Antonio Pérez, alcalde de Coripe (Sevilla), donde el Domingo de Resurrección se quemó una muñeca que representaba a la asesina confesa del pequeño Gabriel, ha pedido perdón a los padres del niño por "el revuelo" generado y ha asegurado que los habitantes del pueblo pueblo no son "racistas". Según ha añadido, él creía que este año el quemado iba a ser Carles Puigdemont.

El alcalde de Coripe ha defendido que la "Quema de Judas", en la que se destruye una figura que representa a un personaje por sus malas acciones, es una tradición en la que el nombre del protagonista se mantiene en secreto, tras ser elegido por las familias de los alumnos de segundo de ESO del colegio del pueblo para sufragar con las actividades paralelas de la jornada parte de su viaje de fin de curso.

Antonio Pérez ha admitido que "pudo haber insultos, ni se sabe por parte de quién, pero hay que entender la idiosincrasia de un pueblo y de una tradición, en la que no hay maldad, pudo haber insultos, pero no hubo racismo". El Movimiento contra la Intolerancia denunció ante la Fiscalía de Delitos de Odio "vejaciones racistas y violentas" contra Ana Julia Quezada.

Los padres de Gabriel expresaron su "tristeza"
El alcalde de Coripe ha pedido perdón a los padres del pequeño Gabriel, que emitieron un comunicado en el que expresaron su "frustración, tristeza y pesar". 

"Nos ha costado un esfuerzo enorme leer la noticia en el periódico y por supuesto no hemos tenido fuerzas suficientes para visionar los vídeos colgados en Internet, asombrados a su vez de que tantos miles de personas pudiesen ver semejante muestra de rabia e indignación", han afirmado los padres de Gabriel en su escrito.

"A pesar de que, permítanos, el dolor y la rabia que podamos sentir nosotros por la pérdida de Gabriel, es incalculablemente más intenso y doloroso, no pudiendo estar de acuerdo en ningún caso con esta acción, dónde la rabia y el dolor mal expresado le ganan la partida al buen hacer y el sentido común", dicen los padres del pequeño asesinado.

Proteger a los niños
Los padres de Gabriel advierten de que hay que "proteger a los niños de este país y el resto del mundo que de alguna manera han seguido el ejemplo de que la rabia trae más rabia y la crueldad más crueldad", y han agradecido la "limpieza, la dedicación, la dignidad y silencio de cada una de las iniciativas surgidas en los diferentes pasos y procesiones que esta Semana Santa han acompañado a nuestro hijo Gabriel (Arcángel que anuncia el nacimiento de Jesús)".

"Nos ha hecho sentir que esta Semana Santa del año 2018 estaba dedicada a la memoria de Gabriel y a toda la buena gente que ha sacado lo mejor de su corazón dejando la rabia aparte y mostrando su amor como único consuelo hacia nosotros, y a nuestro hijo", han manifestado.

"Tantas lágrimas que podrían haberse traducido en un mar de amor intenso y lleno de buenas acciones, para que su subida al cielo fuese más clarificadora con las oraciones de cada una de las personas que lloraron por su ausencia y rezaron porque estuviese en el reino de los cielos nadando alegre como a él le gustaba y bien se merecía", han escrito los padres de Gabriel.