Una batalla legal y sanitaria con un trágico final. Indi Gregory, la bebé británica que estaba en estado crítico por una enfermedad incurable y que ha sido la protagonista de una lucha en los tribunales en Inglaterra, ha muerto este lunes en el hospital donde estaba ingresada después de que los médicos le hayan desconectado de los aparatos que la mantenían con vida. Así lo ha comunicado su padre, Dean Gregory, ante los medios de comunicación en las últimas horas. También ha lamentado la pérdida la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, tras concederle la nacionalidad.

Muere la bebé Indi Gregory

La menor, de tan solo ocho meses, ha estado sufriendo desde su nacimiento una enfermedad genética mitocondrial para la que todavía no existe cura. Sus padres han solicitado en las últimas semanas que los especialistas siguieran atendiéndola en otro centro médico, pero finalmente en el que estaba ingresada los expertos han decidido desenfucharla como ya habían anunciado. El Gobierno de Italia llegó a concederle la nacionalidad de ese país para poder tratarla.

El padre ha informado este lunes que la pequeña Indi ha muerto a las 01.45 GMT (una hora más tarde en España) y que su madre, Claire Staniforth, "la sostuvo hasta su último aliento". Gregory y Staniforth, los dos con 30 años y de la localidad de Ilkeston, Derbyshire, que cuentan con el apoyo de la campaña Christian Concern, perdieron su batalla legal ante el Tribunal Superior y luego ante el Tribunal de Apelaciones de Londres.

Un portavoz de esta organización cristiana ha añadido que los especialistas del centro le habían retirado el domingo los aparatos. La bebé era atendida en el Hospital de la Reina de Nottingham, al norte de Reino Unido, pero más tarde fue trasladada a un centro para enfermos terminales. Sus padres no lograron convencer a los jueces del caso para que revocaran la decisión de retirar el tratamiento, y también ha fracasado el intento de la pareja de trasladar a Indi a un hospital de Roma. Los tribunales consideraron que llevarla a Italia no sería lo mejor para la niña.

Meloni lamenta la pérdida

Se trata de un final que ha provocado muchas reacciones. La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha lamentado la muerte de la bebé públicamente. La administración que lidera le había concedido la nacionalidad en los últimos días para que pudiera recibir tratamiento para su enfermedad congénita en un hospital de Roma, ya que se le había negado en el Reino Unido. "Hicimos todo lo que pudimos, todo lo posible. Desgraciadamente, no fue suficiente. Buen viaje pequeña Indi", ha escrito este lunes Meloni junto a una foto de la menor a través de sus redes sociales.

El Gobierno de la ultraderechista Meloni ha concedido hace solo una semana, el pasado lunes, con carácter urgente la nacionalidad italiana a Indi Gregory después de que el Tribunal Superior de Londres rechazara una apelación de sus padres para que se les permitiera llevarla a Italia. "La pequeña Indi Gregory se ha ido, una noticia que nunca quisimos leer. El gobierno italiano ha hecho todo lo posible, ofreciéndose a tratarla en nuestro país, lamentablemente sin éxito. Una conmovedora oración por ella y un sincero abrazo a sus padres", ha escrito también el vicepresidente Matteo Salvini.

En una publicación en Instagram, Salvini recoge en "las palabras del padre" de la menor. "Mi hija murió, mi vida terminó a la 1:45. El Servicio Nacional de Salud y los tribunales no sólo le quitaron la oportunidad de vivir, sino que también le quitaron la dignidad de morir en su casa. Se las han arreglado para tomar el cuerpo y la dignidad de Indi, pero nunca podrán tomar su alma", ha escrito haciéndose eco de Dean Gregory, progenitor de la pequeña Indi. Este caso ha sacudido a la sociedad británica y a la italiana por la dureza de la situación.