En Moncloa lo tienen claro: el proyecto de Vox para deportar “ocho millones de inmigrantes” – pese a que Abascal niegue que pusieron cifra concreta -, no solo expone explícitamente a la formación de extrema derecha, sino que desenmascara al recién renovado proyecto de Alberto Núñez Feijóo. Con el Partido Popular subido a la ola ultra, en el Gobierno central tachan de “vomitiva” la iniciativa presentada por Rocío de Meer el lunes y señalan categóricamente al líder de la oposición. “Este es el vicepresidente soñado de Feijóo”, refrendan desde el Consejo de Ministros, haciendo al presidente conservador “cómplice” de los planes de eventuales socios.

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha condenado con firmeza el último plan de Vox, que plantea la deportación masiva de hasta ocho millones de migrantes, calificándolo de "vomitivo" y alertando sobre las graves implicaciones humanas y democráticas que supone esta propuesta. A través de un mensaje publicado en la red social X, Saiz ha advertido al Partido Popular de que, si no se desmarca de manera clara y contundente de esta iniciativa, se convertirá en "cómplice de una auténtica barbaridad".

Este es el vicepresidente soñado de Feijóo”, ha escrito la ministra, en referencia a Santiago Abascal, líder de la extrema derecha y principal impulsor de un plan que contempla no solo la expulsión de personas en situación irregular, sino también de sus hijos nacidos en España, muchos de ellos ciudadanos españoles por derecho.

El plan de Vox, difundido a través de sus canales oficiales, propone expulsar a todos los inmigrantes que no tengan la nacionalidad española y que, según su criterio, no respeten las costumbres, leyes o valores del país. Esto incluiría a personas que llevan años viviendo, trabajando y formando parte del tejido social en España, así como a sus descendientes, nacidos y criados en territorio nacional. Desde el partido de ultraderecha no han dudado en señalar que, de llegar al Gobierno, activarán esta “reconquista demográfica” para “recuperar el control” de las fronteras y “defender la soberanía nacional”.

Lejos de ser una propuesta aislada, este plan de deportaciones masivas se enmarca en un discurso xenófobo cada vez más agresivo por parte de Vox, con constantes referencias a una supuesta amenaza cultural y de seguridad que representarían los migrantes. El propio Abascal ha defendido públicamente la necesidad de revisar las leyes de nacionalidad, endurecer los requisitos de residencia y facilitar la expulsión de quienes no se adapten “a nuestras costumbres”.

La respuesta del Gobierno no se ha hecho esperar. Elma Saiz ha hecho un llamamiento a la responsabilidad democrática del Partido Popular, exigiendo que se pronuncie de manera tajante contra un planteamiento que vulnera principios básicos de derechos humanos y convivencia. “Están hablando de personas, de familias, de hijos nacidos aquí, que ya son tan españoles como cualquiera”, ha señalado.

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