La policía detuvo el pasado sábado a dos individuos en el Paseo de la Castellana, en Madrid. Se trata de un ayudante de cocina y un camarero de la taberna Volapié, ubicada en la emblemática calle del distrito de Chamartín. Fueron arrestados acusados de robar productos ibéricos y bebida del bar del que acababan de salir de trabajar. Los agentes de Policía Nacional y Policía Municipal acudieron después de una llamada que avisaba de un individuo que había amenazado a otro con un cuchillo. Los dos detenidos presentaban signos de embriaguez.

Sobre las 2:00 horas del sábado, el cocinero de 35 años y el camarero de 30 detenidos salieron del restaurante del Paseo de la Castellana en el que trabajaban. La Policía Municipal de Madrid recibió el aviso por una presunta amenaza con cuchillo, y se presentaron en el Paseo de la Habana, cerca del local donde ocurrieron los hechos. Los agentes al llegar identificaron a los dos trabajadores, que presentaban síntomas de haber bebido alcohol. El cuchillo no fue hallado cuando les registraron, pero lo que si encontraron fue una gran cantidad de productos gastronómicos gourmet.

Los trabajadores de la taberna Volapié detenidos son un ayudante de cocina español y un camarero de origen rumano. En su mochila llevaban artículos gastronómicos por valor superior a 500 euros. Entre ellos había quesos, embutidos, lomo ibérico, latas, aceites, foie, pulpo y albóndigas. Los arrestados alegaron que el propietario del negocio del madrileño distrito de Chamartín les había dado permiso para llevarse los productos a su casa. Sin embargo, la Policía Municipal localizó al encargado del local, quién alegó que los productos eran propiedad del restaurante y que los dos trabajadores no tenían autorización para llevárselos.

Los detenidos en Madrid se enfrentan a un delito de hurto grave

Los agentes de Policía Nacional detuvieron a los dos individuos, acusados de hurto. Al registrarles, no se encontró el cuchillo con el que, presuntamente, habían amenazado a un chico en pleno Paseo de la Castellana. Sin embargo, las cañas de lomo ibérico que pretendían robar estaban cortadas debido a su longitud. El gerente de la taberna, al que se devolvieron todos los productos robados, afirmó que le faltaba un cuchillo de su cocina. Según los agentes que le tomaron declaración, ya sospechaba del comportamiento del cocinero y el camarero detenidos.

Acababan de cerrar el local. Los dos individuos arrestados salieron de la taberna Volapié sobre las 2:00 horas de la madrugada, justo después de su clausura. Ambos confesaron que, antes de irse, habían consumido alcohol del propio bar “como si fuese una barra libre”. La Policía Nacional detectó al llegar a la escena que mostraban signos de embriaguez. Intentaron irse con artículos de comida robados por valor superior a 500 euros, pero una presunta pelea con un joven frustró sus intenciones.

Los individuos detenidos, de 35 y 30 años, se enfrentan a un delito de hurto. Con la información de la que se dispone, los arrestados no emplearon la fuerza para sustraer los artículos del restaurante, que es lo que distingue los delitos de robo y hurto. Sin embargo, al superar los productos el valor de 400 euros, se trata de un hurto grave, con posible agravante por actuar en grupo. El Código Penal español establece una pena de prisión de 6 a 18 meses para el delito de hurto grave. Si los acusados tuvieran antecedentes penales, la pena sería todavía mayor.