Este lunes entre las 2:34 y las 4:34, el cohete Falcon 9 de SpaceX, empresa perteneciente a Elon Musk, despegó desde Cabo Cañaveral (Estados Unidos) para poner en órbita el SpainSat NG I, un satélite militar de comunicaciones de última generación. Este nuevo satélite, uno de los proyectos más ambiciosos y significativos de la investigación espacial española, tiene como objetivo garantizar comunicaciones seguras y eficientes para las Fuerzas Armadas de España y otras instituciones gubernamentales.
El desarrollo del SpainSat NG I ha sido un proceso complejo, que ha involucrado más de cinco años de trabajo y una inversión de más de 2.000 millones de euros. Este satélite ha sido fabricado por Hisdesat, que se encargará de su operación, en colaboración con Airbus, el principal contratista del proyecto. El satélite no solo destaca por sus capacidades tecnológicas, sino también por su importancia estratégica en el contexto actual, marcado por crecientes desafíos geopolíticos.
El SpainSat NG I, que estará ubicado en la órbita geoestacionaria a unos 36.000 kilómetros de la Tierra, cubrirá una amplia zona del planeta, desde Denver (en la costa oeste de Estados Unidos) hasta Singapur, excluyendo únicamente la zona del Pacífico. Junto a su gemelo, el SpainSat NG II, cuyo lanzamiento está previsto para finales de este año, el nuevo satélite proporcionará una cobertura de comunicaciones a dos tercios del mundo. Con unas dimensiones de 6,7 metros de altura y un peso cercano a las seis toneladas, el satélite tiene una vida útil estimada de 15 años, aunque sus creadores esperan que su durabilidad sea aún mayor, siguiendo el ejemplo de los satélites anteriores, que han estado operando durante casi dos décadas.
Tanto Hisdesat como Airbus subrayan que el SpainSat NG I es el satélite de comunicaciones militares más potente de Europa. Enrique Granell, responsable del programa SpainSat NG en Airbus Defense&Space España, destaca que “la capacidad del satélite se multiplicará por más de diez respecto a los sistemas anteriores, lo que permitirá transmitir más datos en menos tiempo y con mayor seguridad”, según la SER. Detalló que esta mejora es esencial para las Fuerzas Armadas, que podrán beneficiarse de comunicaciones más rápidas y confiables.
Uno de los avances más significativos del SpainSat NG I son sus antenas activas, un sistema único en Europa. Estas antenas permiten modificar de manera dinámica y casi instantánea la cobertura de las comunicaciones: “serán capaces de cambiar la ubicación de las coberturas en la Tierra más de 10.000 veces por segundo”, contó Granell. Esto garantiza una transmisión precisa y segura, incluso en situaciones de interferencias. Además, las antenas son capaces de detectar y localizar cualquier fuente de interferencia, lo que asegura que las comunicaciones se mantengan operativas al evitar áreas afectadas por dichas interferencias.
El SpainSat NG I también está diseñado para resistir ataques nucleares, una medida de protección clave ante la creciente amenaza de armas antisatélites en un contexto geopolítico tenso con amenazas del empleo de armamento nuclear. Según los responsables del proyecto, el satélite cuenta con protecciones frente a pulsos electromagnéticos generados por explosiones nucleares en altura, lo que le permitiría seguir operando incluso en un escenario de conflicto nuclear.
Casi la mitad del satélite se ha fabricado en España
Con el lanzamiento de este satélite, España se une a un grupo selecto de países que proveen comunicaciones militares por satélite a la OTAN junto a Estados Unidos, Reino Unido, Francia e Italia. Esto refuerza su autonomía estratégica y tecnológica. Además, más del 45% del diseño y fabricación del satélite se ha realizado en España, lo que reduce la dependencia de tecnologías extranjeras y refuerza la soberanía tecnológica del país.
El desarrollo del SpainSat NG I no ha estado exento de dificultades. La pandemia de COVID-19 y la invasión rusa de Ucrania afectaron la cadena de suministros, especialmente con la necesidad de sustituir componentes fabricados en Rusia, como el motor iónico del satélite, por otros manufacturados en Europa, de acuerdo con el ABC. Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, el proyecto ha logrado mantenerse en el calendario previsto y promete fortalecer las capacidades de defensa y comunicación de España en un contexto geopolítico cada vez más complejo.