La relación del mundo del derecho con las redes sociales es complicada, magistrados y letrados suelen tener perfiles anónimos para poder expresarse con cierta libertad, conscientes de lo delicado de los asuntos en los que intervienen. Otros, sin embargo, dan la cara yo no rehúyen el debate. Ya sea como manera de promocionarse a sí mismos, ya sea respondiendo a inquietudes personales de transparencia, afán docente o simples ganas de participar en la conversación. El juez del Tribunal Supremo Antonio Salas Carceller es de este segundo tipo de usuarios en Twitter: se expresa sin miedo, no rehuye las polémicas y a veces, en palabras castizas, "se mete en prados". El último es a cuenta de una de las pancartas que los independentistas desplegaron en la Plaza de Cataluña de Barcelona, durante el homenaje a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils. Desde el Tribunal Supremo confirman a ElPlural.com que, efectivamente, la cuenta de Twitter pertenece a Antonio Salas.
El juez -sin tener jurisdicción directa sobre este asunto, al ocuparse de asuntos civiles- manifiesta que, en su opinión esa pancarta es un delito. Lo que le lleva a mantener una discusión en Twitter durante tres días.
Esa pancarta constituye claramente un delito del art. 491 del Código Penal. Debió retirarse antes del acto. El Jefe del Estado representa a todos los españoles, especialmente en ese acto. https://t.co/0mOvFrqnKf
— Antonio Salas (@salascarceller1) 17 de agosto de 2018
Las respuestas no se han hecho esperar y el magistrado del Supremo va contestando, uno a uno, a quienes disienten de él. Incluso a quienes le acusan de franquista.
Les han metido con vaselina lo de Franco y no paran. Cuando Franco murió yo era un crío y no quería saber nada de política. https://t.co/wVHYEriUBm
— Antonio Salas (@salascarceller1) 20 de agosto de 2018
No pasó mucho tiempo hasta que Gonzalo Boyé, el abogado de Puigdemont, entra en la conversación. Y Salas tampoco tiene problemas en seguir debatiendo, aunque la discusión se caldea.
Decir a un magistrado con 40 años de ejercicio que sabe poco de derechos fundamentales es ofensivo. Olvídese de mí. Yo, sin embargo, no he querido repetir las cosas que dicen de Vd. https://t.co/aBxVS9q7ov
— Antonio Salas (@salascarceller1) 20 de agosto de 2018
Por último, el juez Salas se confiesa "harto de estar harto" y pone en manos de la tecnología el zanjar según qué conversaciones.
Ah! Voy a poner el bloqueador automático para algunos/as que siempre tienen ganas de conversación. https://t.co/qC70s6m3PU
— Antonio Salas (@salascarceller1) 20 de agosto de 2018