Con avances hacia la igualdad de género, pero no han sido suficientes. Así llegamos a una nueva jornada del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. También llegamos a este 8M con 56 asesinadas por la violencia machista en 2023, y cinco en lo que va de 2024. Y con los peores datos de delitos sexuales en siete años, con 16.000 agresiones sexuales el año pasado, con especial preocupación por el aumento de violaciones en grupo, que crecieron un 15%. Y, sin olvidar, que el 44% de los hombres considera que el feminismo les discrimina, que hay hombres que se aprovechan de la ley Trans para ‘hacerse’ mujeres o que hay quien critica la ley del ‘solo sí es sí’ asegurando que favorece a los violadores.

Pese a la vital importancia de reivindicar este día para demandar igualdad y justicia en todos los ámbitos de la vida, que los derechos sociales, económicos y laborales entre hombres y mujeres sea iguales, una vez más, el movimiento feminista ha decidido manifestarse por separado. Los dos movimientos se diferencian por su postura respecto a la ley trans y la prostitución, principalmente.

Mientras, el Gobierno, y concretamente el Ministerio de Igualdad dirigido por Ana Redondo, ha llamado a “todas las mujeres” al movimiento, a luchar y llenar las calles este 8M, porque “aún queda mucho por hacer”. “Muévete, con M de mujer, todas las mujeres” es el lema de la campaña por el Día Internacional de la Mujer de este año y para tratar de unificar ambas corrientes feministas, Ana Redondo ha anunciado su intención de apoyar las dos marchas que concurrirán por Madrid en la tarde de este viernes.

“No es importante dónde estemos. Yo estoy en la calle, estoy con ambas manifestaciones. Estoy, desde luego, en la defensa de las mujeres”, manifestó la ministra este lunes al ser preguntada por la división, otra vez, del movimiento.

Desigualdad de las mujeres en el mundo

Este 8 de marzo hay que volver a salir a la calle por diversos motivos, y en las líneas que siguen se trata de dar respuesta y motivos a esta histórica lucha feminista. La desigualdad de oportunidades de las mujeres en el mundo es real y todavía queda mucho camino por recorrer para erradicarla. Así, pondremos varios ejemplos. La pobreza en el mundo aún tiene rostro de mujer, ya que el 63% de los 763 millones de personas adultas que no saben leer ni escribir son mujeres, y 122 millones de niñas, lo que representa a una de cada cinco, están sin escolarizar, según datos de la UNESCO y de Ayuda en Acción.

Tal como reflejan también los datos de Naciones Unidas, una de cada tres mujeres en todo el mundo, el 35%, ha sufrido violencia física o sexual, sin incluir el acoso sexual. En concreto, en 2022 se registró la cifra anual más alta de las últimas dos décadas de muertes violentas de mujeres y niñas, elevando el recuento hasta las 89.000.

Por su parte, el último informe del Banco Mundial sobre igualdad, titulado Women, Business and the Law 2024, ha dejado también evidencia de la brecha de género en el trabajo a nivel global. Pese a los avances logrados en los últimos años e incluso décadas, la brecha de género sigue siendo una realidad que afecta hasta a 37 economías, donde las mujeres cuentan con menos del 50% de las protecciones legales comparadas con los hombres.

Ningún país ofrece igualdad de oportunidades a las mujeres cuando se consideran aspectos como la seguridad frente a la violencia y acceso a servicios de cuidado infantil; y solo el 40% de los mecanismos necesarios para hacer efectivas las protecciones legales para las mujeres han sido implementados por los Estados.

Así, conviene mencionar que aunque 98 países cuentan con normativas que establecen la igualdad salarial por trabajo igual, rara vez se aplican en la práctica, y solamente un tercio de estas economías han implementado marcos y sistemas de seguimiento para erradicar la brecha de género.

Con ello, solamente catorce economías, entre las que se incluye España, han alcanzado una puntuación buena en el informe al respecto.

Innovación, empresas y salario en España

Centrándonos ya en el caso particular de España, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, presentó este miércoles el informe Mujeres e Innovación 2024, en el que ha destacado que “hoy hay más mujeres transformando España en un país mejor, avanzando hacia la igualdad de género también en la Ciencia y en la Innovación”. Y es que España tiene la mayor cuota de mujeres directivas de Europa, aunque solo un 27% están en lo más alto, así como a nivel del Ibex la paridad ha rondado el 40% a finales de 2023.

Morant ha desvelado que según la última EPA de 2023, las actividades técnicas y científicas han disparado el empleo y representan uno de cada cinco nuevos empleos” y las mujeres representan “el 64% de estos puestos de trabajo”, pero todavía está la causa pendiente de lograr el papel protagonista de la mujer en la investigación, la ciencia y la innovación.

