A media tarde de este miércoles seis de noviembre un halo de esperanza abrazaba la desolación y la devastación de la población valenciana. Después de pasar varios días inspeccionando el interior del parking del centro comercial Bonaire en Aldaia (Valencia), los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Policía Científica no encontraron ninguna víctima mortal. Esta alentadora noticia se confirmaba y publicaba después de que, desde el martes anterior, haya circulado una gran cantidad de noticias falsas que hacían referencia a una verdadera masacre y hasta 1.000 muertos dentro de este aparcamiento.
Pese a que los medios y las fuentes oficiales se esforzaron para desmentir todo ello y animar a la cautela y a frenar los bulos, ahora ha sido el propio cuerpo de forenses que se encuentra en Valencia quien ha desmentido que se estén tapando cifras y se estén escondiendo muertos. Un médico forense del Instituto de Medicina Legal de Valencia, en declaraciones a 20minutos, asegura que "no hay 2.000 denuncias", como supuestamente se señalaba en un acta del CECOPI, y que todas las cifras que se están ofreciendo "son correctas".
En esta línea, ha insistido en que no es verdad que haya más muertos de los que se han notificado. "Tampoco hay 500 desaparecidos. No es verdad. Tampoco están escondiendo muertos. No es verdad. Las cifras están subiendo muy poco a poco, y las cifras son las que están dando".
Sin embargo, sí que es cierto que han hecho previsiones de hasta dónde podría llegar la cifra de muertos. Esta misma fuente ha señalado que el cómputo total de fallecidos podría llegar a los 300. Así, añade que la cifra podría subir "entre cinco, siete o diez" fallecimientos por día durante las próximas dos semanas.
La experiencia "dantesca" del forense en Valencia
Al margen de confirmar los datos reales actuales -219 muertos, 93 desaparecidos y 54 cuerpos sin identificar- este médico forense, que no ha querido revelar su identidad, también ha aprovechado para relatar su experiencia desde que llegó a Algemesí.
Fue el miércoles pasado, un día después de que la DANA arrasara con absolutamente todo lo que pilló a su paso, cuando este forense llegó a la localidad valenciana de Algemesí. Señala que desde que la Policía Nacional le dio el aviso y lo recogieron de su domicilio hasta que llegaron al pueblo, pasaron siete horas y media, consecuencia del fatal estado en el que habían quedado las carreteras. De hecho, señala que para hacer un trayecto de 10 kilómetros, dieron "una vuelta de 30 kilómetros".
La sensación al llegar y ver con sus propios ojos cómo se encontraba el municipio posiblemente no la olvide jamás. "Cuando llegué a Algemesí pensé 'ostras, esto parece una guerra'. Yo no he visto una cosa más dantesca en la vida. Parecía otro mundo. Cuando ves la tele en Ucrania, que ves el daño causado por una bomba, pues igual. Horrible, horrible de verdad. La gente en shock, sacando enseres. Además, había gente que estaba entrando en los supermercados para saquear. Increíble".
En líneas similares a este relato, el forense cuenta también que los cinco levantamientos que tuvo que llevar a cabo eran principalmente de personas mayores. Destaca que la mayoría de ellos habían muerto ahogados, después de que la fuerza del agua los tirara al suelo y no pudieran levantarse. De hecho, detalla que uno de los casos, fue "un anciano que estaba a punto de cenar, tenía en el plato hervido. Entró el agua con tanta fuerza que le tiró de la silla y se cayó, se ahogó en un metro de agua, si hubiera estado de pie, no se hubiera ahogado. Pero ya no se pudo levantar del trompazo que le dio el agua y se ahogó".
Más de 100 forenses desplazados a la zona
Desde el martes 29 de octubre, día 0 de la tragedia, alrededor de 100 forenses se han desplazado hasta los pueblos de la provincia de Valencia afectados por la DANA. Según informaron fuentes de la Conselleria de Justicia, los forenses aplican en este caso el Protocolo nacional de actuación Médico-forense y de Policía Científica en sucesos con víctimas múltiples recogido en el Real Decreto 32/2009.
Dado lo inusual y particular de la situación actual, estas mismas fuentes señalan que los tiempos de actuación cambian. En circunstancias normales, la identificación de los cadáveres puede ser de 24 horas. Sin embargo, en estos casos, los plazos dependen de otros factores, como los datos que puedan aportar las familias de las víctimas y también del estado en el que se encuentra el cuerpo, ya que, según indican, cuanto más tiempo están en agua, más difícil es la necrorreseña de las huellas dactilares.