La familia Franco vuelve a intentar saltarse las leyes de patrimonio. Esta vez, los descendientes del dictador están manteniendo cerrada al público la Casa Cornide, un palacete situado en A Coruña. La Xunta de Galicia declaró hace un año la propiedad como bien de interés cultural (BIC), algo que obliga a sus propietarios a abrirla al público para su visita, tal y como explica elDiario.es. Sin embargo, no solo los Franco no han cumplido este imperativo, sino que el gobierno gallego no ha tomado ninguna medida oficial al respecto. El pasado 25 de abril, la Consellería de Cultura envío una carta a los Franco, rechazando el argumento empleado por la familia.

Hace ya tres años que la Xunta inició los trámites para declarar BIC la Casa Cornide. Se trata de un palacete construido en el siglo XVIII en la rúa Damas, del casco viejo de A Coruña, que pasó al patrimonio de la familia de Franco en 1962. En abril del año pasado, se publicó en el Diario Oficial de Galicia la consideración del palacete como BIC. A esto, los descendientes de Franco pidieron el pasado 8 de marzo quedar exentos de la obligación de abrir este pazo para su visita, amparándose en el artículo 14 de la ley de patrimonio cultural de Galicia.

La ley obliga a los BIC a abrirse un mínimo de cuatro días al mes, al menos durante cuatro horas cada día. Los Franco se acogieron a la disposición que permite eludir esta obligación si existe "causa justificada". La ley exime del deber de permitir el acceso al público a las propiedades "que constituyan domicilio particular o en los que pueda resultar afectado el derecho a la intimidad personal y familiar".

Más de un año despúes de que la Casa Cornide entrase a la lista de bienes de Patrimonio Cultural, durante el cual los Franco han estado saltándose la ley, la Xunta reacciona. José López Campos, conselleiro de Cultura, informó el pasado 25 de abril que había enviado a la familia del dictador una carta en la que rechazaba sus argumentos. En ella, señalaba que "no parece probable" que el palacete "sea domicilio partícular de sus propietarios". Los técnicos de la Dirección General de Patrimonio Cultural han descubierto que la propiedad carece prácticamente de muebles. Por ello, se reclama a los Franco que elaboren un programa de visitas para la Casa Cornide.

La familia Franco está repitiendo la misma jugada que aplicaron en 2008, cuando el Pazo de Meirás, en A Coruña, se declaró BIC. De esta manera, llevan un año sin aceptar visitas en la Casa Cornide. Asociaciones en favor de la memoria y la oposición al gobierno de la Xunta, critican al gobierno regional por no hacer nada al respecto. Se han organizado varias marchas por la devolución de la Casa Cornide. El PSdeG de A Coruña, junto al BNG pidieron al gobierno de Alfonso Rueda que actuase, a lo que el del PP contestó que tomaría "medidas para hacer cumplir la ley".

La Xunta valora la posibilidad de obligar a los Franco a cumplir la ley, pero con matices. En el texto remitido a la familia, que publican parcialmente, se señala que en el momento en el que la Casa Cornide "pase a ser domicilio particular de alguno de sus propietarios o de algún arrendatario, podrá ser dispensado total o parcialmente de la obligación de visita pública gratuita". El palacete podría no abrirse al público si se considera que es una vivienda, algo que, de momento, se descarta. La Xunta pide a los Franco, que cumplan "el deber de facilitar la visita pública" a la construcción, dandoles un mes de plazo para presentar el plan de visitas al gobierno de Galicia.

Esta misma estrategia de hacer creer que se utiliza un BIC como vivienda, ya la usaron los Franco con el Pazo de Meirás. El palacio de vacaciones del Caudillo, ubicado en Sada (A Coruña), fue incluido en la lista de Patrimonio en 2008. Los descendientes del dictador llegaron a los tribunales para evitar abrirlo al público, algo que no ocurrió hasta 2011, tras tres años de litigio con el gobierno de la Xunta. Incluso después de esto, la familia siguió sin cumplir la ley, ya que durante varios veranos cerraron al público el Pazo de Meirás. En 2017, la Xunta multó a Carmen Franco por esto, pero la hija de Francisco Franco falleció antes de que se hiciese oficial.

La Casa Cornide pasó a ser propiedad del Estado en 2020. Los Franco intentaron venderlo a la desesperada, pero el Ayuntamiento de A Coruña ya había iniciado los trámites para declararlo BIC. Los descendientes del dictador lo publicaron incluso en portales de compraventa online. El palacete pasó a manos de Carmen Polo en 1962, tras una puja ganada por Pedro Barrié de la Maza. El empresario ganó la subasta y adquirió la Casa Cornide por 305.000 pesetas, para traspasarsela unos días después a la esposa de Franco por solo 25.000. Antes de eso, la construcción del siglo XVIII había sido propiedad de los Cornide, sede del Ayuntamiento y Centro Cultural.