Este jueves, después de que el Congreso de los Diputados diese luz verde a la Ley del aborto y la Ley Trans, ambas medidas con marca del Ministerio de Igualdad, entraron en vigor todas las especificaciones de ambas normas. Con respecto a la primera, cabe destacar que, por primera vez en la historia, se incluye la salud menstrual, debido a que se contempla la baja por regla dolorosa.
Pese a que puede pasar como un detalle menor dentro de la Ley de Salud Reproductiva y Sexual, es un aspecto esencial para las trabajadoras que, unos días al mes, sufren una serie de dolencias que dificultan su vida cotidiana y laboral. Una cuestión que, hasta hace pocos años, también se consideraba "tabú", "cosas de chicas" de las que estaba mal visto hablar con soltura abiertamente y que, gracias a esta norma, empieza a normalizarse aún más.
Entrando a los aspectos técnicos de esta cláusula, cabe mencionar que será tramitada como una incapacidad temporal especial y se solicitará a través del médico de cabecera para que evalúe el grado de dolencia. Tampoco tendrá límite de días, aunque, previsiblemente, la media podría situarse en tres días. Además, en el caso de que la trabajadora afectada tenga un historial de dolores menstruales regulares, se le podrá conceder un permiso de un año de validez, el cual se deberá renovar antes de que finalice el año y, en consecuencia, presentarlo ante la empresa durante el mes posterior.
Tampoco será necesario tener días previos de cotización para acceder a la baja, ya que el Estado lo asumirá hasta el último día en aras de evitar “la estigmatización” de la mujer.
Girona y Castellón de la Plana, regiones pioneras
Pese a que la inclusión de este permiso en una ley parlamentaria sea un hito, lo cierto es que no es pionera. El Ayuntamiento de Girona fue la primera administración en lanzar esta medida, en junio de 2021.
Fue así como las trabajadoras del Consistorio catalán pudieron distribuirse ocho horas al mes, que podían organizarse en fracciones mínimas de una hora, y que, después, debían recuperar en un plazo máximo de tres meses. Una norma que no guarda muchas similitudes con la del Gobierno, aunque el fin de esta es inequívoco.
"Estamos eliminando el tabú alrededor de la menstruación y del dolor que algunas mujeres sufren-sufrimos durante la regla", celebró la teniente de alcalde de Girona, María Àngels Planas, en aquel momento.
Meses después, en septiembre del mismo año, Castellón de la Plana siguió los pasos del Ayuntamiento de Girona. Las trabajadoras del Consistorio castellonense se pudieron atener desde esta fecha a la baja laboral gracias a que un 45% de los 1.500 profesionales de la administración eran mujeres aquel año. “Para solicitarlo solo se necesitará un certificado médico que justifique la ausencia laboral debido a la menstruación. Tendrá una validez de 2 años, algo que aporta muchas garantías", explicó Amparo Marco, alcaldesa de Castellón de la Plana, a la par que matizó que no supuso “ningún gasto” para el Ayuntamiento.
Pobreza menstrual
Otro de los aspectos que afectan a la salud menstrual de las mujeres son los productos de higiene íntima femenina, sobre los cuales, por mucho tiempo, se pidió la rebaja del IVA. Una medida que el Gobierno de coalición aprobó el pasado mes de septiembre, reduciéndolo del 10% al 4%. “Es justicia fiscal y feminista”, celebró por entonces la ministra Irene Montero.
No obstante, la pobreza menstrual sigue siendo un problema candente. Esta situación afecta a dos de cada diez mujeres en España ante la evidente falta de recursos económicos que dificultan el acceso a estos productos de primera necesidad, según desveló el estudio ‘Equidad y Salud Menstrual’.
De la misma manera, y tal y como reflejan los datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), una persona que menstrúa puede utilizar hasta 14.000 unidas de estos productos e invertir en ellos alrededor de 4.500 euros en los artículos de un solo uso, aunque estas cifras varían dependiendo del flujo y el producto utilizado.
Productos de higiene femenina. EP.
¿Por qué duele la regla?
Tal y como dictó la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), y que denominó técnicamente como Trastorno de Dismenorrea, es un patrón que aparece en el momento de la menstruación y que deja síntomas reconocibles para todas las mujeres: mareos, dolor en la zona del bajo vientre y la lumbar, así como molestias en las mamas; en el caso de que la dolencia se agrave, también suelen darse vómitos y diarreas.
Millones de mujeres suelen recurrir con frecuencia a antiinflamatorios y remedios ‘caseros’ -tales como colocarse una bolsa de agua caliente en la zona del vientre- para aliviar el dolor de la regla.
Además, cabe recordar que existen patologías orgánicas que son las causantes de los fuertes malestares, tales como la endometriosis, un trastorno en el que el tejido que recubre la parte interna del útero crece por fuera. En España, este cuadro afecta hasta al 5% de mujeres.
