Fuenlabrada fue uno de los municipios madrileños que más sufrió la Guerra Civil. Su situación estratégica, a medio camino entre Madrid y Toledo, fue un punto caliente de bombardeos en lo que ahora es la Comunidad de Madrid provocando que en 1938 apenas quedaran 19 personas residiendo en la localidad. Después de que en 1939 los vecinos se hicieran con las tiendas del Ayuntamiento, aquellos que volvieron a sus casas tras huir a refugiarse a Madrid se encontraron con sus casas ocupadas por los partidarios de los sublevados.

Los primeros años de la dictadura no fueron fáciles, y mucho menos para los maestros. Para sentar las nuevas bases del nuevo régimen y poder aplicar la nueva política educativa, todos los maestros pasaron por una depuración. Es decir, uno a uno, todos los funcionarios fueron juzgados para dirimir su continuidad al frente del servicio que prestaban. De esta forma, se rehabilitaba al maestro si se demostraba que era partidario del régimen o, en caso de dudas o de haberse demostrado que era partidario de la república, el funcionario tenía que demostrar su inocencia en un plazo de diez días con los consiguientes perjuicios que ocasionaba como una reducción de salario, desplazamiento o, incuso, la prohibición de ejercer.

Sobre este ejercicio -desconocido para gran parte de la sociedad- les propuso investigar a sus alumnos el profesor de Lengua castellana y literatura Enrique Ferres a sus alumnos de 3º de ESO del IES Salvador Dalí. "La propuesta tuvo buena acogida tanto por los alumnos, como los padres como el proyecto educativo", reconoce Ferres a ElPlural.com. 

Más allá de cuestiones políticas, explica que lo importante de la idea es que hay "que poner en valor que se está enseñando a los chicos a investigar", una cuestión que, dice, no suele ocurrir en los centros escolares ya que "se da el conocimiento por bueno o hecho".

Aunque en un principio empezó toda la clase, con el transcurso de los meses solo Álvaro Pernas y Hugo García se quedaron investigando. "Enrique me cuenta a principio de curso que tanto los otros compañeros como yo íbamos a trabajar en un proyecto de investigación", comienza relatando García. Así, a finales de diciembre comenzaron a desarrollar el proceso. 

Así, han descubierto entre más de 200 expedientes el nombre de una docena de profesores. Por un lado, tres profesores de Fuenlabrada de los Montes, ubicada en Badajoz, dos sin ubicación exacta que tienen que investigar y siete de Fuenlabrada. Tal ha sido el nivel de investigación y cotejo de datos por más de diez bases de búsqueda que han logrado encontrar a una maestra desaparecida hasta ahora: Carmen Salvador Ruiz.

Aprender a investigar

"En este caso ellos son capaces de generar su propio conocimiento siendo objetivos, aunque después se genere debate. El elemento es objetivo y hemos dado unas referencias a los alumnos para trabajar de esa manera", indica Ferres sobre el por qué del proyecto. Además, ha contado con el visto bueno de los padres: "No hemos tenido ningún problema con ninguna familia. Nunca se ha querido polarizar ni sesgar. Incluso ellos mismos se han podido dar cuenta durante las averiguaciones que hemos ido haciendo. Simplemente hemos sacado a la luz nombres de profesores de Fuenlabrada que fueron depurados".

"Ahora mismo la gente no tiene esa inquietud de investigar", reconoce Hugo García. "A mí estos temas me llaman bastante la atención y decidí investigar más", expresa sobre cómo investigaron y siguieron buscando en archivos en su tiempo libre.

Próximo paso, Alcalá de Henares

Tal es así que incluso las familias, con la colaboración de la dirección del centro, han apostado por el proyecto y han ayudado a los chicos cuando invertían su tiempo libre en seguir investigando. Aunque aún queda trabajo. "Tenemos que ir a ver los archivos en papel. Vamos a ir a Alcalá de Henares, al Archivo General, donde ya hemos nos hemos puesto en contacto con con su director y nos espera para que durante este curso vayamos a ver los expedientes de cada uno de ellos. Eso nos va a servir muchísimo para ubicarlos, para saber cómo fue el proceso", explica Ferres

"Sabíamos algo de la Guerra Civil porque nos lo habían dicho nuestros profes de historia", indica García. "Gracias a esto hemos logrado conocer más. En especial de lo que ocurrió después de la guerra", añade.