos presuntamente realizados por el falangista Alberto Royuela, que la vinculaban falsamente con conversaciones, transcripciones, reuniones inventadas, cuentas bancarias, propiedades y negocios en Marruecos. Royuela está acusado de los delitos de falsedad documental y calumnias.
La causa se abrió a raíz de la denuncia formal presentada por Attijariwafa Bank, la mayor entidad financiera marroquí y una de las más relevantes de África, que también figura como perjudicada por la falsificación de documentos y la difusión de calumnias. Según ha podido saber ElPlural.com, el juzgado ofreció acciones a Gómez y ésta aceptó, por lo que este martes estaba citada a declarar.
Las fuentes del caso consultadas afirman que Begoña Gómez ha negado todo lo dicho por el falangista que emitió un vídeo cuya difusión fue masiva y coordinada; se replicó en YouTube, en diversas páginas web, en perfiles de la red X, en canales de Telegram y en otros espacios digitales, causando un grave perjuicio a su honor, a su vida personal y profesional. Se trató de una campaña sostenida en el tiempo, con acusaciones de máxima gravedad, como la supuesta corrupción internacional con Marruecos, que se viralizaron ampliamente en redes.
Las fuentes aseveran que Gómez da este paso para desmontar públicamente una campaña de difamación, sostenida desde el 17 de abril de 2024, que no solo la perjudica a ella personalmente y profesionalmente, sino que trascienden los límites diplomáticos y económicos entre las relaciones de Europa y África.
Alberto Royuela
Alberto Royuela es un falangista histórico y uno de los nombres más longevos y reconocibles de la ultraderecha catalana y española. Desde el final del franquismo, su figura aparece vinculada a entornos ultras y neofascistas, movimientos y colectivos de extrema derecha, redes de apoyo a militantes y activistas de la ultraderecha, negocios inmobiliarios y de subastas y, más recientemente, una trama de desinformación masiva conocida como el “expediente Royuela”. Su papel como patriarca del clan Royuela permite seguir la evolución de la ultraderecha catalana desde los años 70 hasta la actualidad.