El invierno llegó y, con él, las condiciones para los vecinos de la Cañada Real, a las afueras de Madrid, vuelven a verse más que deterioradas. Por quinto año consecutivo, hasta 4.500 personas que viven en este asentamiento siguen sin luz, es decir, sin tener opciones para calentarse con temperaturas bajo cero en estas fechas.

Fue en octubre de 2020 cuando Naturgy cortó definitivamente la electricidad en los sectores V y VI de la Cañada Real, dejando así a oscuras a sus habitantes. Una situación que se ve gravemente acuciada en estos meses, cuando las horas de luz duran menos y el frío es una tónica habitual. Un escenario que se viene agravando con el paso de los años y ante un horizonte que se vislumbra poco esperanzador.

De los 4.500 vecinos afectados, el balance resulta aún más devastador al conocer que 1.800 de ellos son niños y niñas, que crecen en condiciones infrahumanas, demasiado precarias para su desarrollo al estar expuestos a bajas temperaturas y, al no disponer de luz, calefacción y agua caliente, pueden sufrir peores problemas de salud. Misma situación extrema la que se da en verano, con temperaturas igual o superiores a los grados y que, sin opción a luz, difícilmente se puede hacer frente.

Cabe recordar que, pese a que este asentamiento, allá por la década de los 60 era mayoritariamente campo y un espacio dedicado a la ganadería de las afueras de la capital, ya que se sitúa entre Coslada y Rivas-Vaciamadrid, su tamaño ha ido aumentando desde entonces y con el paso de los años. En su cómputo global, 8.000 personas residen en la Cañaada Real actualmente, y más de la mitad de esta cifra se ven afectados por estas condiciones más que precarias, que recuerdan a una época ya olvidada.

El Centro Sira, que elaboró el pasado año el informe La Cañada responde, comprende un reflejo de un “entorno torturante” en este asentamiento con años de arraigo y en crecimiento, y en el cual hace un repaso de los testimonios de vecinos que allí viven, quienes dan cuenta de las enfermedades que sufren –desde respiratorias e intoxicaciones hasta mentales- por esta realidad, así como las dificultades para conservar alimentos a las alternativas que tienen que recurrir para tener energía, como generadores de gasóleo.

Distintas entidades sociales como la Asociación Tabadol o Plataforma Cívica Luz Ya, también Europa, han venido calificando en los últimos años las condiciones de la Cañada Real como infrahumanas a nivel de derechos fundamentales, educacionales, laborales, bienestar infantil y de precariedad digital.

Europa aduce vulneración de derechos

Y es que esta problemática no sólo concentra el debate en Madrid, ni tan siquiera en el conjunto de España, sino que ha llegado a oídos de la Unión Europea, con las consecuentes represalias. El Comité Europeo de Derechos Sociales, departamento del Consejo de Europa, se pronunció a finales del pasado diciembre dando la razón a la reclamación colectiva impulsada en 2022 contra el corte de suministro eléctrico en la Cañada Real.

Debido a la inacción de los gobiernos con competencias sobre esta realidad, tanto el nacional como el regional, el organismo europeo aludió a sendas vulneraciones de hasta siete artículos de la Carta Social Europa: Derecho Fundamental a vivienda digna y segura, salud, educación, protección a familia e infancia, protección contra la pobreza y exclusión social, a personas en edad avanzada y autonomía e integración social de personas con discapacidad.

“El Comité considera que España no ha adoptado todas las medidas adecuadas y necesarias para garantizar el ejercicio efectivo del derecho de los niños y jóvenes a crecer en un entorno que favorezca el pleno desarrollo de su personalidad y de sus capacidades físicas y mentales”, recoge el informe mencionado. La decisión de cómo actuar deberá ser asumida por este Comité Europeo y, en consecuencia, tanto el Gobierno central, como ayuntamientos vinculados, así como el Gobierno madrileño de Díaz Ayuso, y la comercializadora que ejecutó los cortes, Naturgy, deberán cumplir y reestablecer el suministro eléctrico en los sectores V y VI de la Cañada Real.

Mujeres y niños, principales damnificados

La cifra es devastadora: 1.800 niños y niñas sufren estas precarias condiciones en la Cañada Real y, fuera de esta cifra, una mayor parte de esas 4.500 personas afectadas son mujeres. Y es que son distintos y diversos los estudios en materia de pobreza que reflejan esta devastadora realidad sobre la que deben acometerse actuaciones urgentes.

Por un lado, la investigación elaborada por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y Exclusión Social en España (EAPN-ES) concluyó que existen “lagunas importantes” para aplicar medidas con perspectiva de género para erradicar o, al menos, disminuir los índices de pobreza y exclusión social en nuestro país. Estos “problemas estructurales” que afectan de lleno a las mujeres se comprenden en aspectos como los cuidados y la revalorización económica y social, además de las condiciones de explotación a las que tienen que hacer frente.

Siguiendo los parámetros en materia de género, también el XIV Informe del ‘Estado de la Pobreza en España’ recogió en 2023 que son 5,1 millones de mujeres que viven en pobreza, 300.000 más que hombres.

Volviendo al escenario que comprende la Comunidad de Madrid, donde se sitúa la Cañada Real, cabe remarcar que son el 40% de los hogares se enmarcan en la realidad de pobreza, séase, 1,3 millones de madrileños. En cifras, con 267.579 menores en riesgo de pobreza y exclusión social en la región, uno de cada cuatro niños; mientras que las mujeres continúan manteniendo parámetros inferiores a los de los hombres en materia de salarios y cargas familiares y de cuidados.

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