En el informe se muestra, entre sus principales resultados, que aunque en 2023 había más mujeres ocupadas en ciencia y tecnología (un 34,4%) que hombres (un 29,2%), persiste su infrarrepresentación en determinados sectores estratégicos. En concreto, el 61,3% de las empresas del sector TIC no tenía contratada a ninguna mujer. Dentro del sector empresarial, en ámbitos tecnológicos, la brecha de género no se ha reducido en los últimos años y las mujeres solo representan uno de cada tres puestos de trabajo.

También refleja que cada año aumentan los porcentajes de mujeres en los consejos de las empresas del Ibex 35. En los consejos de dirección las mujeres han pasado del 18,7% en 2015 al 35,7% en 2022, aunque el porcentaje de presidentas se ha mantenido constante en el 8,8%.

Según el XII Informe de Mujeres en los consejos del Ibex 35 y VII radiografía del mercado continuo elaborado por la consultora Atrevía y la escuela de negocios IESE Business School, la presencia de mujeres en los consejos de administración de las principales compañías cotizadas roza el 40%, concretamente el 39,82% al cierre de 2023.

40 empresas del mercado continuo han alcanzado la paridad del 40%, de las cuales 21 son del selectivo. De ellas, ocho tienen un 50% o más de representación femenina, pero todavía hay empresas que siguen sin tener mujeres en su consejo, concretamente seis en el Ibex.

Por su parte, el informe realizado por la consultora Grant Thornton señala que pese al histórico casi 40% de mujeres directivas en España, éstas se encargan en su mayoría del departamento de Recursos Humanos o de la dirección financiera, y solo el 27% son consejeras delegadas o directoras generales.

Entrando en el terreno salarial, es un hecho también que hay empresas en las que las mujeres no cobran lo mismo que los hombres por una misma función. Según el INE, en 2021, el salario anual más frecuente en las mujeres representaba el 74,3% del salario más frecuente en los hombres. En el salario mediano y en el salario medio bruto, el porcentaje se elevaba al 81,6%.

Haciendo referencia al VIII Informe brecha salarial, suelo pegajoso y techo de cristal publicado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) el pasado mes de febrero, las mujeres cobran 5.000 euros menos al año que los hombres, por lo que tendrían que cobrar un 24,8% más para que los sueldos se igualen.

Salud e investigación sobre la mujer

Otro aspecto que conviene señalar en lo que a desigualdad de la mujer se refiere es la salud y la investigación sobre el cuerpo de la mujer. A pesar de los avances sanitarios de las últimas décadas, aún existen grandes lagunas en la investigación y el tratamiento de enfermedades exclusivas de la mujer, así como de afecciones que se presentan de una forma diferente en las mujeres. Uno de los casos más recientes lo tenemos con las vacunas del coronavirus, ya que la falta de perspectiva de género en las investigaciones volvió a suponer un perjuicio para las mujeres. Muchas experimentaron cambios en sus ciclos menstruales o aumento del tamaño de los senos, todo porque fueron invisibles para los estudios de efectos adversos, ya que estuvieron centrados en la vista masculina, solamente el 4% de las investigaciones relacionadas con las inyecciones frente al virus tuvieron en cuenta el sexo de sus participantes.

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Aplicar la perspectiva de género está demostrado por numerosos estudios que mejora la calidad de la atención, la eficiencia, la equidad y, en definitiva, los resultados en salud, pero ¿qué pasa en la práctica? Hay principalmente cuatro factores que provocan estas diferencias e inequidades:

Usar el patrón masculino como patrón estándar para ambos sexos, sin tener en cuenta las diferencias biológicas entre hombres y mujeres; no aplicar con la misma intensidad las guías y protocolos diagnósticos o terapéuticos en enfermedades que tengan que tratarse de la misma forma en ambos sexos, tendiendo a minimizar los síntomas en mujeres o achacarlos a causas psicosomáticas o emocionales; no tener en cuenta las sobrecargas debidas al género (roles sociales que se asumen a cada uno de los sexos); y medicalizar más habitualmente los problemas de la vida cotidiana en las mujeres en vez de buscar otros apoyos.

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En este sentido podríamos mencionar también los cuidados y roles no remunerados, fuertemente feminizados, invisibilizados y no reconocidos que constituyen el núcleo duro de las desigualdades de género en diferentes ámbitos pero también en la salud.

Las mujeres europeas invierten 22 horas semanales en tareas domésticas y de cuidados, mientras que los hombres dedican solo 9, y el 75% de las personas cuidadoras informales son mujeres. Los estereotipos de género son una de las causas profundas de estas desigualdades: el 44 % de la población europea considera que el cometido más importante de una mujer es cuidar del hogar y la familia, mientras que el 43% piensa que el cometido más importante del hombre es ganar dinero, tal como se ha informado en la Estrategia para la igualdad de género 2020-2025 de la Comisión Europea.

Por todo ello, y para conseguir un mundo justo, paritario y con igualdad de oportunidades sin importar si naces niño o naces niña, este 8 de marzo hay que volver a inundar las calles de morado, porque la lucha feminista tiene que seguir y tiene que ir conquistando logros hasta erradicar la brecha de género con la fuerza de todos, y con las mujeres como protagonistas.

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