¿Vox da marcha atrás? El presidente del partido ultraderechista, Santiago Abascal, ha aprovechado el espacio que le brinda X – antes Twitter – para matizar las palabras que su diputada y vocal de la dirección del partido, Rocío de Meer, pronunció en la tarde del lunes. En su alocución, literalmente se refirió a “ocho millones de personas” migrantes que debían ser expulsadas, habida cuenta de que se han contabilizar los de segunda generación. Sin embargo, ni 24 horas después, su jefe ha corregido – a su manera – a la parlamentaria de extrema derecha, asegurando que quienes pusieron número a su “proyecto de expulsión” están “mintiendo y manipulando otra vez”. “Están nerviosos”, resumió.
El líder de Vox ha salido al paso tras el tsunami de titulares que enunciaban el “proyecto de expulsión” de millones de migrantes que su diputada y dirigente pronunció ante los medios de comunicación. El presidente de la formación ultraderechista no corrige el rumbo de su agenda migratoria. De hecho, se reafirma en su intención de deportar no sólo a los migrantes irregulares, la cuestión es que niega la mayor en lo relativo a la cifra que pronuncia en rueda de prensa Rocío de Meer. “Ya están mintiendo y manipulando otra vez. Vox no ha dicho el número de los que deben ser deportados. Simplemente porque no lo sabemos”, espetaba Abascal.
Lo cierto es que De Meer, en su rueda de prensa dijo literalmente lo siguiente: “Si de 47 millones de habitantes, más o menos 7 o más de 7 millones, porque tenemos que tener en cuenta la segunda generación… 8 millones de personas han venido de diferentes orígenes en muy corto periodo de tiempo. Es extraordinariamente difícil que puedan adaptarse a nuestros usos y costumbres, pues las consecuencias son las que estamos viendo. Las calles y plazas no pertenecen a los españoles, a quienes siempre pertenecieron. Nosotros pensamos que hay una solución mala y menos mala. […] Tendrán que volver a sus países. Apostamos por este proceso de remigración porque hay algo importante que preservar”.
Están nerviosos. Ya están mintiendo y manipulando otra vez.
— Santiago Abascal 🇪🇸 (@Santi_ABASCAL) July 8, 2025
VOX no ha dicho el número de los que deben ser deportados. Simplemente porque no lo sabemos.
Son todos los que hayan venido a delinquir.
Todos los que pretendan imponer una religión extraña.
Todos los que maltraten o…
Con esto sobre la mesa, es posible que las acusaciones de “mentiras y manipulación” que ha proferido el líder de la ultraderecha vayan hacia su propia diputada. Quién sabe. Pero su partido sí puso una cifra aproximada a los migrantes de “primera y segunda generación” que podrían abandonar el país en el proceso de “remigración” que defiende la extrema derecha. Aduce que no saben con exactitud la cifra, pero sí apunta a todos aquellos que “han venido a delinquir, maltraten o menosprecien a las mujeres, vivan del esfuerzo de los demás, pretendan imponer una religión extraña” y, por supuesto, “todos los menas, porque tienen que estar con sus padres”.
No desdeñan la 'remigración'
“No sabemos cuántos son. Cuando lleguemos al Gobierno lo sabremos. Y se irán todos”, promete Abascal a través de sus mensajes en redes sociales, donde asegura que los primeros en celebrar la “remigración” serán los “inmigrantes legales, quienes cumplan las normas y respeten al país que les acoge”. Una línea discursiva que han secundado tanto la portavoz parlamentaria de Vox, Pepa Millán, como su homólogo en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith.
Millán reafirmaba este martes la postura restrictiva de su partido en materia migratoria, exigiendo que los inmigrantes respeten las leyes y costumbres españolas si desean permanecer en el país. En declaraciones previas a un evento de Europa Press, Millán ha advertido que, si Vox llega al Gobierno, no se permitirá la entrada de personas de forma ilegal y se procederá a repatriar a aquellos que, incluso habiendo ingresado legalmente, cometan delitos graves.
Millán ha criticado duramente lo que considera una falta de control en las fronteras, asegurando que España se ha convertido en "un coladero para la ilegalidad". En este sentido, ha censurado que se haya normalizado la entrada indiscriminada de personas, y ha señalado que "los españoles ven lo que está ocurriendo". Además, ha acusado al Gobierno de romper con el control fronterizo y ha denunciado que ni siquiera la Policía tiene datos precisos sobre la cantidad de inmigrantes ilegales, mencionando el caso del centro de acogida de Alcalá de Henares, donde Vox ha pedido el cierre tras una presunta agresión sexual.
La diputada también ha cargado contra lo que denomina “la política de puertas abiertas” tanto del PSOE como del PP, así como la financiación indirecta de ONG que, según Vox, colaboran con mafias dedicadas al tráfico de personas. Millán ha denunciado además que algunos países estarían utilizando a los inmigrantes como herramientas de presión política contra España.
Por su parte, Javier Ortega Smith, portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid y diputado nacional, ha respaldado estas declaraciones y ha añadido que el respeto a las costumbres españolas debe aplicarse también a inmigrantes de segunda generación. Según él, quien no respete valores como la igualdad de género o la libertad religiosa, está despreciando a un país que le ha acogido. “Es lógico que no puedan continuar aquí quienes rechazan nuestra forma de vida”, ha declarado.