El prestigioso periódico económico británico 'Financial Times' ha publicado un detallado artículo en el que analiza la situación de Madrid y Nueva York, evaluando su gestión para frenar la expansión del coronavirus. La conclusión es tajante: en la capital española se han cometido muchos errores por querer aliviar la economía de forma demasiado rápida.

El periódico recuerda que la Comunidad de Madrid presionó al Gobierno central para que relajase las medidas de bloqueo, “sin inmutarse por la renuncia de su directora de salud pública” como protesta por esa rapidez. “Si Madrid no vuelve a ponerse en marcha, estaremos destruyendo miles de negocios, miles de puestos de trabajo”, recuerda el periódico las palabras que Ignacio Aguado pronunció por aquel entonces.

“Los planes para levantar las restricciones en fases de acuerdo con criterios como los recursos sanitarios y las infecciones se abandonaron efectivamente”, denuncia el 'Financial Times', remarcando que el gobierno neoyorkino prefirío ser más lento en su desescalada. “Fue una fatídica separación de caminos para las dos ciudades”, asegura el periódico, asegurando que todas estas medidas llevaron a la situación que se vive ahora en la capital española, como "la región más afectada de Europa”.

“La historia de cómo Madrid y Nueva York se separaron es una historia de las terribles consecuencias de los errores cometidos, en particular sobre la eliminación gradual de las medidas de bloqueo; de tensiones entre consideraciones económicas y salud; y de la realidad emergente de una segunda ola de coronavirus que se estrella contra Europa”, prosigue el diario británico.

El 'Financial Times' resume que las diferencias son más notables respecto a la manera en la que cada ciudad abordó la gestión en la hostelería. En ese sentido, Miguel Hernán, epidemiólogo de la Universidad de Harvard, dice que Madrid ha fracasado donde Nueva York ha tenido éxito: abriendo bares y restaurantes demasiado rápido, sin contar aún con los rastreadores y las pruebas posibles para hacer un seguimiento fiel de la evolución del virus.

En el artículo se asegura que en los últimos días se ha visto a un Gobierno de Madrid “cada vez más desesperado” que ha impuesto nuevas restricciones a 850.000 personas en las zonas más afectadas por el virus, dando el "sí" al debate de que las zonas más humildes han sufrido más el golpe. En este sentido, se asegura que ya es tarde para implementar un sistema de rastreo efectivo y los confinamientos pueden ser ahora la única salida.

“Los epidemiólogos temen que esas medidas sean insuficientes para frenar las tasas de infección desenfrenadas, en particular porque los niños ahora han regresado a la escuela después de seis meses de ausencia, el clima más frío está empujando a las personas a entrar en casa donde la enfermedad se propaga más fácilmente, y los españoles todavía están socializando y visitando bares y restaurantes, donde el riesgo de infección es mayor”, se avisa en el reportaje.

El periódico británico lamenta que los compromisos asumidos por las regiones como parte del levantamiento de las restricciones no se cumplieron del todo. “En mayo, Madrid prometió contratar a 400 trabajadores de seguimiento y localización; en julio la cifra era todavía de 182, una por cada 36.000 habitantes. Hoy el número ronda los 1.000”, subrayando que “la alta proporción de resultados positivos en la región (el 23% de todas las pruebas realizadas) indica que un número significativo de casos no se diagnostica”.

El artículo señala que los epidemiólogos se temen lo peor porque “el gobierno de Madrid sigue siendo reacio a cerrar la industria hostelera”. “Sus medidas más recientes han consistido en cerrar los parques públicos en las zonas más infectadas de la ciudad, pero permiten que los bares y restaurantes de esas zonas permanezcan abiertos, aunque a la mitad de su capacidad y con un horario de cierre obligatorio a las 22:00 horas”, explica.