¿Eres de los curiosos que siempre quiere saber qué historia encierra el lugar que estás transitando? Entonces estás de enhorabuena, el medio digital España Fascinante ha realizado un reportaje sobre seis de las calles más curiosas y emblemáticas de Madrid.
Calle de la Pasa
Esta calle, al igual que otras de la zona, recibe ese nombre por la costumbre que tenían desde el Palacio Episcopal de dar alimentos a los mendigos que se acercaban. En esta calle concretamente, como no podía ser de otra manera, se repartían pasas. Al no estar en vigor el matrimonio civil en la España de las Austrias, solo la unión eclesiástica tenía validez. Debido a este hecho, todo aquel que quisiera casarse debía pasar por la calle de la Pasa donde tenía su sede el arzobispado. De ahí el antiguo dicho popular madrileño “El que no pasa por la calle de la Pasa no se casa”. Una calle, sin lugar a dudas, esencial para los enamorados de Madrid.
Calle de Rompelanzas
La podemos encontrar a pocos metros de la Puerta del Sol comunicando la Calle Preciados con la del Carmen. Es la calle más corta de Madrid con apenas diez metros y servía siglos atrás como atajo para caballerías. Su nombre hace honor a la facilidad con la que se rompían los ejes de los carruajes del siglo XVI que pasaban por ahí debido los baches y estrechez. A los ejes se les llama lanzas, por eso la calle recibe ese nombre. Los hechos que dieron paso a la acepción popular de esta nomenclatura fueron las roturas de los ejes del corregidor y del del presidente del Consejo de Indias.
Calle del Pez
En pleno corazón de Malasaña encontramos esta curiosa vía que hasta el siglo XVII se llamaba Fuente del Cura. Esta calle encierra la historia de Don Juan Coronel y su hija Blanca. La calle fue adquirida por Don Juan con el objetivo de edificar allí su vivienda. Las peces del estanque que había en la vía fueron desapareciendo hasta que Blanca rescató al último. Murió tras varios días y la hija de don Juan, deprimida por el suceso ingresó en un convento. Como recuerdo, se labró en la fachada de su vivienda un pez, del que tomaría nombre toda la calle. Sin duda, una de las calles más curiosas de Madrid.
Calle del Desengaño
Detrás de Gran Vía encontramos la calle del Desengaño, una de las calles más antiguas y curiosas de Madrid. Su nombre está vinculado a la lucha entre dos caballeros por una dama, una leyenda madrileña con múltiples variantes. En ella se dice que durante el combate entre los caballeros, un figura misteriosa se abrió paso entre ambos. Los combatientes decidieron seguirla olvidando su duelo. Un fuerte desengaño se llevaron al comprobar que en lugar de una bella dama, la sombra no era más que una momia que bautizaría para los restos a la calle del Desengaño. Esta vía se popularizó por su presencia en la serie Aquí no hay quien viva.
Calle de la Salud
Entre la Gran Vía y la calle del Carmen se encuentra la calle de la Salud, una de las calles más curiosas de Madrid. Para comprender el porqué de ese nombre hemos de remontarnos al siglo XV. Durante el reinado de los Reyes Católicos una fuerte epidemia de peste negra llegó a la ciudad. Mientras que la mayoría de la población enfermaba, la gente que vivía en esa calle se consiguió librar de ella. Sobrevivieron gracias a su propia cosecha y ganado y a las primeras fuentes de agua potable de la ciudad.
Calle de la Abada
Cuenta la leyenda madrileña, que en el siglo XVI unos feriantes portugueses llegaron a Madrid trayendo consigo un rinoceronte. Tras el espectáculo, dejaron al animal dentro de un cercado que ahora da lugar a esta calle para descansar. Un vecino que trabajaba en un horno de pan decidió darle un pedazo recién hecho que abrasó al animal. Esto provocó el enfado del rinoceronte que tras matarlo escapó dejando otros fallecidos. Por este motivo, la calle recibió el nombre de abado, la palabra portuguesa para denominar al rinoceronte hembra. Quevedo escribió historia con relación a este suceso.